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Lección 22: Compasión y generosidad

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Presentación del tema: "Lección 22: Compasión y generosidad"— Transcripción de la presentación:

1 Lección 22: Compasión y generosidad
TEXTO ÁUREO «El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto». —Lucas 16.10

2 Propósito Hacer ver que la parábola no trata solamente acerca de la responsabilidad de ayudar a las personas necesitadas, sino acerca de la fe y la obediencia como dos caras de la misma moneda. Esto quiere decir que frecuentemente nos escudamos tras la falta de pruebas para no hacer lo que debemos, aun cuando lo sabemos de sobra y que por no hacer lo que debemos nuestra fe flaquea.

3 Estructura literaria del texto (Lucas 16.19-31)
I. La parábola contrasta al rico con Lázaro (Lc ). A. En su vida. B. En su muerte. II. La parábola nos llama a responder a las necesidades de las demás personas. III. La parábola nos advierte que la fe y la obediencia van mano a mano. IV. Si no obedecemos, bien puede ser porque no creemos y si no creemos, bien puede ser por no obedecer.

4 Vocabulario bíblico «DIVES»: Aunque este nombre no se encuentra en nuestras Biblias, frecuentemente escuchamos hablar de «Lázaro y Dives», como si se tratara de dos nombres propios. Esto se debe a que en la versión latina de la Biblia, conocida como la Vulgata, la palabra «rico» se traduce por «dives» —lo cual es una traducción exacta. A través del tiempo, según el latín cayó en desuso, se retuvo ese adjetivo y se hizo de él el nombre propio Dives. En realidad, Jesús no dice una palabra acerca del nombre del hombre rico. «SENO DE ABRAHAM»: Esta frase, que en toda la Biblia aparece solamente en el pasaje que estudiamos, se utiliza frecuentemente en el Talmud —una colección de antiguos comentarios judíos sobre las Escrituras. Es un modo de referirse al paraíso.

5 Lucas RVR 19 Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino y hacía cada día banquete con esplendidez. 20 Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquel, lleno de llagas, VP 19 “Había un hombre rico, que se vestía con ropa fina y elegante y que todos los días ofrecía espléndidos banquetes. 20 Había también un pobre llamado Lázaro, que estaba lleno de llagas y se sentaba en el suelo a la puerta del rico.

6 Lucas RVR 21 y ansiaba saciarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. 22 Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. VP 21 Este pobre quería llenarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros se acercaban a lamerle las llagas. 22 Un día el pobre murió, y los ángeles lo llevaron a sentarse a comer al lado de Abraham. El rico también murió, y fue enterrado.

7 Lucas RVR 23 »En el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. 24 Entonces, gritando, dijo: “Padre Abraham, ten misericordia de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, porque estoy atormentado en esta llama”. VP 23 “Y mientras el rico sufría en el lugar adonde van los muertos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro sentado a su lado. 24 Entonces gritó:‘¡Padre Abraham, ten lástima de mí! Manda a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua y venga a refrescar mi lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego.’

8 Lucas RVR 25 Pero Abraham le dijo: “Hijo, acuérdate de que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro, males; pero ahora este es consolado aquí, y tú atormentado. 26 Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los que quieran pasar de aquí a vosotros no pueden, ni de allá pasar acá”. VP 25 Pero Abraham le contestó: ‘Hijo, acuérdate que en vida tú recibiste tu parte de bienes, y Lázaro su parte de males. Ahora él recibe consuelo aquí, y tú sufres. 26 Aparte de esto, hay un gran abismo entre nosotros y ustedes; de modo que los que quieren pasar de aquí allá, no pueden, ni de allá tampoco pueden pasar aquí.’

9 Lucas RVR 27 »Entonces le dijo: “Te ruego, pues, padre, que lo envíes a la casa de mi padre, 28 porque tengo cinco hermanos, para que les testifique a fin de que no vengan ellos también a este lugar de tormento”. VP 27 “El rico dijo: ‘Te suplico entonces, padre Abraham, que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, 28 donde tengo cinco hermanos, para que les llame la atención, y así no vengan ellos también a este lugar de tormento.’

10 Lucas RVR 29 Abraham le dijo: “A Moisés y a los Profetas tienen; ¡que los oigan a ellos!”. 30 Él entonces dijo: “No, padre Abraham; pero si alguno de los muertos va a ellos, se arrepentirán”. VP 29 Abraham dijo: ‘Ellos ya tienen lo escrito por Moisés y los profetas: ¡que les hagan caso!’ 30 El rico contestó: ‘Padre Abraham, eso no basta; pero si un muerto resucita y se les aparece, ellos se convertirán.’

11 Lucas 16.31 RVR 31 Pero Abraham le dijo: “Si no oyen a Moisés y a los Profetas, tampoco se persuadirán aunque alguno se levante de los muertos”». VP 31 Pero Abraham le dijo: ‘Si no quieren hacer caso a Moisés y a los profetas, tampoco creerán aunque algún muerto resucite.’ ”

12 Resumen - 1 La parábola del rico y Lázaro, a pesar de sernos tan conocida, todavía nos sorprende. Esto no ha de extrañarnos, la Palabra de Dios siempre nos interpela, frecuentemente diciéndonos lo que no esperábamos. En esa parábola se contrasta radicalmente primero, al rico y a Lázaro y sus condiciones en la vida presente y luego, las condiciones de cada uno de ellos después de su muerte.

13 Resumen - 2 Sobre la base de ese contraste, la primera enseñanza que podemos sacar es que como creyentes en el Señor de la parábola —Señor de Moisés y de los profetas— debemos ocuparnos de quienes tienen mayores necesidades. (En la Biblia las personas necesitadas y desamparadas que se mencionan repetidamente son los pobres, las viudas, los huérfanos y los extranjeros).

14 Resumen - 3 La segunda enseñanza que hemos extraído de esta parábola —y que es muy fácil olvidar— es que hay una relación estrecha entre obedecer y creer, como dos caras de la misma moneda. Sin una cara, la otra tampoco puede existir. Quien de veras cree, obedece. Quien de veras obedece, cree. En otras palabras, que el principal obstáculo en el camino de la fe no es la incredulidad, sino la desobediencia.

15 Oración No permitas, Señor, que excusemos nuestra desobediencia pretendiendo que no nos has dicho claramente lo que debemos hacer. Ayuda nuestra incredulidad, de tal modo que creamos cada vez más. Ayuda nuestra desobediencia, de modo que te obedezcamos cada vez mejor. En el nombre del Resucitado, Señor de Moisés y de los profetas, Quien pasó por la muerte y volvió a la vida, Amén.


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