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POEMAS DESDE EL INTERIOR Antonio Aranda Calvo.

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Presentación del tema: "POEMAS DESDE EL INTERIOR Antonio Aranda Calvo."— Transcripción de la presentación:

1 POEMAS DESDE EL INTERIOR Antonio Aranda Calvo

2 Don Antonio Aranda Calvo es un veterano sacerdote de la diócesis
jiennense, sobre cuyos hombros han caído no pocas responsabilidades diocesanas, que ha llevado a cabo con la mayor generosidad y servicio. Sobrino de un joven clérigo, generoso testigo de Cristo, por quien dio sangre y vida, lleva en el corazón la impronta de una rica experiencia de Dios, que desea comunicar a los demás, desde el compromiso evangélico del anuncio de la Palabra engendrada por el Padre y dada al mundo, para que éste sea salvado por ELLA. Dotado de una pluma fecunda, pone a ésta al servicio de la VERDAD, tratando de comunicarnos las huellas que ha ido dejando en su corazón. ‘Poemas desde el Interior’ nos llega refrendando lo que también nosotros hemos ido experimentado a través de nuestra vida cristiana: Dios nos ama y quiere comunicarse con nosotros. A continuación una pequeña serie de sus poemas, donde manifiesta su riqueza interior en una trilogía sumamente descriptiva. Gracias.

3 Prólogo del AUTOR: EL AMOR DE DIOS NOS INUNDA Y NOS HACE AMAR Desde el seno materno me llamaste, Señor, y en él obraste tu primer don para mí, siempre fruto de tu Amor: la vida. Nada más nacer, me sentí envuelto en un mundo que me pertenecía, nuevo fruto de tu Amor… Pues desde él fui experimentándote a Ti que eres el Amor. En el bregar de la vida, por fin, me encontré conmigo mismo y no pude entenderme más que desde tu Amor. Amor de los amores que me das la vida y me haces vivir, pensar, sentir, gozar, reír y sufrir; que me haces ser para poderme dirigir a Ti, amor; que me haces capaz de amar, asemejándome a Ti… acepta mi oración fraguada en palabras, recibe mi cantar de voz quebrada, escucha esta melodía que desea ser respuesta de amor. Trato de contarte mi experiencia de tu Amor. Trato de decir a los demás que eres Amor. Trato de decirme que mi camino es tu Amor y que he de desembocar en Él. A Ti, Dios del Amor, yo que soy nada sin tu Amor.

4 I. Necesidad de Ti “Como busca la cierva corrientes de agua, así te busco, Señor”.

5 Llorar en el desierto de la vida, aspirando a tu encuentro, pues sin Ti nada existe… es la mueca y el eco, es la sombra y el dolor… tu ausencia. Pensar en tu presencia, transforma el llanto en alegría, la sombra en luz, el eco en armonioso canto, el dolor en profundo gozo… y la mueca en tu faz… tu presencia. ¡Tan cerca y tan lejos están la ausencia y la presencia! Tu ausencia “Sin Ti, no es vivir”

6 Fundirme en Ti Abrirte la puerta, dejarte entrar, sentarte a mi mesa,
hacerme tuyo, fundirme en Ti, en amor ardiendo, dejándolo todo. Y después de esto, aunque perseguido, porque atrapado, no podré dejarte -ni Tú te contentas con que yo te deje- sino en plenitud de fidelidad. Fundirme en Ti “Sin Ti, no soy yo”

7 Te quiero, Señor Te quiero, Señor, por tus desvelos, por tu ternura,
por tu amor, pues que me regalas y de tal manera… que no sabría decir, si es que lo merezco o que Tú eres bueno, si es por tu Gracia o es mi valor… pero ¡no! todo es don, tu grandeza, Señor. Te quiero, Señor “En tu amor me realizo”

8 II. Experiencia de Ti “Desbordo de gozo con el Señor, y me gozo con mi Dios, porque me ha envuelto en su amor”.

9 “Misterio de amor, gran misterio”.
El misterio de tu amor se manifiesta, donde quiera que el hombre está presente, ya sea en el silencio del convento, ya en el susurro de la plaza, al medio día; también en el que sufre y en quien llora, en el que descubre el amor y la alegría. Tu amor, Señor, reaparece al nacer cada niño en cada sitio, y también cuando canta el pajarillo, y aún cuando suena el esquilón… porque al fin de cuentas, Señor, tu amor nos crea y nos conserva y nos llama a gozar de la dulzura, por lo que no es posible hombre sin amor, ni amor sin que al hombre se dirija. Por algo te hiciste hombre, Señor, para que Dios y el hombre se fundieran y así el misterio de amor se revelara en el amor. Misterio “Misterio de amor, gran misterio”.

10 “La noche me invitó a entrar en Ti y gozar plenamente de tu amor”.
Noche silenciosa, serena, tranquila, no pases de largo, mantén tu quietud, que pueda a tu sombra hallar a quien amo, gozar su presencia, sentir su mirada. Noche oscura del tiempo, donde el alma anhela buscar su camino, no corras, ¡despacio!, que espero encontrarle en las cumbres altas de aquellas montañas allá junto al sol. La noche serena “La noche me invitó a entrar en Ti y gozar plenamente de tu amor”.

11 El silencio inundaba los rincones y la noche abría sus ventanas, cada cual llegaba hasta su sitio, parecía que la vida se parara… Pero no el Misterio colmaba el corazón, los porqués inundaban el ambiente y allá dentro: Dios y su Palabra. Tú lo eres todo, amor y vida; yo soy la nada: oración y súplica… mas el todo y la nada, en misteriosa unión, iban transformando la callada realidad. ¡Ya se oían los cantares de músicas mil y la luz iluminaba y la vida seguía, nacida del misterio! Amor y Vida “Dios de la Vida y del Amor”

12 “Jesús, en persona, se acercó y se puso a caminar con ellos”.
III. Manifestación “Jesús, en persona, se acercó y se puso a caminar con ellos”.

13 Y acampó entre nosotros
En silencio de espacios infinitos, cuando el tiempo no contaba los instantes, surgió la voz, palabra eterna, de quien es Señor del tiempo y del espacio… y en melodía de suave brisa fue creando las cosas, fruto de amor. Y así el amor inmensurable acampó en los mundos que formara, y dejó en ellos su medida, hiriendo el corazón del hombre, fundiéndose los dos: Amor inmenso y amor creado, hielo y volcán al mismo tiempo. Una mezcla sin igual trajo a la tierra la bendición prometida en tiempo nuevo, el don más grande que alguien esperara, el cielo bajó hasta la tierra, la virgen se hizo madre el hijo de Dios, hombre verdadero. Y acampó entre nosotros “… y su rostro brilla en nuestros corazones”

14 Jueves Santo Olivos, junto al torrente, Jesús escondido estás,
entre el afán de las gentes, en el corazón del hombre, música, canto, soñar. Jesús, ¿apareces ya? Ven, sal, hoy te buscamos, déjanos besar tu faz, no para condenarte sino para contemplar el amor con que nos amas y aprender de Ti a amar. Amor es el Jueves Santo, Amor para amar y amar. Jueves Santo “Tu amor se nos da en presencia”

15 de tu presencia encarnada”.
…. La flor de las flores eres Tú: belleza sin fin, bondad exquisita, manantial de vida, verdad sin quebranto, dulzura infinita, mujer del amor. Se escapó una semilla divina, que del cielo cayó en la tierra, y naciste Tú. Tu presencia inundó el universo, en el sí trascendente del anuncio, y en profundo silencio, alumbraste al retoño, niño pequeño, rey del universo, de carne rosada, labios balbucientes y manos extendidas. ¡Oh misterio! Él, el creador de tu hermosura, Tú, madre del amor eterno, Él, tu Señor, Tú, su Señora… A la flor de las flores “María, primer signo de tu presencia encarnada”. (extracto)

16 “El amor del Esposo, mejor dicho, el Esposo que es amor,
sólo quiere a cambio amor y fidelidad. No se resista, pues, la amada en corresponder a su amor. ¿Puede la esposa de- jar de amar, tratándose, además de la esposa del Amor en persona? ¿Puede no ser amado el que es el amor por esencia?” (De los Sermones de San Bernardo, abad, sobre el Libro del Cantar de los cantares). Rafael C. Aranda Calvo, Antonio. Poemas desde el Interior. Jaén, 2003


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