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La Primera Carta de Pedro.

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Presentación del tema: "La Primera Carta de Pedro."— Transcripción de la presentación:

1 La Primera Carta de Pedro

2 La 1 Carta Pedro se encuentra
en la encrucijada de tradiciones múltiples (catequéticas, litúrgicas)

3 Pero su autor es un escritor independiente, capaz de reelaborarlas e integrarlas en su propia concepción

4 Tras el saludo inicial…
(1 Pedro 1,1-2)

5

6 En el cuerpo de la carta se pueden distinguir las siguientes unidades temáticas…

7 1 Pedro 1,3-12 Oración de alabanza y acción de gracias a Dios por el don de salvación anunciado por los profetas y realizado en Cristo

8 1 Pedro 1,13-2,10 Exhortación a responder al don de salvación recibido en forma conveniente

9 Esta esperanza de una salvación cierta
otorgada en la resurrección de Jesús tiene consecuencias para la vida humana, implica una respuesta

10 Pero la respuesta no está presentada
simplemente como “exigencia a cumplir” sino también como reconocimiento del don de salvación…

11 …y que convoca: A ser santos como Dios es santo… …por haber sido rescatados de una vida vacía por la sangre de Cristo, el cordero sin mancha (1,13-21)

12 A la fraternidad y al amor mutuo…
…por haber renacido por la fuerza de la Palabra de Dios (1,22-25)

13 A beber, como recién nacidos,
de la leche espiritual para crecer sanos (2,1) y a edificar, como piedras vivas, un templo santo…

14 ….en el que ellos mismo son pueblo y sacerdotes… …por haber sido llamados para esto por Dios (2,2-10)

15 1 Pedro 2,11-4,19 La situación de los creyentes en un mundo hostil

16 Esta sección comienza y termina
dirigiéndose a todos los destinatarios del escrito En medio hay recomendaciones específicas a grupos determinados

17 Estas recomendaciones específicas
quedan así como envueltas en un discurso que pretende alcanzar a todos los creyentes

18 Indicamos las líneas temáticas
más relevantes…

19 El cristiano en el mundo y el
sometimiento a las autoridades (2,11-17) Los esclavos (2,18-25) Las mujeres (3,1-6) Los varones (3,7) Los sufrimientos y las injusticias en el mundo; los sufrimientos de Cristo (3,8-4,19)

20 Exhortación final del “presbítero” …a los presbíteros …a los jóvenes
1 Pedro 5,1-11 Exhortación final del “presbítero” …a los presbíteros …a los jóvenes …a toda la comunidad A lo largo del texto, el autor utiliza casi siempre la segunda del plural en las exhortaciones (1, ; 2,2.13, etc). Esta “distancia verbal” respecto a los destinatarios expresa una gran conciencia de autoridad. Aquí se considera un “presbítero” de igual rango que los demás. Esto presupone una estructura “presbiteral”, es decir, una forma de conducción de la comunidad en la que no hay una figura que por el cargo mismo esté al frente. Entre el grupo de dirigentes se destaca uno que actúa como representante o como instancia que decide en casos controvertidos (H. Lona, “Elementos retóricos”, en: Id., Las Cartas Apostólicas, 46).

21 Esquema de presentación
Finalidad principal del escrito Cristología de la pasión Exhortación al compromiso cristiano en medio del sufrimiento “injusto” “Honren al emperador” Remitente y (presuntos) destinatarios ¿Es pseudoepigráfica? ¿Un texto paulino? Fecha y lugar de composición

22 Finalidad principal del escrito ...el sufrimiento tiene sentido
y la esperanza es posible... Este es el tema central de la carta: la situación de los cristianos en medio de una sociedad hostil, en donde deben dar prueba de la solidez de su fe

23 1 Pedro quiere mostrar como es posible
la profesión de fe cristiana en las difíciles condiciones de discriminación y persecución por la fe que le tocan vivir en el mundo en el que habita

24 El autor quiere apoyar a una comunidad
que está pasando serias dificultades por causa de su opción por Cristo, ofreciéndoles razones para “aguantar” y soportar el sufrimiento por el que está pasando

25 Según Norbert Brox, el autor señala
expresamente su finalidad en 5,12b: “Por medio de Silvano, a quien tengo por hermano fiel, os he escrito brevemente, exhortándoos y atestiguándoos que esta es la verdadera gracia de Dios; perseverad en ella“ “La idea rectora es, pues, la afirmación de 5,12b en su interpretación a través de toda la carta [...]. Es el hilo rojo desde 1,3 hasta 5,12b, pero no en una argumentación progresiva, conceptual y lógica, sino en una línea afirmativa, edificante, rica en imágenes, presentada a los lectores en ricos contextos explicativos. No se detecta en la carta una estructuración ni un esquema formal explícito” (N. Brox, La Primera Carta de Pedro, 31).

26 Las dificultades experimentadas
por los cristianos son lo esperado, lo normal y no algo que deba escandalizar o avergonzar

27 Cristología de la Pasión

28 El sufrimiento en el que el autor encuentra sumida a la comunidad
le ofrece una oportunidad de hacer referencia al “sufrimiento” de Cristo Jesucristo es el mediador de la salvación de Dios. El instrumento de su salvación es su muerte en la cruz (aunque el texto no menciona explícitamente la cruz). La cruz y el sufrimiento son el lado oscuro del misterio de la salvación (el reverso luminoso lo constituye la Resurrección, que fundamenta la esperanza –1 Pedro 1,3; cf. 3,21-22–).

29 1 Pedro 2,21-24 (En el contexto de la exhortación a los esclavos)

30 1 Pedro 2,18-25 2,18 Criados, sed sumisos, con todo respeto, a vuestros dueños, no sólo a los buenos e indulgentes, sino también a los severos. 19 Porque bella cosa es tolerar penas, por consideración a Dios, cuando se sufre injustamente. 20 ¿Pues qué gloria hay en soportar los golpes cuando habéis faltado? Pero si obrando el bien soportáis el sufrimiento, esto es cosa bella ante Dios.

31 2,21 Pues para esto habéis sido llamados,
ya que también Cristo sufrió por vosotros, dejándoos (tras de sí) un ejemplo para que sigáis sus huellas. 2,22 El que no cometió pecado, y en cuya boca no se halló engaño; 2,23 el que, al ser insultado, no respondía con insultos; al padecer, no amenazaba, sino que se ponía en manos de Aquel que juzga con justicia; 2,24 el mismo que, los pecados nuestros en su cuerpo él llevó sobre el madero, a fin de que, tras morir a nuestros pecados, para la justicia viviéramos; con cuya herida fuisteis curados

32 El canto se centra en la «pasión de Cristo», es decir, en el Jesús terreno No alude expresamente ni a la muerte ni a la resurrección de Jesús

33 Salta a la vista que el texto
lleva el sello del “Cuarto Poema del Siervo” (Isaías 53, ) cuya terminología impregna las frases de relativo y se manifiesta en ellas

34 Es la expresión más clara y más extensa
de la relación del texto de Isaías con la pasión de Jesús en todo el Nuevo Testamento

35 La interpretación –en línea con Isaías 53– se desarrolla en dos direcciones:

36 ... Cristo sufrió por vosotros... Ese sufrimiento de Jesús
significa, en primer lugar, nuestra salvación

37 Lo mismo que el “Siervo de Dios Sufriente” cargó con los pecados de muchos y se ofreció por los malhechores, también Jesús cargó con nuestros pecados en la cruz

38 Jesús no se rebeló contra su destino,
no se volvió contra los que lo injuriaban, no profirió amenazas contra los que lo maltrataban

39 se manifestó sin pecado, sin rebelión contra la voluntad de Dios
En este sentido, se manifestó sin pecado, sin rebelión contra la voluntad de Dios Esta idea se contempla en la figura del siervo y se puede encontrar también en: 2Co 5,21 “A quien no conoció pecado, le hizo pecado por nosotros, para que viniésemos a ser justicia de Dios en él”. Jn 8,46 “¿Quién de vosotros puede probar que soy pecador? Si digo la verdad, ¿por qué no me creéis?“ 1Jn 3,5 “Y sabéis que él se manifestó para quitar los pecados y en él no hay pecado“. Imagen tomada de

40 del Dios que juzga rectamente
Por no tener pecado pudo poner su destino en las manos del Dios que juzga rectamente

41 Exhortación al compromiso cristiano en medio del sufrimiento “injusto”

42 “Sufrir injustamente”
–por ser cristiano, no por ser ladrón, asesino o entrometido– parece ser el signo de ese tiempo.

43 4,12 Queridos, no os extrañéis del fuego que ha
prendido en medio de vosotros para probaros, 4, sino alegraos en la medida en que participáis en los sufrimientos de Cristo, para que también os alegréis alborozados en la revelación de su gloria. 4, Dichosos de vosotros, si sois injuriados por el nombre de Cristo, pues el Espíritu de gloria, que es el Espíritu de Dios, reposa sobre vosotros.

44 4,15 Que ninguno de vosotros tenga que sufrir ni por
criminal ni por ladrón ni por malhechor ni por entrometido: 4, pero si es por cristiano, que no se averguence, que glorifique a Dios por llevar este nombre

45 una consecuencia “social” casi connatural de la condición de cristiano
El autor considera que el sufrimiento es una consecuencia “social” casi connatural de la condición de cristiano

46 Reflexiona desde el lugar de alguien
que no está en condiciones de revertir la situación o de oponerse con posibilidades de éxito a quienes le causan el sufrimiento

47 Pero no se trata de “ser pasivo”
1 Pedro invita a esforzarse por asumir un rol activo ante el sufrimiento no con la insensibilidad de los estoicos sino con la misma actitud de Cristo

48 Si lo hacen, llegan al fundamento de su ser cristiano

49 4,1 Ya que Cristo padeció en la carne,
armaos también vosotros de este mismo pensamiento: quien padece en la carne, ha roto con el pecado...

50 Cuando se afirma a modo de fundamentación que “el que sufre ha roto con el pecado” se piensa en la capacidad de sufrir con la misma actitud con lo que lo soportó Cristo

51 Así se va configurando la gracia
en la vida de cada día. En esa situación que nos toca vivir, se refleja el ejemplo de Cristo, que fue conducido a la gloria por medio del sufrimiento

52 Por eso, el destino de sufrimiento, en cuanto destino de gracia, es
expresión de gozo, de júbilo y de esperanza 1,6 Por lo cual rebosáis de alegría, aunque sea preciso que todavía por algún tiempo seáis afligidos con diversas pruebas, 1,3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo quien, por su gran misericordia, mediante la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha reengendrado a una esperanza viva,

53 …no una búsqueda enfermiza del dolor
por el dolor mismo Dios no quiere hacer sufrir a sus fieles (como tampoco quiso los sufrimientos de Cristo)

54 Para el que sufre a causa
de una realidad social que no puede cambiar necesita encontrar un sentido

55 “Honren al emperador”

56 Según 1 Pedro 2,13, los cristianos deben someterse a las autoridades
políticas “a causa del Señor”… 2,13 Sed sumisos, a causa del Señor, a toda institución humana: sea al rey, como soberano, 14 sea a los gobernantes…

57 …pues estas son “enviadas por él para el castigo de los que hacen mal y para elogio de los que hacen el bien” (2,14)

58 El trozo concluye con un
“honren al emperador”: Honrad a todos, amad a los hermanos, temed a Dios, honrad al rey to.n basile,a tima/te (1 Pedro 2,17)

59 Si se tiene en cuenta que los cristianos
de Roma han vivido bajo el imperio de Calígula, Claudio, Nerón, emperadores enfermos, ineptos, decadentes, cruelmente psicópatas, ¿cómo considerarlos enviados de Dios?

60 Esta visión del poder político
coincide con la de Pablo en Romanos 13,1-7

61 Romanos 13,1-7 13,1  Sométanse todos a las autoridades constituidas, pues no hay autoridad que no provenga de Dios, y las que existen, por Dios han sido constituidas. 13,2 De modo que, quien se opone a la autoridad, se rebela contra el orden divino, y los rebeldes se atraerán sobre sí mismos la condenación.

62 Romanos 13,1-7 13,3 En efecto, los magistrados no son de temer cuando se obra el bien, sino cuando se obra el mal. ¿Quieres no temer la autoridad? Obra el bien, y obtiendrás de ella elogios, 13,4 pues es para ti un servidor de Dios para el bien. Pero, si obras el mal, teme: pues no en vano lleva espada: pues es un servidor de Dios para hacer justicia y castigar al que obra el mal.

63 Romanos 13,1-7 13,5 Por tanto, es preciso someterse, no sólo por temor al castigo, sino también en conciencia. 13,6 Por eso precisamente pagáis los impuestos, porque son funcionarios de Dios, ocupados asiduamente en ese oficio. 13,7 Dad a cada cual lo que se debe: a quien impuestos, impuestos; a quien tributo, tributo; a quien respeto, respeto; a quien honor, honor.

64 La misma posición está atestiguada
en la Carta de Clemente Romano a los Corintios (IClem 61,1-2)…

65 …lo que conduce a pensar
que el motivo –a diferencia de los textos apocalípticos– estaba firmemente arraigado entre los cristianos de Roma

66 ¿Cómo es posible? Probablemente porque este discurso sobre el poder político no nació de una valoración histórica o ética de la gestión de los dirigentes políticos sino de un principio teológico…

67 Dios es la fuente de todo poder.
Esta concepción aparece atestiguada varias veces en obras del judaísmo helenista: el poder político de los gobernantes de los pueblos es otorgado por Dios

68 Sabiduría 6,1 -3 6,1 Oíd, pues, reyes, y entended. Aprended, jueces de los confines de la tierra. 6,2 Estad atentos los que gobernáis multitudes y estáis orgullosos de la muchedumbre de vuestros pueblos. 6,3 Porque del Señor habéis recibido el poder, del Altísimo, la soberanía; él examinará vuestras obras y sondeará vuestras intenciones

69 La consecuencia inmediata que se deriva de este principio
es la sumisión de los ciudadanos frente a aquellos a quienes Dios otorgó el poder [1] El libro de la Sabiduría recuerda a los gobernantes su responsabilidad ante Dios. Si Él les concedió el poder, Él mismo va a examinar sus obras y los va a castigar severamente si no han cumplido su voluntad (Sab 6,3-6).

70 Pero este llamado a la sumisión no fue entendido como
una ética política de sometimiento incondicional o como una legitimación sacrosanta de toda estructura política A la que los mártires resistieron hasta el derramamiento de su sangre

71 …sino como un principio teológico
tendiente a confirmar la estructura política en sí, el orden público como tal en cuanto opuesto al caos, a la barbarie, a la anarquía

72 Esquema de presentación
Finalidad principal del escrito Cristología de la pasión Exhortación al compromiso cristiano en medio del sufrimiento “injusto” “Honren al emperador” Remitente y (presuntos) destinatarios ¿Es pseudoepigráfica? ¿Un texto paulino? Fecha y lugar de composición

73 La Carta de Judas

74 Se trata de un mensaje breve, muy
polémico contra otros cristianos “alejados de la verdad” escrito por “Judas” a comunidades con las que está en contacto para prevenirlas y apoyarlas en un clima de controversia doctrinal

75 Estructura temática

76 Entre la parte inicial (vv. 1-2) y la doxología conclusiva (vv. 24-25)
se desarrollan los siguientes temas Una carta no suele concluir con una doxología[1]. Pero este es un texto de características peculiares. El Dios de la alabanza es el que tiene el poder de conservar a los fieles sin tropiezos, demostrando así su poder salvador (v.24). El motivo de la alabanza está relacionado pues con el objetivo de la carta: preservarlos de la acción proselitista de los adversarios. [1] A menos que esté precedida por los saludos correspondientes; cf. Rom 16,25-27.

77 Breve introducción explicando el motivo y el objeto de la carta (3-4)
Polémica contra los falsos maestros (5-16) Tres ejemplos veterotestamentarios de castigos divinos (5-7) Aplicación los adversarios ( ) El castigo anunciado por Henoc (14-16) Exhortación a la comunidad (17-23) Realización de lo anunciado por los apóstoles (17-19) Exhortación a una conducta cristiana (21-22) La conducta de los indecisos e inseguros (22-23)

78 Según esta estructura temática,
la polémica ocupa el lugar central de la carta Sea en la “acusación”, sea en la “exhortación” se trata siempre de la misma preocupación: la denuncia y el ataque directo contra los enemigos de la fe verdadera

79 Pero es muy poco lo que el autor dice
sobre el contenido de la “fe verdadera” Lo que prevalece es el lenguaje de la polémica

80 Remitente y presuntos destinatarios

81 El autor se autopresenta en 1,1 como
“Judas, siervo de Jesucristo, hermano de Santiago...” (Judas 1,1)

82 Al nombre “Judas” sigue primero
una caracterización genérica: “siervo de Jesucristo” y luego, otra más específica: “hermano de Santiago”

83 En el nuevo testamento aparecen cuatro personajes de nombre Judas

84 Judas Iscariote y Judas de Santiago, que aparecen
en la lista de “los Doce” de la versión lucana Lucas 6,13-15 Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, y eligió doce de entre ellos, a los que llamó también apóstoles. v14 A Simón, a quien llamó Pedro, y a su hermano Andrés; a Santiago y Juan, a Felipe y Bartolomé, v15 a Mateo y Tomás, a Santiago de Alfeo y Simón, llamado Zelotes; v16 a Judas de Santiago, y a Judas Iscariote, que llegó a ser un traidor“ [1] Este no aparece en la lista que transmiten Mateo 10,2-4 y Marcos 3, En su lugar, aparece un “Tadeo”. La tradición luego, queriendo armonizar las listas, juntó ambos nombres, sugiriendo que uno de “los Doce” se llamó “Judas Tadeo”. El miembro del círculo de “los Doce” llamado Judas también aparece en el evangelio de Juan, donde al referirse a él, lo llama “Judas no el Iscariote” (Jn 14,22; algunos opinan que, si se hubiera llamado “Judas Tadeo”, no habría tenido necesidad de llamarlo de ese modo).

85 Y cuando llegaron subieron a la estancia superior,
Hechos 1,13 Y cuando llegaron subieron a la estancia superior, donde vivían, Pedro, Juan, Santiago y Andrés; Felipe y Tomás; Bartolomé y Mateo; Santiago de Alfeo, Simón el Zelotes y Judas de Santiago [1] Este no aparece en la lista que transmiten Mateo 10,2-4 y Marcos 3, En su lugar, aparece un “Tadeo”. La tradición luego, queriendo armonizar las listas, juntó ambos nombres, sugiriendo que uno de “los Doce” se llamó “Judas Tadeo”. El miembro del círculo de “los Doce” llamado Judas también aparece en el evangelio de Juan, donde al referirse a él, lo llama “Judas no el Iscariote” (Jn 14,22; algunos opinan que, si se hubiera llamado “Judas Tadeo”, no habría tenido necesidad de llamarlo de ese modo).

86 De Jerusalén envían a “un profeta Judas
llamado Barsabás” a Antioquía. llevando las decisiones de la Asamblea de Jerusalén: Hechos15,22 Entonces decidieron los apóstoles y presbíteros, de acuerdo con toda la iglesia, elegir de entre ellos algunos hombres y enviarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé; y estos fueron Judas, llamado Barsabás, y Silas, que eran dirigentes entre los hermanos Cf. Hechos 15,27-33

87 Quien tiene un hermano muy importante
y conocido –como para autopresentarse en clara referencia a él– llamado Santiago es “Judas hermano de Santiago, hermano de Jesús”

88 Marcos 6,3 (// Mt 13,55) No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, Joset, Judas y Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?» Y se escandalizaban a causa de él

89 De este Judas prácticamente no se tienen
noticias: sólo se conoce –por unos datos transmitidos por Eusebio de Cesarea, quien, a su vez, los recibió de Hegesipo– que sus nietos fueron interrogados bajo Domiciano, y luego fueron puestos en libertad

90 Más tarde, fueron dirigentes
de la comunidad, hasta los tiempos de Trajano (cf. III HE 20)

91 Eusebio de Cesarea, III HE 20 Acerca de la familia de nuestro Salvador
1. Todavía se hallaban con vida, de la familia del Señor, los nietos de Judas (llamado su hermano según la carne). A éstos delataron porque eran de la familia de David. El evocato los llevó ante el césar Domiciano, pues, como Herodes, también tenía miedo de la venida de Cristo.

92 III HE 20 2. Les preguntó si eran descendientes de David y ellos lo confesaron. Luego les preguntó acerca del número de sus bienes o cuánto dinero poseían, pero ellos dijeron que entre ambos sólo sumaban nueve mil denarios, la mitad cada uno; y persistían en decir que ni siquiera esto tenían en metálico, sino que se trataba de la tasación de sólo treinta y nueve pletros de tierra, por la que pagaban impuestos y la trabajaban ellos mismos para su subsistencia

93 III HE 20 3. A continuación mostraron sus manos, y ofrecieron como testimonio de su trabajo personal su fortaleza física y los callos que les habían salido en sus propias manos por la obra ininterrumpida.

94 III HE 20 4. Interrogados sobre Cristo y su reino, qué tipo de reino era, dónde y cuándo aparecería, explicaron que no se trataba de un reino de este mundo o de esta tierra, sino celestial y angélico y que ha de tener lugar en el final de los tiempos. Porque viniendo en gloria juzgará a vivos y muertos y pagará a cada uno según sus obras.

95 III HE 20 5. Observando todo esto, Domiciano nada les reprochó, sino que incluso los menospreció como a gente vulgar y, dejándolos en libertad, puso fin a la persecución de la iglesia mediante un decreto. 6. Los que habían sido liberados dirigieron las iglesias por haber testificado y por pertenecer a la familia del Señor, y habiendo llegado la paz, vivieron hasta Trajano.

96 A diferencia de Santiago, no hay indicios de que este Judas
haya tenido protagonismo digno de ser mencionado en la historia del cristianismo primitivo ¿Será que este texto procede del período comprendido entre los emperadores Domiciano y Trajano, durante el cual los nietos de Judas eran dirigentes en la Iglesia No cabe descartar sin más que este Judas haya sido una figura significativa en los medios judeo-cristianos palestinenses)

97 Los investigadores suelen sugerir
como más plausible la atribución del texto a este Judas “hermano del Señor”, que, en cuanto “hermano de Santiago”, habría tenido el tipo de autoridad suficiente como para darle legitimidad a la obra

98 ¿Es pseudoepigráfica? ¿Es posible que este Judas, hermano de Santiago,
haya sido el autor de esta “carta”?

99 La mayoría de los investigadores
modernos entienden que se trata de una pseudoepigrafía

100 Se esgrimen varias razones para fundamentar la duda…
Uno de la primera generación no habla de “los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo” (v.17-18) como figuras de un pasado distante, cuyas palabras se puedan citar como “vaticinios” La expresión indica que “los apóstoles del Señor” se han transformado en un grupo claramente demarcado al que se puede recurrir globalmente para fundamentar una posición doctrinal.

101 La fe se ha convertido en un contenido
bien definido “que ha sido transmitida a los santos de una vez para siempre” (v. 3) Este modo de expresión –como también cabe decir a propósito de las fórmulas “depositum” y “sana doctrina” de las cartas llamadas “pastorales”– nace recién en el período en el que la fe se comienza a definir por contenidos que intentan ser canonicos, es decir, que se han vuelto “regla de fe”. Esta situación no es propia de los comienzos –de la “época de Judas”– sino que refleja más bien las condiciones de los tiempos post-apostólicos, en los que los debates doctrinales van perfilando las diferencias en la comprensión de aspectos fundamentales de la fe común La Carta de Judas llama a los fieles a luchar por “la fe recibida de una vez para siempre” que algunos entrometidos ponen en peligro (v.3-4). Los contenidos de la fe se han ido sedimentando y clarificando en un largo y complejo proceso en el que han incidido muchos factores (el lenguaje, la cultura ambiente, la experiencia de fe de los creyentes, los intercambios con otras comunidades, las discusiones y controversias sobre los puntos más importantes, etc.). En un momento determinado de ese proceso, la fe se ha convertido en un contenido bien delimitado, que se va transmitiendo a las generaciones siguientes. En este punto cabe decir que la fe se ha convertido en “tradición”. La fe no puede subsistir sino en el marco de este proceso (si es que quiere mantenerse viva; si no, sólo se convertirá en un capítulo de la historia de las religiones). Y la transmisión de la fe requiere necesariamente recurrir a los contenidos tradicionales. Entonces, el problema no es la “tradición” sino la determinación de sus contenidos. Esto significa que también la “tradición” debe ser objeto de una reflexión crítica a la luz de la fe, para adecuar la expresión de su contenido a la verdad del misterio. El autor de la Carta de Judas no se detiene a considerar estos problemas; su posición refleja con claridad el papel de la fe que se ha hecho tradición cuando se quiere solucionar controversias eclesiales; Cf. H. Lona “La Carta de Judas. Las enseñanzas“, en: Id., Las cartas apostólicas,

102 El autor escribe en un griego correcto,
que difícilmente puede haber correspondido a un palestinense

103 Se trataría más bien de un (sobrio)
uso de la pseudoepigrafía, en el que el autor se autolegitima, indirectamente, mediante la autoridad de Santiago, el hermano del Señor

104 podría entenderse entonces como una clara toma de posición
La mención de Santiago podría entenderse entonces como una clara toma de posición a favor de la línea teológica y eclesial representada por Santiago (la profusa utilización de “apócrifos” judíos en este breve texto hace pensar que el autor pertenece al ámbito judeocristiano).

105 El autor parece ser un judeo-cristiano helenista que se confiesa partidario de la misma línea teológica representada por Santiago

106 Esquema de presentación
Remitente y (presuntos) destinatarios ¿Qué Judas? ¿Es pseudoepigráfica? Finalidad principal y carácter del escrito Aceptación. ¿Por qué fue tan discutida? Fecha y lugar de composición

107 ¿Por qué fue tan discutida?

108 Ya desde épocas relativamente
tempranas se hizo notar que la carta pudo haber sido rechazada por muchos por el uso que hace de los apócrifos judíos

109 San Jerónimo –que en este asunto depende
del testimonio de Dídimo el Ciego (+ 398)– indica que esa es, precisamente, la razón por la que los antiguos se resistieron a admitir este libro en el Canon

110 “Judas, el hermano de Santiago, dejó una breve
carta que es una de las siete católicas. Es rechazada por muchos porque en ella se apela al testimonio del libro de Henoc, que es apócrifo. Sin embargo, el uso y la antigüedad le han dado autoridad, y se cuenta entre las Sagradas Escrituras” (Jerónimo, De Viris Illustribus IV) Clemente Alejandrino y Tertuliano lo habían notado también

111 La Segunda Carta de Pedro

112 El “autor” presenta su mensaje
como la expresión de la última voluntad de Pedro, destinado a ser recordado en el tiempo posterior a su muerte (1,13-15)

113 En la intención del “autor”
el texto adquiere así un valor testamentario, que va más allá de su tiempo original sin limitarse a los destinatarios “originales”

114 Estructura temática

115 Entre la parte inicial (vv. 1-2)
y la doxología conclusiva (vv. 3,18b) se desarrollan los siguientes temas

116 2 Pedro 1,3-15 Discurso introductorio
sobre los dones salvíficos, el deber de una respuesta adecuada a estos dones y el anuncio y el carácter testamentario del escrito ante la muerte inminente de “Pedro”

117 2 Pedro 1,16-3,13 La defensa de la fe en la (segunda) venida del Señor

118 Es la parte más importante del texto
y está dedicada a la defensa de la fe en la (segunda) Venida del Señor

119 1,16-21: Factores legitimantes
2,1-22: Polémica propiamente dicha 3,1-13: ¿Por qué aún no se ha realizado la Parusía?

120 2 Pedro 3,14-18a Exhortaciones finales

121 Esquema de presentación
Remitente y (presuntos) destinatarios ¿Es pseudoepigráfica? Relación con Judas Motivo y ocasión del texto (Ocasión real // ocasión “ficticia”) La “demora de la parusía” Pedro, garante de la tradición


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