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Lectio divina del Salmo dominical Ex 3,1-8a.13-15: «Yo soy» me envía a vosotros. Sal 102,1-2.3-4.6-7.8.11: El Señor es compasivo y misericordioso. 1Co.

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2 Lectio divina del Salmo dominical Ex 3,1-8a.13-15: «Yo soy» me envía a vosotros. Sal 102,1-2.3-4.6-7.8.11: El Señor es compasivo y misericordioso. 1Co 10,1-6.10-12: La vida del pueblo con Moisés en el desierto fue escrita para escarmiento nuestro. Lc 13,1-9: Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera. Domingo III de Cuaresma Año C: Misericordia y conversión.

3 El Señor es compasivo y misericordioso.

4 Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios.

5 El Señor es compasivo y misericordioso.

6 El perdona todas tus culpas, y cura todas tus enfermedades; él rescata tu vida de la fosa y te colma de gracia y de ternura.

7 El Señor es compasivo y misericordioso.

8 El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos; enseñó sus caminos a Moisés y sus hazañas a los hijos de Israel.

9 El Señor es compasivo y misericordioso.

10 El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia; como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su sobre sus fieles. misericordia bondad

11 El Señor es compasivo y misericordioso.

12 Lectio Ahora leemos el salmo entero, despacio… Salmo 102 (103) 1 Bendice, alma mía, al Señor, y todo mi ser a su santo nombre. 2 Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides sus beneficios. 3 Él perdona todas tus culpas y cura todas tus enfermedades; 4 él rescata tu vida de la fosa, y te colma de gracia y de ternura; 5 él sacia de bienes tus anhelos, y como un águila se renueva tu juventud. 6 El Señor hace justicia y defiende a todos los oprimidos; 7 enseñó sus caminos a Moisés y sus hazañas a los hijos de Israel. 8 El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia; 9 no está siempre acusando ni guarda rencor perpetuo; 10 no nos trata como merecen nuestros pecados ni nos paga según nuestras culpas. 11 Como se levanta el cielo sobre la tierra, se levanta su bondad sobre sus fieles; 12 como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos. 13 Como un padre siente ternura por sus hijos, siente el Señor ternura por sus fieles; 14 porque él conoce nuestra masa, se acuerda de que somos barro. 15 Los días del hombre duran lo que la hierba, florecen como flor del campo, 16 que el viento la roza, y ya no existe, su terreno no volverá a verla. 17 Pero la misericordia del Señor dura siempre, su justicia pasa de hijos a nietos: 18 para los que guardan la alianza y recitan y cumplen sus mandatos. 19 El Señor puso en el cielo su trono, su soberanía gobierna el universo. 20 Bendecid al Señor, ángeles suyos, poderosos ejecutores de sus órdenes, prontos a la voz de su palabra. 21 Bendecid al Señor, ejércitos suyos, servidores que cumplís sus deseos. 22 Bendecid al Señor, todas sus obras, en todo lugar de su imperio. ¡Bendice, alma mía, al Señor! Si quieres escuchar este salmo en hebreo, pincha aquí. Si quieres escuchar este salmo en hebreo, pincha aquí.

13 Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio? Según el P. Ramón Ribera, monje de Montserrat, y otros estudiosos, el orden de los salmos no se debe al azar sino que hay toda una estructura interna.

14 Nuestro salmo se encuentra en la segunda parte del salterio, dedicado a las alabanzas a Dios, formada por los libros: 4º: salmos 89-105 4º: salmos 89-105 y 5º: salmos 106-150 Lectio Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio? Salmo 102: Himno a la misericordia de Dios.

15 El salmo 102 es un himno a la misericordia paternal de Dios que comienza en forma de diálogo entre el salmista y su propia alma (vv. 1-2), exhortándose a alabar a Dios y a no olvidar ninguno de sus beneficios. Beneficios que enumera a continuación: el Señor perdona sus culpas y cura sus enfermedades (v.3), arranca su vida de la muerte y la colma de su amor y compasión (v.4), sacia de bienes sus años (v.5), y hace justicia y defiende a los oprimidos (v.6). En la segunda parte (vv.7-19) el salmista contempla los beneficios que el Señor ha llevado a cabo en la historia del pueblo: ha revelado sus caminos (v.7), la actitud de Dios hacia los pecadores no es la de un Juez inapelable, sino la de un padre bondadoso (vv. 8-13). La razón de este proceder del Señor es que Él nos ha creado y sabe que somos frágiles (vv. 14-16). El poema concluye con una invitación a bendecir a Dios, dirigida a todo el universo, explicitada en cuatro invitaciones dirigidas a: los ángeles (v.20), los astros (v.21), todas las cosas creadas (v.22 a), y al mismo salmista (v.22b). Lectio : ¿Qué dice el texto?

16 Meditatio Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto. Esto es algo muy personal por ello aquí para ayudar a esta meditación relacionamos el salmo con las lecturas del domingo. Bendice alma mía al Señor y todo mi ser a su santo Nombre. El bello salmo que hoy proclamamos viene a ser la meditación orante y agradecida de la explicitación que del Nombre se hace en Éxodo 34,6: “El Señor (es decir, YHWH, el Nombre que hoy escuchamos en la 1ª lectura que Dios revela a Moisés), compasivo y tierno, lento a la ira y rico en misericordia y fidelidad.” Es el complemento a la lectura de hoy –Éxodo 3- ya que en realidad en este pasaje apenas sabemos traducir con exactitud la expresión hebrea del “Nombre”, aunque la más común sea “Soy el que Soy.” En cualquier caso quedémonos con esto: el Señor es el Dios de la Vida y de la Misericordia, y esto es lo que canta el salmo.

17 Lento a la ira y rico en clemencia. Si hay algo que queda claro en el Evangelio de hoy es que Dios no quiere el mal sino que el hombre se convierta (se vuelva a Dios) y que viva. Él sigue cavando y abonando nuestro suelo, nuestra higuera… ¡Abrámonos a la gracia y a la reconciliación esta Cuaresma para vivir en nosotros el fruto de la Pascua, Dios es rico en misericordia y lento a la ira!

18 Enseñó sus caminos a Moisés y sus hazañas a los hijos de Israel. No desdeñemos la lectura orante del Antiguo Testamento –y con ella los salmos- como nos dice san Pablo en la 2ª lectura: “todo eso fue escrito para nuestro provecho.” Se trata de descubrir a Cristo entre sombras y figuras. Imaginemos a Jesús orando este salmo al Padre… ¡con qué gozo lo diría! pues toda su vida fue un reflejo maravilloso de este salmo: él curó las enfermedades, perdonó culpas y pecados, fue tierno con los niños y desvalidos… Él supo –por propia experiencia- que somos barro. Y lo más grande: Él resucitó de entre los muertos y nos saca a nosotros de la fosa. ¡Que todos bendigamos y alabemos al Señor!

19 Oratio ¿Qué me hace decirle a Dios este salmo, la liturgia de este domingo? Te damos gracias, Señor porque nos has revelado tu Nombre: Misericordia y compasión, cuya plenitud encarnada es tu Hijo amado, Jesucristo. Haz que seamos como Él, compasivos y misericordiosos. Amén.

20 Contemplatio Miro y me dejo mirar… En esto los Padres de la Iglesia son maestros… “¿Hay alguien tan compasivo como nuestro Dios? Los hombres perseveran en sus maldades e injusticias, y él no cesa de llamarlos a la conversión. ¿Hay algo tan bueno como nuestro Dios, de quien recibimos tantos consuelos hasta en la tribulación? ¿Quién es tan compasivo como nuestro Dios, pues, al convertirnos, cambiamos hasta la sentencia futura? ¿Qué hombre se vuelve recto sino el que estaba torcido, de modo que, como convicto, comience a alabar lo que antes reprendía y a admirarse de lo que antes despreciaba, confesando al Señor, porque, habiéndose enderezado, es bueno para él el que, cuando él estaba torcido, le parecía malo? Nosotros somos los malos; él, el bueno; nosotros somos buenos por él y malos por nuestra culpa. Él es bueno con nosotros cuando somos buenos, y bueno también cuando somos malos. Cuando nosotros nos ensañamos con nosotros mismos, él es misericordioso con nosotros. Nos llama, para que nos convirtamos; nos espera hasta que nos convirtamos; nos corona, si no nos apartamos.” (S AN A GUSTÍN, Sermón 29 A, 2)S AN A GUSTÍN

21 ¡Convertíos al Señor nuestro Dios porque es compasivo y misericordioso! porque es compasivo y misericordioso! Actio ¿Qué me hace vivir el Señor a partir de esta Palabra? Es el momento de la “obediencia de la Fe”…


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