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Publicada porMaría Victoria Ríos Río Modificado hace 7 años
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4. CALIDAD DE VIDA PERSONAL, SOCIAL Y LABORAL DE LOS PACIENTES CON EPILEPSIA
Doris Edith Vélez Macías
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ACTIVIDAD SEXUAL Pueden presentarse problemas de función sexual de vez en cuando. El temor a la aparición de un ataque, la tendencia a reprimir los impulsos sexuales, la falta de apetito sexual, la sequedad vaginal, los problemas de erección o los efectos secundarios de la medicación, son algunas de las causas más frecuentes que pueden condicionar la vida sexual del paciente con Epilepsia. Cualquiera de los fármacos antiepilépticos puede potencialmente causar dificultades sexuales. Estos medicamentos tienen efectos secundarios como somnolencia, nauseas o vómitos reduciendo el deseo sexual. Si es tu caso, pregunta a tu médico sobre la posibilidad de probar otra medicación anticonvulsiva para tu epilepsia. Para que la persona con epilepsia disfrute de una vida más plena en la esfera sexual, el primer paso es aceptar la enfermedad, llevar un control médico adecuado y tomar siempre la medicación. Es fundamental hablar con el médico abiertamente sobre este tema, a pesar de que pueda resultarte incómodo. Responder preguntas acerca de creencias religiosas, malas experiencias relacionadas con el sexo, cualquier fuente de estrés o enfermedad reciente y detalles de sus relaciones sexuales, ayuda a entender mejor tus problemas así como a conseguir una solución para éstos.
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Privación DE SUEÑO La privación del sueño está reconocida como una causa de activación de las crisis en personas con epilepsia, pero también en personas sin historia previa de convulsiones. La relación entre la epilepsia y el sueño es compleja. La enfermedad por sí misma y su tratamiento pueden deteriorar la calidad del sueño. Esto puede derivar en una privación y fragmentación crónica del sueño, que empeoran el control de las crisis epilépticas, generando un círculo vicioso. Estos cambios no dependen del sexo de la persona, pero sí varía de acuerdo con la edad. La privación de sueño, se asocia con la falta de oxígeno durante el sueño y el efecto de los medicamentos antiepilépticos. Es importante tener presente esta información cuando se evalúa o trata un paciente con epilepsia. El Médico requiere conocer aspectos como los hábitos de sueño, presencia de somnolencia diurna, ronquido, ubicación horaria de las crisis epilépticas, etc.
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Conducción DE AUTOMÓVILES Y la SEGURIDAD EN LA VÍA
Algunos pacientes pueden tener vida independiente y obtener el permiso de conducción. El conductor epiléptico tiene un riesgo potencial de accidente, por la posibilidad de pérdida de conciencia y por los efectos secundarios de la medicación. Las medidas generales se basan en hacer al paciente conocedor de su enfermedad para que cumpla el tratamiento, no beba alcohol y pueda desarrollar una vida normal con precauciones. El médico, al conocer las características individuales de la epilepsia, conseguirá en su paciente la continuidad indispensable del tratamiento y aconsejará al paciente en su adaptación a la vida profesional y social, teniendo la conducción un protagonismo principal. Si el paciente lleva un año sin convulsiones o pérdida de conciencia, podrá conducir, siempre que la enfermedad de base, la medicación y su médico se lo permitan. Con informe favorable del neurólogo en el que conste el diagnóstico, el cumplimiento del tratamiento, la frecuencia de las crisis y la medicación sin efectos secundarios para la conducción, el paciente puede prorrogar el permiso de conducir en los periodos que marca la ley. Es conveniente que estos conductores lleven el informe médico en lugar visible dentro del vehículo para que puedan ser correctamente atendidos, y que también transporten su medicación de urgencia en lugar visible. Se desaconseja la conducción a los pacientes epilépticos durante los cambios de tratamiento o si no lo cumplen correctamente
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Conducción DE AUTOMÓVILES Y la SEGURIDAD EN LA VÍA
Algunas precauciones : Evitar la conducción nocturna. Descansar suficientemente antes de realizar un viaje. Ante los primeros síntomas de descompensación, detener el vehículo en lugar seguro y retirar el contacto. Mantener un ritmo de sueño constante. Aprender todo lo posible sobre su enfermedad. Conocer los efectos secundarios de sus medicamentos y también el deterioro que los medicamentos prescritos producen sobre la capacidad de conducción. Evitar conducir en la primera semana de un nuevo tratamiento o tras un incremento de la dosis. No suspender bruscamente el tratamiento. No ocultar las crisis a sus médicos, pues puede derivar en tratamientos inadecuados, lo que aumentaría el riesgo de padecer nuevos ataques y tener un accidente. Preguntar siempre a su médico (neurólogo) si puede conducir. Saber que el control y el consejo de familiares y amigos pueden prevenir los accidentes. Evitar en lo posible las situaciones desencadenantes. segura/enfermedades-neurologicas/epilepsia.jsp
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ASUNTOS SOCIALES Y DE ENTRETENIMIENTO
La mayoría de pacientes son personas normales, quienes simplemente tienen convulsiones, pero eso no los hace pacientes psiquiátricos. La gran mayoría de ellos no sufren deterioro de su capacidad cognitiva, siguen siendo personas normales que pueden trabajar, estudiar y valerse por sí mismos. Existen casos en los que centros educativos piden como requisito una certificación médica de que los niños o niñas son aptos para estudiar. Por ello, surgió la iniciativa internacional de promover “Vivir con epilepsia”, un lema que se creó en el marco de la celebración del Día Mundial de la Epilepsia y que busca acabar con las ideas erróneas en torno al trastorno y sus pacientes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aunque los efectos sociales pueden variar según el país, la discriminación y la estigmatización social que rodean la epilepsia, en todo el mundo son a menudo más difíciles de vencer que las propias convulsiones. Según la OMS, hasta un 70 % de los niños y adultos diagnosticados con epilepsia, pueden tratarse con éxito (es decir, tener sus convulsiones completamente controladas) con fármacos anticonvulsivos. Al cabo de dos a cinco años de tratamiento exitoso, los anticonvulsivos se pueden retirar en aproximadamente un 60 % de los adultos, sin que se produzcan recaídas.
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gracias
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