¿Qué es narrar? La narración es la forma más común de los mitos de todas las latitudes. Griegos, romanos, nórdicos, africanos, americanos, han usado esta.

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1 ¿Qué es narrar? La narración es la forma más común de los mitos de todas las latitudes. Griegos, romanos, nórdicos, africanos, americanos, han usado esta forma textual para explicar el mundo: su origen, el origen del hombre, de los fenómenos naturales, en fin. El objetivo es entender primero como funciona una narración, para comprender después que lo hace mítico, es decir diferente a un cuento, a una novela, a una crónica, a una leyenda, que también son narraciones. Desde que el ser humano existe ha narrado su existencia, sus preocupaciones, deseos, alegrías, creencias, y lo ha hecho en diferentes ámbitos: en el acontecer cotidiano, laboral, religioso, académico, técnico-científico, en todos los ámbitos. Ha sido así porque narrar es ordenar, dar apariencia de continuidad cronológica, es situar selectivamente unos acontecimientos después de otros con la finalidad de contar, de transmitir una información cuya importancia radica en las acciones, y en el extremo –por ejemplo en narraciones modernas-, en la carencia de estas.

2 La narración es también la forma primaria de las culturas orales
La narración es también la forma primaria de las culturas orales. Es cierto que algunas sociedades con altos grados de civilización como los griega, la romana y entre nosotros la inca, desarrollaron oralidad argumentativa, pero antes su tradición oral fue puramente narrativa y nunca dejó de ser esta forma la más usual. El acto de narrar es, en consecuencia, no solo una forma particular de comunicar sino una necesidad vital, que ordena, clasifica, jerarquiza, exalta y transmite; en síntesis, una necesidad que corresponde al propósito de ponernos en contacto con los hechos del mundo, con los otros y con nosotros mismos .

3 Elementos de una narración
Toda narración , sin excepción , esta hecha de cuatro elementos fundamentales: narrador, actantes, hechos y marco referencial. El narrador: es improbable una narración sin narrador. Es imposible la narración si no tenemos quién la haya contado. Lo primero , lo más importante, es que en literatura el narrador nunca, en ningún caso, es el autor; ni siquiera cuando el autor autopostula su nombre, o su propia persona, como narrador puede decirse que narrador y autor son los mismos. Así, el narrador siempre es una creación de la narración, y puede estar situado en el interior o en el exterior de esta cuando la cuenta. Narradores intradiegéticos: narración viene del griego diegesis . Cuando hablamos de narradores intradiegéticos nos referimos a aquellos cuya posición puede ubicarse dentro de lo narrado.

4 Narrador protagonista
Intradiegéticos Descripción Narrador protagonista Este narrador cuenta los hechos en primera persona, y el principal afectado por ellos, positiva o negativamente, es él mismo. Narrador testigo Este narrador cuenta los hechos en tercera persona, en consecuencia el principal afectado no es él, sino otro. Él conoce lo sucedido porque sabe de primera mano la historia, o la conoció a través de testimonios (orales o escritos).

5 Narrador ausente y focalizado
Narradores extradiegéticos: hablamos de narradores extradiegéticos cuando su posición se ubica fuera de lo narrado. Extradiegéticos Descripción Narrador omnisciente Este narrador cuenta los hechos en tercera persona. El principal afectado por ellos nunca es él mismo ni nadie que conozca. ¿Cómo conoce entonces lo sucedido? Lo conoce porque su sapiencia es absoluta. Todo lo sabe, lo ve, incluso puede sentir lo que sienten los personajes. Es una especie de ser. Además de omnisciente, omnipresente. Narrador ausente y focalizado Este narrador también cuenta los hechos en tercera persona, tampoco es afectado, no todo lo sabe, su conocimiento es parcial y focalizado, se centra en uno o más personajes, y cuenta todo desde su perspectiva.

6 Algunas variaciones: las narraciones normalmente no integran narradores en estado puro. Sobre todo la literatura moderna juega constantemente con las perspectivas o puntos de vista, cambiándolos, desplazándolos o integrándolos. Existe por ejemplo, la narración en segunda persona: ¿Te acuerdas del tiempo en que éramos felices?, que integran a un narrador que cuenta su propia historia (protagonista) con uno que a la vez conoce la historia conoce la historia del otro (testigo). Del mismo modo puede suceder con los extradiegéticos. Muchas narraciones saltan de la narración absoluta (omnisciente) a la intradiegéticos en cualquiera de sus formas. Lo importan es leer pensando activamente quién esta contando, para así identificar las perspectivas, las personalidades y las subjetividades puestas en la narración. Esto permitirá interpretaciones más inteligentes de las narraciones.