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Lectio divina del Salmo dominical

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Presentación del tema: "Lectio divina del Salmo dominical"— Transcripción de la presentación:

1 Lectio divina del Salmo dominical
Domingo II de Cuaresma Año B: El Hijo Amado del Padre entregado por nosotros. Gn 22, : El sacrificio de Abrahán, nuestro padre en la fe. Sal 115, : Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida. Rm 8,31b-34: Dios no perdonó a su propio Hijo. Mc 9,2-10: Éste es mi Hijo amado.

2 Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

3 Tenía fe, aun cuando dije: «¡Qué desgraciado soy
Tenía fe, aun cuando dije: «¡Qué desgraciado soy!» Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles.

4 Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

5 Señor, yo soy tu siervo, siervo tuyo, hijo de tu esclava: rompiste mis cadenas. Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor.

6 Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

7 Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo, en el atrio de la casa del Señor, en medio de ti, Jerusalén.

8 Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

9 Lectio Ahora leemos el salmo entero, despacio…
1Amo al Señor, porque escucha mi voz suplicante, 2porque inclina su oído hacia mí, el día que lo invoco. 3Me envolvían redes de muerte, me alcanzaron los lazos del abismo, caí en tristeza y angustia. 4Invoqué el nombre del Señor: "Señor, salva mi vida". 5El Señor es benigno y justo, nuestro Dios es compasivo; 6el Señor guarda a los sencillos: estando yo sin fuerzas me salvó. 7Alma mía, recobra tu calma, que el Señor fue bueno contigo: 8arrancó mi alma de la muerte, mis ojos de las lágrimas, mis pies de la caída. 9Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida. SALMO 115 (116, 10-19) 1Tenía fe, aun cuando dije: "¡Qué desgraciado soy!" 2Yo decía en mi apuro: "Los hombres son unos mentirosos". 3¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? 4Alzaré la copa de la salvación, invocando su nombre. 5Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo. 6Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles. 7Señor, yo soy tu siervo, siervo tuyo, hijo de tu esclava: rompiste mis cadenas. 8Te ofreceré un sacrificio de alabanza, invocando tu nombre, Señor. 9Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo; 10en el atrio de la casa del Señor, en medio de ti, Jerusalén. Si quieres escuchar el original hebreo pincha aquí.

10 Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio?
Según el P. Ramón Ribera, monje de Montserrat, y otros estudiosos, el orden de los salmos no se debe al azar sino que hay toda una estructura interna.

11 Lectio ¿Qué lugar ocupa este salmo en el salterio?
Dentro del quinto libro, este salmo pertenece ha llamado “Hallel egipcio” (salmos ). Los salmos , que constituyen un único salmo en el texto hebreo, son un doble cántico de acción de gracias porque Dios los ha salvado en Egipto de los lazos de la muerte que los cercaban. Por eso, el pueblo puede continuar caminando entre los que viven (sal 114), y en medio de Jerusalén alzar el cáliz de la salvación que se ofrece tras una liberación (sal 115) Nuestro salmo se encuentra en la segunda parte del salterio, dedicado a las alabanzas a Dios, formada por los libros: 4º: salmos y 5º: salmos Salmo 115: Acción de gracias en el Templo.

12 Lectio: ¿Qué dice el texto?
Este salmo 115 forma –como ya hemos indicado- una unidad temática y lingüística con el salmo 114. De hecho, la liturgia también lo considera al tomar el estribillo de este domingo del salmo 114. En este salmo el orante canta agradecido a Dios tras una grave crisis que por el amor y la fe en el Señor ha superado. Es como una relectura de su propia vida en clave de historia de salvación. Centrándonos en el salmo 115 que destaca el aspecto sacrificial (mientras que en el 114 sobresale el orante), podemos descubrir una cierta estructura en el vaivén de los sentimientos del salmista: Relectura de la prueba pasada y superada que se recuerda como lección de vida y fuente de luz para nuevas situaciones (vv ). Acciones de gracias al Señor (vv ).

13 Meditatio Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto
Meditatio Lo propio de este paso es meditar qué me dice a mi el texto. Esto es algo muy personal por ello aquí para ayudar a esta meditación relacionamos el salmo con las lecturas del domingo. Tenía fe aún cuando dije: “¡Qué desgraciado soy!” Abraham, a pesar de la prueba y de la angustia que sentía, el propio Isaac ante el pánico por el peligro de muerte, esperaron, creyeron, se fiaron contra toda esperanza. ¿Es la confianza en el Señor lo que me sostiene en las pruebas? No temamos: el Señor guarda a los sencillos.

14 “Mucho le cuesta al Señor la muerte de sus fieles.”
Para Dios toda vida es preciosa a sus ojos. ¡Cuánto más la del Hijo Amado! Y, sin embargo, no dudó en entregarlo a la muerte por nosotros, el Cordero de Dios ya prefigurado en el que ofreció Abraham en lugar de su hijo Isaac…

15 “Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.”
Gracias a la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, el Hijo amado que no dudó en seguir el camino que el Padre le trazaba en la transfiguración, nosotros tenemos acceso a la Vida. ¡Escuchemos la voz de Cristo en el salmo e imitemos su obediencia al Padre!

16 Oratio ¿Qué me hace decirle a Dios este salmo, la liturgia de este domingo?
Oh, Dios, que no dudaste en entregar a tu hijo Amado a la muerte por nosotros, haz que escuchemos siempre su voz y caminemos confiados en tu presencia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

17 Contemplatio Miro y me dejo mirar… En esto los Padres de la Iglesia son maestros…
“ La muerte de sus santos es preciosa a los ojos del Señor. La muerte de los santos es preciosa por su precio. Nada tiene de extraño que sea preciosa la muerte de quienes fueron comprados a tal precio. El mundo no puede ponerse en la misma balanza con la sangre de aquel por quien fue hecho el mundo. El precio, en efecto, pagado por todos nosotros es la sangre de aquel que la derramó para el perdón de los pecados. ¿Qué valían los pecadores o en cuánto se los tasaba? ¿Era en verdad aquella sangre el precio justo de los pecados? He aquí que Cristo murió por los impíos. Escucha al Apóstol: Dios, dijo,muestra su amor para con nosotros en el hecho de que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Cuando aún éramos pecadores, ¿valíamos tanto? Al contrario, nulo sería nuestro valor en caso de permanecer en el pecado. Aquel nuestro comprador purificó con el precio pagado lo que había comprado. ¿Cómo hubiera sido comprado a tal precio el pecador de no haber sido purificado con el mismo precio?. ” (San Agustín , Sermón 335/I,1)

18 Actio ¿Qué me hace vivir el Señor a partir de esta Palabra?
Es el momento de la “obediencia de la Fe”… -Este es mi hijo Amado, ¡escuchadle! -Señor, aquí me tienes.


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