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Publicada porLorenzo Murillo Cordero Modificado hace 9 años
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Seminario de Historia Agraria Comparada: Agriculturas de la Península y del Trópico Políticas hidráulicas y alteraciones del paisaje en la cuenca hidrográfica de la España atlántica (1900 – 2000) Dra. Ana Cabana Iglesia Dr. Daniel Lanero Táboas Univ. de Santiago de Compostela (Galicia - España)
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Ideas de partida (I) Tópico: España país mediterráneo con un norte verde y húmedo donde el agua es un recurso abundante. Realidad: no es un recurso escaso pero: a) variabilidad estacional y espacial de las lluvias: excesos en invierno y déficit estival determinan las pautas de uso y aprovechamiento de las aguas en la agricultura del Noroeste peninsular. Variabilidad espacial deriva de la situación respecto al litoral, del relieve, la altitud y la orientación. Establecimiento histórico de sistemas de drenaje y riego. Sistemas y usos organizados a partir de dos necesidades básicas que plantea el manejo del agua en la agricultura del Noroeste: control exceso en periodos de máximas precipitaciones y aprovechamiento en los meses de sequía b) está sometido a una creciente demanda derivada de los procesos de intensificación de la agricultura atlántica entre los siglos XVIII-XX y de la industrialización (s. XX). Impacto ambiental de los embalses: estudiado para cuencas mediterráneas (Andalucía, Cataluña y Levante). No hay estudios de impacto para el Norte del país.
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Ideas de partida (II) Desde el siglo XIX en los ríos del Norte de España se ha impuesto el uso industrial (agricultura intensiva, aprovechamiento hidroeléctrico, etc.) de las aguas. El paso de un uso campesino a otro industrial incluye cambios en la propiedad y en la gestión (antes comunal) del agua de los ríos y se ha realizado a partir de la imposición de una Política Hidráulica estatal.
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Algunos datos sobre la situación actual Hasta el siglo XX España era un país de ríos con un régimen hidrológico peculiar, “régimen mediterráneo”: alternancia de periodos de riadas con periodos de drásticas sequías La Política Hidráulica de construcción de embalses ha supuesto que el 46% de las aguas se hallen represadas, generando nuevos ecosistemas con características físicas, químicas y bióticas completamente diferentes a las de los ríos originales En los últimos 70 años España se ha convertido en el 2º país de Europa por volumen de aguas represadas, con un total embalsado de casi 50.000 hm3, correspondiendo a una superficie total de más de 263.000 ha. (+1.200 grandes presas, 49 antes de 1900, 481 entre 1938 -1999 ). En 2002, había 57 aprovechamientos hidroeléctricos en la cuenca Galicia- Costa, de los que 50 estaban acogidos al régimen de minicentrales (menos de 10 Mw. de potencia). En ese momento, 46 proyectos más fueron autorizados (39 minicentrales). Así, sólo para Galicia, la cifra de explotaciones se elevó a 103 a comienzos del siglo XXI.
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Uso de las aguas en el sistema agrario del noroeste peninsular (I) Hasta el siglo XX, el principal uso del agua estaba vinculado a la agricultura, como corresponde a una sociedad con un limitado desarrollo urbano e industrial. Además, tanto los usos domésticos como los industriales estaban habitualmente vinculados al agrícola. Gran parte del agua empleada como fuerza motriz en molinos, batanes y curtidurías, las principales industrias enclavadas en las zonas rurales, tenía un posterior uso agrícola por medio del regadío. Lo mismo sucedía con las aguas de consumo humano, frecuentemente almacenadas y canalizadas hacia las tierras de labor para servir de fertilizante.
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Uso de las aguas en el sistema agrario del noroeste peninsular (II) El aprovechamiento del agua en la agricultura era una cuestión central: existencia de numerosos y variados sistemas de repartición de aguas de riego en las aldeas con una reglamentación emanada de la propia comunidad campesina para controlar el acceso y el uso del recurso, así como la conflictividad intracomunitaria. Práctica de regadío desde la Edad Media. En el XIX se constata en toda la cornisa cantábrica la existencia de presas que tendrían una doble función: mover molinos hidráulicos y derivar agua de riego a las tierras colindantes. Los dominios del riego artificial en la agricultura se fueron extendiendo progresivamente: hasta el s. XVI se concentra en vegas y huertas y se destina a cultivos muy exigentes (vid), la expansión del maíz y de los prados y la progresiva intensificación contemporánea irán ampliando su presencia. Las prácticas de riego están en la base de la articulación del sistema de policultivo intensivo del NO
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Uso de las aguas en el sistema agrario del noroeste peninsular (III) El uso del agua genera paisajes culturales con frecuencia considerados erróneamente como “naturales”. Cientos de vestigios materiales recuerdan la importancia que los ríos tuvieron siempre en la organización social y territorial del Noroeste peninsular (lavaderos, puentes, canales de riego, molinos, etc.). El modo de uso campesino de las aguas establece límites a la explotación de los recursos. Hasta bien avanzado el s. XX no hay innovación científico-técnica, su avance estuvo basado en los medios técnicos tradicionales y en el aprovechamiento de los factores endógenos disponibles (sistemas de rotación, fórmulas de fertilización, etc.).
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Política Hidráulica España siglo XX (I) Desde la crisis agraria finisecular (1870) y el “desastre” colonial (1898) la política hidráulica se convirtió en la “panacea” para resolver el atraso de la agricultura y solucionar el conjunto de problemas económicos del país. (“REGENERACIONISMO” – J. Costa). Los diferentes regímenes políticos hicieron un uso propagandístico de las infraestructuas hidráulicas: la identificación política hidráulica = modernización neutralizaba cualquier oposición a las obras, además, se aliviaba el paro estructural y se incentivaba la inversión empresarial (sector energético).
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Política Hidráulica España siglo XX (II) Las obras realizadas durante primer tercio del s. XX en el Noroeste peninsular se caracterizaron por la lentitud (penurias hacendísticas del Estado, problemas financieros de los contratistas y centralidad de otros espacios: cuencas del Ebro, cuencas levantinas y cuencas andaluzas). El franquismo (1936 – 75) trajo algunas novedades, como el protagonismo adquirido por las grandes empresas eléctricas en los proyectos o el aumento del ritmo de las obras a partir de los años 50, aprovechando la recuperación económica y el cambio de orientación en la política agraria.
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Legislación hidráulica (I) Final siglo XIX–inicios XX: giro intervencionista en la legislación hidráulica. Hasta 1880 la responsabilidad en la realización de obras hidráulicas se dejaba a la iniciativa privada. El Estado sólo auxiliaba (subvenciones, exenciones fiscales, planeamiento, etc.). A partir de entonces el Estado contempla ejecutar las obras por sí mismo. A lo largo del siglo XX se desarrollan un conjunto de instrumentos de planificación hidráulica: 1) Plan Gasset (1902) + Ley de Grandes Regadíos (1911): vincula la política de obras a una política de regadío integral. 2) Confederaciones hidrográficas (1926): modelo de gestión mixta del agua, Estado – usuarios, basado en la “cuenca hidrográfica”. 3) Plan Nacional de Obras Hidráulicas (1933): decisivo en la política hidráulica posterior, planteó el desequilibrio hidrográfico español y sus posibles soluciones (trasvases entre cuencas). Se pretendía potenciar la hortofruticultura de exportación levantina (central para la balanza comercial española).
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Legislación hidráulica (II) 4) Plan Peña (1940): primer plan franquista, contexto económico autárquico. Trata de elevar el nivel de vida de la población (abastecimiento) mediante la extensión del regadío. 5) Planes de Desarrollo (1964 – 1975): vuelta al regadío como dinamizador del sector agrario (diversificación productiva, exportación). Este “modelo” entra en crisis a finales de los años 60: retroceso del regadío e intensificación de otros usos industriales (electricidad) y terciarios: abastecimiento a poblaciones, actividades turístico – recreativas, etc. 6) Ley de Aguas de 1985: la planificación hidrológica.
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Costes sociales y agroecológicos de la construcción de embalses Expulsión de la población: se debe incluir tanto a los habitantes de los núcleos inundados como a los que se fueron debido a la desaparición de las mejores tierras agrícolas. Conflictividad social. Situaciones de desarraigo social de las antiguas comunidades, efectos psicológicos… Desorganización del territorio: transformación agroecológica, inutilización de tierras agrícolas e intensificación de la repoblación forestal como fenómeno asociado al abandono de espacios productivos.
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Costes ecológicos de la construcción de embalses (I) A lo largo del siglo XX, a nivel de ecología acuática, España se ha transformado en otro país. Se han construido embalses regulando aproximadamente la mitad de los recursos hídricos superficiales e incidiendo en los subterráneos. Se han desecado o transformado muchas de sus lagunas. Un país con escasez de agua en verano, sin lagos pero con abundantes lagunas y charcas temporales y con ríos de acusada irregularidad, ha dado paso a otro con abundantes lagos, ríos regulados y pocos humedales supervivientes. Las secuelas ambientales han sido muy grandes en el régimen fluvial: la eutrofización, el transporte de sedimentos y los cambios faunísticos.
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Costes ecológicos de la construcción de embalses (II) Los negativos efectos ambientales de la construcción de embalses han sido destacados tanto en estudios internacionales (Ward y Stanford, 1980; Balon, 1992; Mahon y Ferguson, 1981) como nacionales (Encina et al.; Toja, 1984; Granado, 2000).Los más importantes son: 1. En sí misma, la presa suele provocar discontinuidades en el río por caudal, régimen, composición del agua… 2. La sustitución de un sistema acuático (dinámico) de aguas corrientes por otro de aguas estancadas, de heterogeneidad vertical y con escaso papel de las orillas provoca la desaparición de la mayor parte de las asociaciones propias de los ríos (incapacidad adaptativa) que son desplazadas por otras introducidas artificialmente por el hombre. Los cambios en la biodiversidad han significado la pérdida de especies acuáticas como el esturión y la casi desaparición de anguilas y salmones, bloqueados en su migración por las presas, o la del cangrejo de río, desplazado por otras especies introducidas. En general, las extinciones e introducciones de peces han dado lugar a un empobrecimiento de la fauna piscícola.
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Costes ecológicos de la construcción de embalses (III) 3. Colmatación de los embalses: síntoma que revierte en la ineficacia de los mismos.
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Otras problemáticas ecológicas alrededor de los ríos: los vertidos Degradación de aguas fluviales en España por vertidos: trasciende al ámbito de los especialistas en los años sesenta (río Nalón en Asturias, Urumea en Vizcaya, ríos Lérez y Lagares en Galicia…) cuando la contaminación impide no sólo la pesca (ya desaparecida), sino también cualquier actividad (baño, etc.). En los 70´s y 80´s tendrán lugar la mayor parte de las protestas contra la contaminación fluvial por vertidos industriales y mineros.
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CUESTIÓN AMBIENTAL EN GALICIA (SIGLO XX) (I) Aparición (desde finales de los años 60) de manifestaciones de conflictividad ambiental a partir de cuestiones como los incendios forestales, los proyectos de construcción de centrales nucleares, la transformación industrial de recursos naturales o la contaminación de ríos y rías… Surgimiento de movimientos ecologistas y de concienciación ciudadana.
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CUESTIÓN AMBIENTAL EN GALICIA (SIGLO XX) (I) Sociedade Galega de Historia Natural -1975 Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galicia (ADEGA)- 1975 Coordinadora Gallega para la defensa de los ríos (COGADER) – unión 24 plataformas Federación Galega pola Cultura marítima e fluvial Asociación Cachoeira: Campaña “Ríos Vivos”. Lema: “sobran watios, faltan ríos vivos”
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CONCLUSIONES Imposición durante el siglo XX, a través de la Política Hidráulica estatal, de un uso industrial del agua (agricultura intensiva, aprovechamiento hidroeléctrico…) frente al precedente uso agrario comunitario. La progresiva construcción de presas y embalses a lo largo del siglo XX tuvo múltiples consecuencias en Galicia y en todo el NO. peninsular: conflictividad social; expulsión de población rural; pérdida de tierras agrícolas o efectos muy negativos sobre la biodiversidad fluvial (pérdida y sustitución de especies).
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Dra. ANA CABANA IGLESIA Dr. DANIEL LANERO TÁBOAS Univ. de Santiago de Compostela (Galicia – España) PROYECTO DE INVESTIGACIÓN: Transformacións na agricultura Atlántica e evolución da sociedade rural durante o Franquismo (1936- 1975): cambio tecnolóxico, medioambiente e sociedade civil. Entidad financiadora: Ministerio de Educación y Ciencia. Plan Nacional de I + D. (Referencia: HUM2006-13499/HIST). Periodo de aplicación: 2006-2009. GRUPO DE REFERENCIA COMPETITIVA (GRC): Historia Agraria e Política do mundo rural. Séculos XIX e XX. Entidad financiadora: Xunta de Galicia. Periodo de aplicación: 2006-2009.
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