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TEMPLO SANTO DE DIOS: Para PROTEGERLO y RESPETARLO Escrito Por: Lourdes E. Morales-Gudmundsson Agosto 2010.

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1 TEMPLO SANTO DE DIOS: Para PROTEGERLO y RESPETARLO Escrito Por: Lourdes E. Morales-Gudmundsson Agosto 2010

2 “Así, si coméis, o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”
(I Cor. 10:31). Introducción En este sábado especial que dedicamos a las mujeres en todo el mundo, los invito a considerar esta pregunta: ¿Qué actitud en cuanto al cuerpo humano encontramos en la Biblia? No en la forma en que lo vemos nosotros, con todas nuestras preconcepciones –las imágenes de modelos superesbeltas, de hombres supermusculosos, voluptuosas “conejitas” de Playboy, o de regordetas matronas que cambian rápidamente de Weightwatchers a una dieta de “nada sino naranjillas chinas”- sino como Dios ve esos cuerpos – templos que nos ha dado. ¿Has entrado alguna vez a una de las grandes catedrales del mundo? En su tenuemente iluminado interior, seguramente no dijiste una sola palabra; te abrumó la majestad de sus enormes columnas, sus elevados techos abovedados, la belleza impresionante del altar, su solemne silencio. Avanzaste despacio, quedamente, no deseando perturbar ese lugar santo. ¿Has pensado alguna vez que esta es la misma reverencia que Dios te pide que tengas para tu cuerpo, el templo del Espíritu Santo? ¿Has pensado en que este mismo cuidado al “pisarlo suavemente” debe observarse al tratar el cuerpo de otras personas, siendo que éste también es santo –el templo del Espíritu de Dios? ¡Sí! Nuestras decisiones acerca de lo que comemos, lo que bebemos y de cómo tratamos nuestro cuerpo debemos considerarlas como sagradas. Sagradas porque nuestro cuerpo, el tuyo y el mío, es sagrado. Cuando el apóstol Pablo le habla a los cristianos corintios acerca de cómo deben tratar su cuerpo propio y de los demás, concluye diciendo: “Así, si coméis, o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios” (1 Cor. 10:31).

3 EL PRINCIPIO: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él. Porque el templo de Dios es santo. Y ese templo sois vosotros” (1 Cor. 3:16, 17). El principio: Somos “el templo” Aunque en 1 Cor. 3:16, el apóstol Pablo se estaba refiriendo a la inmoralidad sexual, el principio detrás de esta declaración se aplica a cualquier violación o mutilación del cuerpo humano. Dice: “¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él. Porque el templo de Dios es santo. Y ese templo sois vosotros” (1 Cor. 3:16, 17).

4 La voz griega traducida aquí como “templo” proviene de una raíz que significa “morar”, y está relacionada con la palabra griega que significa “un lugar sagrado”. La voz griega traducida aquí como “templo” proviene de una raíz que significa “morar”, y está relacionada con la palabra griega que significa “un lugar sagrado”. En 1 Cor. 6, después de exhortar a los corintios a la pureza sexual y en contra de toda forma de fornicación, el apóstol posa una nueva pregunta: “¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, que tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” El apóstol podría haber usado la palabra griega empleada para “templo”, la cual se refiere al edificio del mismo. Pero eligió usar la palabra que se refiere a la más sagrada parte del templo, el lugar santísimo, donde Dios escogió morar.

5 “Por que habéis sido comprado por precio
“Por que habéis sido comprado por precio. Por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo” (I Cor. 6:19-20). Luego hace muy claro a quién pertenece nuestro cuerpo: “Porque habéis sido comprados por precio. Por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo” (1 Cor. 6: 20). Nuestro cuerpo pertenece a Dios, quien lo adquirió a través de la sangre de Jesucristo. Esto claramente le otorga un elevado valor al cuerpo humano y nos invita a tenerlo en muy alta estima.

6 LA REALIDAD El cuerpo de algunas se cambia por dinero.
Otras, cuyo cuerpo no está aun listo para concebir hijos, son forzadas a dar a luz, muriendo en el proceso. Muchas que logran sobrevivir sufren la muerte en vida con enfermedades que las convierten en parias de la sociedad. II. La realidad Lo que le está pasando al cuerpo de mujeres y niñas en todo el mundo no puede traerle gloria a Dios; por lo tanto, debe ser motivo de preocupación para los cristianos en todas partes. En su libro Half the sky – título tomado del proverbio chino “La mujer sostiene la mitad del cielo”, Nicolás Kristof y Sherly WuDunn describen la realidad en la vida de mujeres y adolescentes en todo el mundo. El cuerpo de algunas de ellas se cambia por dinero. Otras, cuyo cuerpo no está aun listo para concebir hijos, son forzadas a dar a luz, muriendo a veces en el proceso. Muchas que logran sobrevivir sufren la muerte en vida con enfermedades que las convierten en parias de la sociedad. Otras mujeres y niñas son sacrificadas en un altar diabólico llamado “honor familiar”. El honor familiar puede ser bueno en determinadas ocasiones, pero el enemigo de las almas lo ha vuelto un medio de destruir cuerpo y vida en nombre de la reputación.

7 Jesús vino a liberar a las mujeres y niñas de la esclavitud de las costumbres sociales y a darles un lugar de honor en el reino de los cielos. Jesús vino a liberar a las mujeres y niñas de la esclavitud de las costumbres sociales y a darles un lugar de honor en el reino de los cielos.

8 Resucitó a la hija del centurión, que no era siquiera miembro del grupo social de Jesús.
Sanó a la suegra de Pedro, honrando para siempre con ello a las madres, ya sea naturales o políticas. Se tomó el tiempo para hablar a una prostituta de una tribu enemiga, una odiada samaritana y revelársele como el Mesías. Resucitó a la hija del centurión, que no era siquiera miembro del grupo social de Jesús. Sanó a la suegra de Pedro, honrando para siempre con ello a las madres, ya sea naturales o políticas y se tomó el tiempo para hablar a una prostituta de una tribu enemiga, una odiada samaritana y revelársele como el Mesías.

9 Jesús hizo hasta lo insólito para darles poder a los indefensos y honor a los que habían sido avergonzados por cuestiones sociales, políticas, económicas o religiosas. Jesús hizo hasta lo insólito para darles poder a los indefensos y honor a los que habían sido avergonzados por cuestiones sociales, políticas, económicas o religiosas. Al cristiano debe importarle el hecho de que el enemigo se afana en destruir vidas aquí y en todo el planeta a través de la violencia en contra de las mujeres y niñas. Jesús vino a cambiar todo eso; y nosotros, como sus seguidores, debemos encontrar formas específicas de seguir su ejemplo. Debemos examinar nuestras actitudes, así como los problemas en nuestra comunidad.

10 Debemos preguntarnos a nosotros mismos: “¿Qué estoy haciendo para ayudar a proteger a las adolescentes de mi iglesia?” “¿Qué estoy permitiendo, a través de mi falta de interés, que ocurra en mi ciudad?” “¿Estoy actuando como Jesús?” Debemos preguntarnos a nosotros mismos: “¿Qué estoy haciendo para ayudar a proteger a las adolescentes de mi iglesia?” “¿Qué estoy permitiendo, a través de mi falta de interés, que ocurra en mi ciudad?” “¿Estoy actuando como Jesús?”

11 Es importante considerar la fuente de nuestras actitudes
Es importante considerar la fuente de nuestras actitudes. Las costumbres y actitudes negativas en relación con la mujer han sido codificadas dentro de la ley de muchas culturas. Es importante considerar la fuente de nuestras actitudes. Las costumbres y actitudes negativas en relación con la mujer han sido codificadas dentro de la ley de muchas culturas. La experiencia de una mujer ilustra la forma como discrimina la ley. La ley tribal de su área era de más peso en su pueblo que la ley misma del país. Esta mujer era víctima de violación de una banda, por un crimen del cual su hermano había sido acusado falsamente. De acuerdo con la ley tribal, se espera que una mujer que ha sido violada, se suicide, siendo que no solamente ha sido avergonzada, sino que ha traído deshonor a toda su familia. Esta mujer sabía que nada de lo que había pasado tenía que ver con ella, con su hermano o con su familia –todos habían sido víctimas de los furiosos celos de una tribu enemiga. Aun cuando en su tribu ninguna mujer había demandado justicia por un crimen tal contra su cuerpo y su familia, determinó poner fin a tales injusticias. Le tomó varios años y mucho esfuerzo abrirse paso a través de trámites burocráticos, con la pena además, de intentar algo que ninguna mujer en su comunidad había hecho antes –algo que su cultura creía que no debía hacer ninguna mujer. Pero ella se valoraba a sí misma como mujer temerosa de Dios y creía que Dios estaba del lado correcto. Eventualmente ganó el caso en contra de la tribu enemiga, tuvo éxito en lograr que sus atacantes fueran sentenciados a cadena perpetua y convenció al gobierno de subsidiar una escuela para niñas en su región.

12 RESPUESTA Con frecuencia los cristianos adoptan las actitudes sociales y políticas de su sociedad, en vez de cimentarse sobre un sólido fundamento bíblico que reconoce cuánto valora Dios a cada persona. III, Respuesta Con frecuencia los cristianos adoptan las actitudes sociales y políticas de su sociedad, en vez de cimentarse sobre un sólido fundamento bíblico que reconoce cuánto valora Dios a cada persona. ¿Son las tradiciones y costumbres más sagradas que el llamado de nuestro Señor a amar y cuidar unos de otros, aun al punto de amar a nuestros enemigos? ¿Cómo podemos lastimar a otra persona de cualquier manera y al mismo tiempo llamarnos cristianos? Si Jesús dirigió enfáticamente los beneficios del reino de los cielos hacia aquellos más vulnerables de la sociedad, nosotros, los cristianos, no podemos hacer menos.

13 Las Naciones Unidas hablan -como organismo- en contra de injusticias o prácticas que ponen en peligro grupos de todo el mundo. Esta organización ha declarado el 6 de febrero como Día Internacional en contra de la Mutilación Genital Femenina. Se estima que “entre 120 a 140 millones de mujeres han sido sujetas a esta práctica y 3 millones de niñas siguen enfrentando anualmente ese riesgo”. Las Naciones Unidas hablan -como organismo- en contra de injusticias o prácticas que ponen en peligro grupos de todo el mundo. Esta organización ha declarado el 6 de febrero como Día Internacional en contra de la Mutilación Genital Femenina. Se estima que “entre 120 a 140 millones de mujeres han sido sujetas a esta práctica y 3 millones de niñas siguen enfrentando anualmente ese riesgo”. Gracias a un despertar de conciencia a través de educación y dedicación de los gobiernos, esta práctica se ha ido abandonando lentamente en algunos países tales como Kenya, Eritrea, Etiopía, Malí y Nigeria.   1(Declaración sobre el Día Internacional en contra de la Mutilación Genital Femenina, febrero de 2007, Mensaje de Thoraya Ahmed Obaid, Director Ejecutivo, UNFPA,

14 La iglesia cristiana tiene la responsabilidad de hacer un llamado a los gobiernos, comunidades e individuos a poner en alto la norma bíblica con respecto al alto valor que Dios le da al cuerpo humano, templo del Espíritu Santo, comprado con la sangre de Jesucristo. Aun así, se sigue practicando, y con millones de niñas en riesgo. La iglesia cristiana tiene la responsabilidad de hacer un llamado a los gobiernos, comunidades e individuos a poner en alto la norma bíblica con respecto al alto valor que Dios le da al cuerpo humano, templo del Espíritu Santo, comprado con la sangre de Jesucristo.

15 LA EVIDENCIA ¿Qué evidencia tenemos de que Dios desea elevar y restaurar a la mujer a su correcta posición? IV. La evidencia ¿Qué evidencia tenemos de que Dios desea elevar y restaurar a la mujer a su correcta posición? Dios eligió el “lugar sagrado” del seno de una mujer para crear y formar el cuerpo humano del Salvador de toda la humanidad. Vino hacia una joven adolescente llamada María y le anunció que su cuerpo iba a ser el sitio de gestación del mismo Hijo de Dios.

16 En este acto de admirable y misterioso, Dios elevó para siempre el cuerpo de la mujer; de la vergüenza, al honor y de la humillación al respeto. En este acto de admirable y misterioso, Dios elevó para siempre el cuerpo de la mujer; de la vergüenza, al honor y de la humillación al respeto.

17 El canto de María alaba a Dios precisamente porque al elegirla para llevar en su seno al Hijo de Dios, cambió para siempre el orden de la sociedad en el que se despreciaba a la mujer y se honraba al orgulloso: El canto de María alaba a Dios precisamente porque al elegirla para llevar en su seno al Hijo de Dios, cambió para siempre el orden de la sociedad en el que se despreciaba a la mujer y se honraba al orgulloso:

18 “ Mi alma proclama la grandeza del Señor…Porque ha mirado la bajeza de su sierva. Dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Quitó del trono a los poderosos, y levantó a los humildes” (Lucas 1:47, 48, 51,52). “Mi alma proclama la grandeza del Señor…Porque ha mirado la bajeza de su sierva. Dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Quitó del trono a los poderosos, y levantó a los humildes” (Lucas 1:47, 48, 51,52).

19 La Biblia provee otra historia de restauración, la de una mujer que sufría de una enfermedad que la convertía en paria de la sociedad. Era una mujer que había gastado hasta el último centavo en médicos que no podían sanar su misterioso sangrado La Biblia provee otra historia de restauración, la de una mujer que sufría de una enfermedad que la convertía en paria de la sociedad. Era una mujer que había gastado hasta el último centavo en médicos que no podían sanar su misterioso sangrado. De acuerdo con la ley levítica (Lev. 15: 25-30), cualquier mujer que sangrara por más de una semana, se le consideraba ritualmente inmunda. ¡Imagine! ¡Esta mujer había estado sangrando por 12 años. Y la comunidad, en vez de extenderle una mano de compasión a esta sufriente hija de Dios, la condenaba a una vida de aislamiento. En esto se parecía tanto a las adolescentes en muchos países actuales, cuyo cuerpo ha sido violado, ya sea legal o ilegalmente, y que se las abandona a sufrir las consecuencias de la enfermedad, aisladas, solas, como parias de la sociedad. Pero notemos lo que sucede con esta mujer. Al enterarse de que Jesús está en el pueblo, piensa para sí misma: “Sé que no debo salir a la calle o permitir que alguien me toque, pero tal vez, si me uno a la multitud, nadie se dará cuenta. Simplemente tocaré el borde su manto y eso me sanará”. Su razonamiento surge de su fe y su desesperación. No puede esperar ayuda humana, debe ir directamente a Dios. Cree realmente que Jesús es el Hijo de Dios y que es su única esperanza. Caminando encorvada, avanza sigilosamente entre la multitud que se amontona en torno a Jesús. ¡Allí está! Ahora lo puede ver. Tal vez recuerda que no se supone que los hombres dirijan siquiera la palabra a una mujer en público, mucho menos que la toquen. Pero en su fe y necesidad olvida estas viejas restricciones –tocará el manto de Jesús y ¡sanará! Se acerca más y más a hurtadillas hasta que logra extender la mano y tocar su manto. De pronto Jesús se vuelve hacia ella y dice: “¿Quién me ha tocado?”

20 Luego viene la mejor parte
Luego viene la mejor parte. Jesús se dirige directamente a la mujer, ¡y en público! Ahora todos se enteran de que lo que ha pasado y ella se acerca temblando a Jesús, temerosa de que él también la rechace. Luego viene la mejor parte. Jesús se dirige directamente a la mujer, ¡y en público! Ahora todos se enteran de que lo que ha pasado y ella se acerca temblando a Jesús, temerosa de que él también la rechace. Apresuradamente le cuenta a Jesús su sufrimiento. Tal vez tenga miedo de que él la ridiculice frente a toda esa gente; pero cuando Jesús abre su boca, brotan de ella palabras dulces.

21 “Hija, tu fe te ha sanado, ve en paz”
“Hija, tu fe te ha sanado, ve en paz”. Ni humillaciones ni reproches, tampoco gestos de disgusto, solamente una afirmación de su fe y de su persona como “hija” del Dios Todopoderoso. Ella es una persona valiosa. “Hija, tu fe te ha sanado, ve en paz”. Ni humillaciones ni reproches, tampoco gestos de disgusto, solamente una afirmación de su fe y de su persona como “hija” del Dios Todopoderoso. Ella es una persona valiosa.

22 Y seguimos aprendiendo de la historia de María, la hermana de Lázaro, quien poco antes de la crucifixión lavó los pies de Jesús con el más fino y costoso perfume y luego los secó con sus cabellos (Juan 12: 3) Y seguimos aprendiendo de la historia de María, la hermana de Lázaro, quien poco antes de la crucifixión lavó los pies de Jesús con el más fino y costoso perfume y luego los secó con sus cabellos (Juan 12: 3) En aquellos días eso se consideraba todo un escándalo, ¡y en pleno día! Pero aquí, en presencia de hombres poderosos, Jesús honra a una mujer cuyo cuerpo ha sido el juguete de muchos de esos mismos hombres que se habían indignado por su exhibición pública de santo afecto. Se escandalizaron precisamente porque no podían hacer la diferencia entre el afecto santo y el profano. Desde un punto de vista humano, podemos decir que María debió haber sido reprendida por Jesús; sin embargo, él eligió reprender no a la mujer, sino a su discípulo Judas quien se quejó porque el dinero gastado no se les había dado mejor a los pobres.

23 “sintieron el reproche agudamente cuando quitaron de la cruz el cuerpo magullado de su Señor” (DTG 518).  Elena G. White dedica todo un capítulo de El Deseado de todas las gentes a este acto público llevado a cabo a favor de Jesús por una mujer. La Sra. White señala que este acto sencillo y a la vez valeroso, tenía el propósito de sacudir la conciencia de los discípulos después de la crucifixión. Dice: “sintieron el reproche agudamente cuando quitaron de la cruz el cuerpo magullado de su Señor” (DTG 518). Se reprochaban a sí mismos por no haber entendido lo que María entendió tan claramente: que ciertamente Jesús era el Hijo de Dios en carne humana y que era solamente a través de él, que ella o cualquier otra persona podía tener esperanza de salvación.

24 Jesús no solamente eleva a la mujer a nuevas alturas, sino también honra y respeta su capacidad de usar sus poderes mentales para aprender. Un incidente anterior con María revela aun otra dimensión del valor que tiene la mujer a la vista de Dios. Jesús no solamente eleva a la mujer a nuevas alturas, sino también honra y respeta su capacidad de usar sus poderes mentales para aprender. Jesús está en esta ocasión visitando a Lázaro, María y Marta en su hogar en Betania. Mientras se prepara la comida, María se sienta a los pies de Jesús asumiendo el papel de discípulo. Un papel que en esa sociedad se reservaba exclusivamente para los hombres. Cuando Marta se queja ante Jesús de que Marta no debe estar sentada a sus pies como una estudiante, en vez de ayudarla en la cocina, Jesús la reprende, diciéndole que María ha elegido la mejor parte “la cual no le será quitada” (Lucas 10:42). ¿Qué quiso decir Jesús con esa observación? En Lucas se nos dice que Marta estaba “sobrecargada” o “distraída” (Lucas 10: 39, 40) con la preparación en la cocina para servir a su invitado. Y de esto se infiere que cuando se trata de deberes en el hogar y del deber hacia Dios, en ese cambio de orden de cosas que Jesús está restaurando, el deber de la mujer hacia su Creador viene siempre primero.

25 Una vez más, Jesús está rompiendo ese dominio de “papel de la mujer” asignado por la sociedad, para elevarla al lugar que Dios le ha asignado. Una vez más, Jesús está rompiendo ese dominio de “papel de la mujer” asignado por la sociedad, para elevarla al lugar que Dios le ha asignado. La mujer tiene un cuerpo y una mente que, como las del hombre, deben dedicarse primeramente al servicio de Dios y luego a las cosas de este mundo.

26 Esto es lo que Jesús manifiesta en todos esos encuentros
Esto es lo que Jesús manifiesta en todos esos encuentros. Al comprender lo anterior, uno puede entonces entender la declaración del apóstol de que en Cristo, no hay hombre o mujer (Gál. 3:28), siendo que su bautismo en Cristo los hace iguales. Esto es lo que Jesús manifiesta en todos esos encuentros. Al comprender lo anterior, uno puede entonces entender la declaración del apóstol de que en Cristo, no hay hombre o mujer (Gál. 3:28), siendo que su bautismo en Cristo los hace iguales.

27 La lección que nos dejan los encuentros de Jesús con mujeres cuyo cuerpo y cerebro eran desdeñados y abusados, es que aquellos que reciben a Jesucristo deben honrar y respetar a las mujeres. V. Conclusión La lección que nos dejan los encuentros de Jesús con mujeres cuyo cuerpo y cerebro eran desdeñados y abusados, es que aquellos que reciben a Jesucristo deben honrar y respetar a las mujeres. De hecho, la señal de que la persona ha recibido a Cristo en su vida, es la manera como trata a la mujer y a todo aquel que no tenga comúnmente poder en la sociedad mundial. Cuando el apóstol Pablo le pide a los esposos y esposas que se sujeten unos a otros “en reverencia a Cristo” (Efe. 5:21), está elevando la norma para las relaciones cristianas entre el hombre y la mujer, tanto dentro como fuera del matrimonio. El respeto, la bondad, la consideración, el amor, están entre los muchos rasgos que deben ser cultivados por cada creyente, no solamente cuando los demás están viendo, sino en la privacidad del hogar, donde solamente son testigos los ángeles y el Espíritu Santo. El salmista nos reafirma que Dios recuerda que somos polvo (SLa lección que nos dejan los encuentros de Jesús con mujeres cuyo cuerpo y cerebro eran desdeñados y abusados, es que aquellos que reciben a Jesucristo deben honrar y respetar a las mujeresal. 103:14) y que caemos fácilmente presa de temor, egoísmo, dureza de corazón y orgullo que llevan al abuso en cualquiera de sus formas.

28 Pero nuestro Señor está a la puerta y llama: “Yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a su casa, y cenaré con él, y él conmigo” (Ap. 3:20). Pero nuestro Señor está a la puerta y llama: “Yo estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a su casa, y cenaré con él, y él conmigo” (Ap. 3:20).

29 Esta es una promesa de perdón
Esta es una promesa de perdón. Es la sangre de Cristo la que nos limpia de todo pecado al cubrirnos con su manto de perdón. Una vez perdonados, nos invita a dedicar a su servicio cada parte de nuestro cuerpo y mente, como un acto cotidiano de gratitud por el sacrificio hecho por nosotros. Esta es una promesa de perdón. Es la sangre de Cristo la que nos limpia de todo pecado al cubrirnos con su manto de perdón. Una vez perdonados, nos invita a dedicar a su servicio cada parte de nuestro cuerpo y mente, como un acto cotidiano de gratitud por el sacrificio hecho por nosotros.

30 Que la renovación de nuestra mente cree formas nuevas y saludables de relacionarnos unos con otros en Cristo, honrando cuerpo, alma y espíritu como regalo de unos a otros porque reconocemos el valor que Dios le da a cada persona. VI: Llamado Que la renovación de nuestra mente cree formas nuevas y saludables de relacionarnos unos con otros en Cristo, honrando cuerpo, alma y espíritu como regalo de unos a otros porque reconocemos el valor que Dios le da a cada persona. (Llamado opcional) Una noche oscura y tormentosa, una dama cruzaba en barco el lago Míchigan. La lluvia, los truenos y los relámpagos la pusieron muy nerviosa. Al observar los filosos acantilados que se alzaban sobre la superficie del lago, le preguntó temerosa al capitán. “¿Sabe usted en dónde están todos las filosas rocas en el lago?” “No”, contestó el capitán, “no lo sé, pero sé dónde es lugar seguro”. Al “navegar” por la vida, seguramente verás muchas rocas filosas por allí. Algunas de ellas sabrás como evadirlas y otras se presentarán sorpresivamente. Lo importante es saber “dónde está el terreno seguro”. Jesús sabe bien el camino seguro de la vida y el de honrarlo con cuerpo, mente y alma.

31 Les invito a encontrar la forma de responder al Señor esta mañana y a dirigirse hacia ese punto donde Dios desea que lo hagan. Les invito a encontrar la forma de responder al Señor esta mañana y a dirigirse hacia ese punto donde Dios desea que lo hagan.

32 ADRA/WM Partnership www.enditnow.org www.adventistwomensministries.org
Oración Dios de gracia y bondad. Venimos a ti llenos de gratitud. Sabemos que eres un Dios capaz. Pero venimos hoy con corazón dolorido. Ya no pretendemos más ignorar los abusos perpetrados contra la mujer. Ayúdanos a decidirnos a ayudar a poner fin a la violencia contra la mujer. Te pedimos que nos des la sabiduría y el valor de poner fin al abuso en nuestra iglesia y en la comunidad. Que recordemos el inmenso valor que tú, nuestro Creador y Redentor le da a cada uno de nosotros, y que reflejemos tu amor hacia los demás. Danos conocimiento, sabiduría, fortaleza y comprensión. Estas son las bondades que te pedimos en el nombre de Jesús. Amén.


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