FORMACIÓN DOCTORAL, INNOVACIÓN CURRICULAR Y NUEVOS HORIZONTES LABORALES Alicia N. Salomone Directora de Postgrado y Postítulo Vicerrectoría de Asuntos.

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1 FORMACIÓN DOCTORAL, INNOVACIÓN CURRICULAR Y NUEVOS HORIZONTES LABORALES Alicia N. Salomone Directora de Postgrado y Postítulo Vicerrectoría de Asuntos Académicos Universidad de Chile

2 Discursividades catastrofistas: inminente saturación de doctores en Chile La Tercera, 10-12-2014: “Estudio advierte que número de doctorandos se duplicará al 2018. Mayoría de nuevos expertos terminará trabajando en las universidades, lo que provocará una ‘inflación académica’”. Los investigadores chilenos tienen “gusto por la ciencia” y el 60% irá a las universidades. Los científicos no tienen afinidad con la industria. Hay muchas trabas burocráticas para la posibilidad de emprender y patentar. “Además de la saturación de doctorados en la academia, otro problema es el área de especialización que ofrecen las universidades”: hay más desarrollo en ciencia básica, ciencias sociales, humanidades y artes, que en ingenierías, área considerada clave para la innovación relevante en el país y el mundo.

3 ¿Sobran o faltan doctores en Chile? Algunos datos comparativos Doctores por millón de habitantes: Chile: 34 Brasil: 63 Colombia: 5 Personas empleadas en investigación x 1000 personas ocupadas en cada país: Chile 2,5 a 2,7 Argentina: 4,1 España: 11,8 Finlandia: 21,5

4 Datos y reflexiones a partir del Estudio Evaluativo sobre doctorados nacionales, Divesup-Mineduc 2014

5 Expectativas de desarrollo profesional futuro de los estudiantes

6 Interés principal en el trabajo investigativo (44%) y luego en la docencia universitaria (24%). Entre ambos suman: 66%. La docencia se recoge también con un alto interés como objetivo secundario (22%), junto con gestión y actividad profesional (20%). El interés en el desarrollo tecnológico solo alcanza un 13% como interés principal, seguido de un cercano 16% como interés secundario. El emprendimiento también es significativamente limitado como interés profesional: 10% como objetivo principal y 16% como objetivo secundario. Estas expectativas varían muy poco en las respuestas obtenidas entre quienes estaban concluyendo o habían terminado los programas.

7 La formación doctoral y las expectativas de desarrollo profesional Los estudiantes que contestan afirmativamente cuando se les consulta si recibieron orientación para su carrera futura en el doctorado son el 55% (1.151/2.094). Para el 84% de ellos, resultó beneficiosa esta orientación. Sobre la adquisición de habilidades relacionadas con el futuro laboral en el programa, más allá de las propiamente disciplinarias: 1) La capacitación formal en temas como docencia de pregrado y postgrado, preparar entrevistas laborales y administrar proyectos no resulta consistente con la importancia de estas tareas. 2) Los estudiantes tienden a adquirir dichas habilidades de manera informal (autoformación, apoyo de compañeros, etc.)

8 Formación doctoral y desarrollo de habilidades para la vida laboral

9 Grado de [in]satisfacción con el programa Grado de satisfacción general declarado, muy alto: 90%. El item con menor evaluación es el curriculum del programa: 54% muy satisfecho, 38% moderadamente satisfecho y 8% insatisfecho. Comentarios frecuentes: Buenos docentes, con mucha experiencia. Pero… Poca calidad pedagógica. Exceso de contenidos (peso de la carga lectiva de los programas). Poca preparación para la formulación de proyectos y producción de papers. Interacción con el equipo de profesores menor a la esperada, incluyendo a directores de tesis. Falta de mayor interacción y diálogo entre estudiantes y docentes. Baja exigencia.

10 Innovación curricular en los programas doctorales Los programas doctorales en Chile son de alta calidad en términos de la formación disciplinaria. Alto nivel de acreditación en CNA: 70% en promedio nacional, U. Chile y PUC aproximadamente el 90%. Baja preparación para la inserción laboral, lo que reduce las expectativas de desarrollo profesional de los estudiantes y refuerza las opciones tradicionales. La innovación curricular a nivel de los programas doctorales debería fortalecer la adquisición formal de habilidades que hoy no están consideradas dentro de los planes de formación y que resultan esenciales. La experiencia comparada, particularmente en los programas europeos, ha puesto énfasis en esta formación complementaria (Ej.: Doctoral training programmes, UK).

11 Algunos vías posibles para la innovación curricular de los doctorados Apoyo al desarrollo de experiencias formativas y habilidades laborales complementarias a la adquisición de capacidades de investigación. Formación y experiencia para la docencia universitaria. Preparación para la carrera académica y para la vida profesional extra-académica (preparación de entrevistas y curricula). Formación para la gestión académica y administrativa. Mayor formación y estímulo para el desempeño en el ámbito de la innovación y la tecnología. Mayor foco en la preparación para la inserción en el sector público y en la contribución a las políticas públicas.

12 Algunos vías posibles para la innovación curricular de los doctorados Desarrollo de programas formativos en idiomas extranjeros, particularmente inglés, apuntando al logro de un nivel avanzado de comunicación oral y escrita. Preparación para el trabajo cooperativo de carácter inter/transdiciplinario para abordar problemas complejos en distintas áreas. Fortalecimiento de la formación ético-profesional. Implementación de actividades formativas que fortalezcan la vinculación con el medio social y/o una ciudadanía activa.

13 ¿Son necesarios más doctores/as en Chile? Definitivamente, sí; y definitivamente, no, al discurso catastrofista y desmoralizador. Los doctores son profesionales con la más alta calificación que actúan como focos dinamizadores en los ámbitos donde logren insertarse por su experticia en el manejo y resolución de problemas complejos. Las universidades no pueden ser el único destino laboral posible, aunque las IES deben hacer mayores esfuerzos para la renovación de sus planteles de manera de garantizar el mejoramiento continuo de la calidad de la investigación y la formación doctoral. Una sociedad con más doctores es una sociedad más preparada y con más posibilidades de avance hacia un modelo de desarrollo con equidad en el marco de la sociedad del conocimiento.