En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que come de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré.

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3 En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo: el que come de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo. Disputaban entonces los judíos entre sí: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? ­ Entonces Jesús les dijo: ­

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5 ¿Vivirá para siempre…?

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11 … pues hoy tenemos un riesgo: Comulgar con Cristo en lo íntimo del corazón, sin preocuparnos de comulgar con los hermanos que sufren. Compartir el pan de la eucaristía e ignorar el hambre de millones de hermanos privados de pan, de justicia y de futuro.

12 “El que coma de este pan vivirá para siempre” “El que coma de este pan vivirá para siempre”

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14 “Mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida”

15 La celebración de la Eucaristía tiene que ayudarnos a abrir los ojos tiene que ayudarnos a abrir los ojos para descubrir a quiénes hemos de defender, apoyar y ayudar en estos momentos.

16 “… de esa harina su pan amasa Dios, del sólo pan que somos tus discípulos ”. del sólo pan que somos tus discípulos ”. “… de esa harina su pan amasa Dios, del sólo pan que somos tus discípulos ”. del sólo pan que somos tus discípulos ”.

17 Son versos de Unamuno… En el Cristo de Velázquez nos dejó el testimonio de su fe y su rebeldía, de su intuición y sus asombros. « Por el mundo cual espigas ondean los mortales hasta que la hoz los siegue de la muerte ».

18 Por Ti, Jesús, comulga Dios con sus mortales: Tierra y agua de Dios, pan y vino del hombre, pues Dios con ellos hombre se hace. En la artesa de la cruz, el Padre ha amasado con sus propias manos el pan sustancioso que nos da la vida.

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20 Gracias, Señor, que el pan de tu palabra nos llega por tu amor, pan verdadero; gracias, Señor, que el pan de vida nueva nos llega por tu amor, partido y tierno.