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Publicada porJosé Luis Ayala Sandoval Modificado hace 8 años
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II. JUZGAR. “LA FAMILIA EVANGELIZADORA Y EVANGELIZADA” LA MISIÓN DE LA FAMILIA EN LA IGLESIA
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ENTRE LOS COMETIDOS FUNDAMENTALES DE LA FAMILIA CRISTIANA SE HALLA EL ECLESIAL, ES DECIR, QUE ELLA ESTÁ PUESTA AL SERVICIO DE LA EDIFICACIÓN DEL REINO DE DIOS EN LA HISTORIA, MEDIANTE LA PARTICIPACIÓN EN LA VIDA Y MISIÓN DE LA IGLESIA. (CFR. FAMILIARIS CONSORTIO N. 49) Por su parte la familia cristiana está insertada de tal forma en el misterio de la Iglesia que participa, a su manera, en la misión de salvación que es propia de la Iglesia. Los cónyuges y padres cristianos, en virtud del sacramento, «poseen su propio don, dentro del Pueblo de Dios, en su estado y forma de vida»[115]. Por eso no sólo «reciben» el amor de Cristo, convirtiéndose en comunidad «salvada», sino que están también llamados a «transmitir» a los hermanos el mismo amor de Cristo, haciéndose así comunidad «salvadora». De esta manera, a la vez que es fruto y signo de la fecundidad sobrenatural de la Iglesia, la familia cristiana se hace símbolo, testimonio y participación de la maternidad de la Iglesia[116]. (cfr. Familiaris consortio n. 49)[115][116]
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DADO QUE PARTICIPA DE LA VIDA Y MISIÓN DE LA IGLESIA, LA CUAL ESCUCHA RELIGIOSAMENTE LA PALABRA DE DIOS Y LA PROCLAMA CON FIRME CONFIANZA[120], LA FAMILIA CRISTIANA VIVE SU COMETIDO PROFÉTICO ACOGIENDO Y ANUNCIANDO LA PALABRA DE DIOS. SE HACE ASÍ, CADA DÍA MÁS, UNA COMUNIDAD CREYENTE Y EVANGELIZADORA.[120] Animación Bíblica También a los esposos y padres cristianos se exige la obediencia a la fe[121], ya que son llamados a acoger la Palabra del Señor que les revela la estupenda novedad —la Buena Nueva— de su vida conyugal y familiar, que Cristo ha hecho santa y santificadora. En efecto, solamente mediante la fe ellos pueden descubrir y admirar con gozosa gratitud a qué dignidad ha elevado Dios el matrimonio y la familia, constituyéndolos en signo y lugar de la alianza de amor entre Dios y los hombres, entre Jesucristo y la Iglesia esposa suya (cfr. FC 51)[121] Una Propuesta de programación # 525 Impulsar y dirigir la lectura y estudio de la Sagrada Escritura. Fomentando cursos sistemáticos de la sagrada Escritura. Propiciar el encuentro con Cristo a Partir de la Palabra de Dios. Promoviendo la espiritualidad bíblica.
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Catequesis En la medida en que la familia cristiana acoge el Evangelio y madura en la fe, se hace comunidad evangelizadora. Escuchemos de nuevo a Pablo VI: «La familia, al igual que la Iglesia, debe ser un espacio donde el Evangelio es transmitido y desde donde éste se irradia. La absoluta necesidad de la catequesis familiar surge con singular fuerza en determinadas situaciones, que la Iglesia constata por desgracia en diversos lugares: «En los lugares donde una legislación antirreligiosa pretende incluso impedir la educación en la fe, o donde ha cundido la incredulidad o ha penetrado el secularismo hasta el punto de resultar prácticamente imposible una verdadera creencia religiosa, la Iglesia doméstica es el único ámbito donde los niños y los jóvenes pueden recibir una auténtica catequesis»[126]. (cfr. Fc 52)[126] Una Propuesta de programación # 526 Promover la catequesis desde la familia. Involucrando a los padres de familia en los procesos catequéticos. Propiciando encuentros frecuentes de formación para papás y padrinos. Acompañando a la familia para que su fe sea profesada, celebrada, vivida, orada y testificada.
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Misiones La universalidad sin fronteras es el horizonte propio de la evangelización, animada interiormente por el afán misionero, ya que es de hecho la respuesta a la explícita e inequívoca consigna de Cristo: «Id por el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura»[129].[129] También la fe y la misión evangelizadora de la familia cristiana poseen esta dimensión misionera católica. El sacramento del matrimonio que plantea con nueva fuerza el deber arraigado en el bautismo y en la confirmación de defender y difundir la fe[130], constituye a los cónyuges y padres cristianos en testigos de Cristo «hasta los últimos confines de la tierra»[131], como verdaderos y propios misioneros» del amor y de la vida.[130][131] Una cierta forma de actividad misionera puede ser desplegada ya en el interior de la familia. (cfr. FC 54) Una Propuesta de programación. #527 impulsar la misión permanente en todos los bautizados. Ofreciendo un proceso de formación que lleve al encuentro con Jesucristo, la conversión, el discipulado, la comunión y la misión. Fortalecer la conciencia misionera Ad Gentes. Realizando talleres de formación misionera.
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Cultura La conexión íntima entre la familia y la sociedad, de la misma manera que exige la apertura y la participación de la familia en la sociedad y en su desarrollo, impone también que la sociedad no deje de cumplir su deber fundamental de respetar y promover la familia misma. Ciertamente la familia y la sociedad tienen una función complementaria en la defensa y en la promoción del bien de todos los hombres y de cada hombre. Pero la sociedad, y más específicamente el Estado, deben reconocer que la familia es una «sociedad que goza de un derecho propio y primordial»[111] y por tanto, en sus relaciones con la familia, están gravemente obligados a atenerse al principio de subsidiaridad. (cfr. FC 45)[111] Una Propuesta de programación. #528 Promover el diálogo permanente con las culturas. Proyectando un estilo de vida acorde a la dignidad de la persona humana. Revalorar la cultura cristiana. Promoviendo una cultura de la solidaridad fraterna a todos los niveles de la vida social.
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Educación La tarea educativa tiene sus raíces en la vocación primordial de los esposos a participar en la obra creadora de Dios; ellos, engendrando en el amor y por amor una nueva persona, que tiene en sí la vocación al crecimiento y al desarrollo, asumen por eso mismo la obligación de ayudala eficazmente a vivir una vida plenamente humana. Como harecordado el Concilio Vaticano II: “Puesto que los padres han dado la vida a los hijos, tienen la gravísima obligación de educar a la prole, y portanto hay que reconocerlos como los primeros y principales educadores de sus hijos. Este deber de la educación familiar es de tanta transcendencia que, cuando falta, difícilmente puede suplirse. Es, pues, deber de los padres crear un ambiente de familia animado por el amor, por la piedad hacia Dios y hacia los hombres, que favorezca la educación íntegra personal y social de los hijos. La familia es, por tanto, la primera escuela de virtudes sociales, que todas las sociedades necesitan”. Gravissimum educationis 3, Una Propuesta de programación. #529 promover una educación centrada en la formación integral de la persona humana. Motivando a los padres de familia, para que tomen conciencia de que son los primeros y principales educadores de sus hijos. Los Padres quisieron enfatizar también que «uno de los desafíos fundamentales frente al que se encuentran las familias de hoy es seguramente el desafío educativo, todavía más arduo y complejo a causa de la realidad cultural actual y de la gran influencia de los medios de comunicación»[94]. (cfr. AL 84)[94]
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Medios de comunicación «Fieles a las enseñanzas de Cristo miramos la realidad de la familia hoy en toda su complejidad, en sus luces y sombras [...] El cambio antropológico-cultural hoy influye en todos los aspectos de la vida y requiere un enfoque analítico y diversificado»[9]. En el contexto de varias décadas atrás, los Obispos de España ya reconocían una realidad doméstica con más espacios de libertad, «con un reparto equitativo de cargas, responsabilidades y tareas [...] Al valorar más la comunicación personal entre los esposos, se contribuye a humanizar toda la convivencia familiar [...] Ni la sociedad en que vivimos ni aquella hacia la que caminamos permiten la pervivencia indiscriminada de formas y modelos del pasado»[10]. Pero «somos conscientes de la dirección que están tomando los cambios antropológico-culturales, en razón de los cuales los individuos son menos apoyados que en el pasado por las estructuras sociales en su vida afectiva y familiar» (cfr. Amoris Laetitia 32)[9][10] Una Propuesta de programación. #530 utilizar los medios de comunicación social que está a nuestro alcance, para llegar a los agentes y destinatarios de la pastoral. Iniciando procesos de formación en el recto uso de los medios de comunicación. Conociendo y valorando la cultura de la comunicación. Los Padres quisieron enfatizar también que «uno de los desafíos fundamentales frente al que se encuentran las familias de hoy es seguramente el desafío educativo, todavía más arduo y complejo a causa de la realidad cultural actual y de la gran influencia de los medios de comunicación»[94]. (cfr. AL 84)[94]
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Doctrina de la Fe Los Padres sinodales insistieron en que las familias cristianas, por la gracia del sacramento nupcial, son los principales sujetos de la pastoral familiar, sobre todo aportando «el testimonio gozoso de los cónyuges y de las familias, iglesias domésticas»[225]. Por ello, remarcaron que «se trata de hacer experimentar que el Evangelio de la familia es alegría que “llena el corazón y la vida entera”, porque en Cristo somos “liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento” (Evangelii gaudium, 1). A la luz de la parábola del sembrador (cf. Mt 13,3-9), nuestra tarea es cooperar en la siembra: lo demás es obra de Dios. Tampoco hay que olvidar que la Iglesia que predica sobre la familia es signo de contradicción»[226], pero los matrimonios agradecen que los pastores les ofrezcan motivaciones para una valiente apuesta por un amor fuerte, sólido, duradero, capaz de hacer frente a todo lo que se le cruce por delante. La Iglesia quiere llegar a las familias con humilde comprensión, y su deseo «es acompañar a cada una y a todas las familias para que puedan descubrir la mejor manera de superar las dificultades que se encuentran en su camino»[227]. No basta incorporar una genérica preocupación por la familia en los grandes proyectos pastorales. Para que las familias puedan ser cada vez más sujetos activos de la pastoral familiar, se requiere «un esfuerzo evangelizador y catequístico dirigido a la familia»[228], que la oriente en este sentido. (cfr. AL 200)[225]Evangelii gaudium[226][227][228] Una Propuesta de programación. #530 promover la doctrina de la Fe. Elaborando documentos de orientiación doctrinal. Cuidar la literatura que se lee o estudia en las parroquias, en el seminario, en el presbiterio, en la vida consagrada, en los movimientos, y las asociaciones de espiritualidad laical, no esté censurada o esté en revisión. Estableciendo contacto con las disitintas comisiones y dimensiones de pastoral
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