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Novecentismo y vanguardias

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Presentación del tema: "Novecentismo y vanguardias"— Transcripción de la presentación:

1 Novecentismo y vanguardias
Renovación teatral: Valle-Inclán y Lorca

2 Contexto histórico La Gran Guerra ( ) revela el gran horror de la civilización europea y deja Europa en una quiebra económica. En 1917 estalla la revolución bolchevique en Rusia. Las suspicacias y las tensiones entre los estados eran notables: el comercio internacional no progresaba, el ritmo de expansión económica no era el de principios de siglo; buena parte de la producción se financiaba a través de créditos, a lo que se sumaban las deudas de guerra y las reparaciones. Además, los sueldos eran bajos y había un elevado número de parados. España se mantuvo neutral en la Primera Guerra Mundial. Subieron las exportaciones, pero el crecimiento no sirvió para extender el consumo interno ni para mejorar la situación social. El régimen de la Restauración era incapaz de dar respuesta a estos problemas. Igual que la dictadura surgida tras el golpe de Estado del general Primo de Rivera en 1923.

3 Las vanguardias En el campo del arte y de la cultura, este periodo es particularmente fértil, es una explosión de creatividad. La vanguardia se aprecia más en la pintura, donde la invención de la fotografía llevó al artista a liberarse de la servidumbre de retratar la realidad el exterior. Estos movimientos fueron: el expresionismo, el futurismo, el cubismo, el dadaísmo y el surrealismo. Todos se suceden a un ritmo vertiginoso. Se caracterizan por su afán de experimentación, de desarrollar un arte nuevo, así como su hostilidad hacia la tradición y la negación de todo valor del pasado artístico. Son provocadores: desprecian al gran público y a la burguesía, a la que buscan escandalizar. Son vitalistas y activos, polémicos y apasionados. Estos movimientos suelen darse a conocer en las revistas literarias mediante proclamas o manifiestos.

4 El expresionismo y el futurismo
Tuvo éxito principalmente en Alemania. Destacan Georg Tak, Bertolt Brecht o Franz Kafka. Acentúa rasgos ya presentes en el naturalismo y en el impresionismo. Rechaza que el arte sea una mera representación externa de la realidad, porque ha de revelar la realidad interior del artista. Abundan los personajes extraños, las descripciones intensas y simbólicas, las caricaturas, los movimientos grotescos, las distorsiones, y la expresión cruda de ambientes y personajes. Defiende que el arte se debe al futuro y rechaza radicalmente el pasado. Su principal defensor es el italiano Marinetti. La mayor relevancia de este movimiento es su aportación teórica. Exaltaban la acción y la violencia. Proponen liberar el lenguaje de ataduras y cambiar la mitología literaria al sustituirla por el elogio de objetos o innovaciones de la vida moderna.

5 El cubismo y el Dadaísmo
Su principal escritor fue el francés Guillaume Apollinaire. Propone la fragmentación de la realidad para reelaborarla creativamente, la superposición de planos y el desdoblamiento del punto de vista. Los escritores atienden a aspectos visuales, como se ve en los caligramas de Apollinaire. El dadaísmo surge en Zurich. Su principal animador es Tristan Tzara. Se caracteriza por la propensión al absurdo, la exaltación de lo ilógico y lo azaroso, el regreso de la pureza infantil y la búsqueda del primitivismo. Recurren a la incoherencia. Atacan los principios de la razón. Se reivindica la espontaneidad, la ocurrencia imprevista, la sorpresa. Con ello se ensanchan las fronteras del hecho artístico. Al margen de las vanguardias, también una serie de novelistas renovaran la narrativa a principios del siglo XX: Marcel Proust, James Joyce, André Gide, Franz Kafka, Thomas Mann, William Faulkner, John Dos Passos.

6 Novecentismo Se conoce como novecentismo al movimiento cultural que, en la segunda década del siglo XX, se desarrolla en España y se opone a cuanto se considera propio del siglo anterior. Expresan su cansancio por las formas antiguas y preconizan una literatura diferente. Son intelectuales, profesionales sólidamente formados y con estancias en el extranjero.

7 Rasgos del novecentismo
A) Racionalismo: prefieren el rigor intelectual, el análisis frío y objetivo de las circunstancias y la claridad expositiva. B) Antirromanticismo: se rechaza lo sentimental y lo pasional y se prefiere lo clásico. C) Defensa del arte puro. El arte ha de tener entidad en sí mismo. El arte tiene que limitarse a proporcionar placer estético y no ha de ser vehículo de preocupaciones religiosas o políticas ni de emociones privadas. D) Aristocratismo intelectual: los textos de estos autores se dirigen a entendidos. La literatura se concibe para minorías selectas. E) Estilo cuidado: hay una extrema preocupación por la concepción y estructura de las obras y por su lenguaje.

8 Vanguardias en España: creacionismo u ultraísmo
El creacionismo fue propugnado por el poeta chileno Vicente Huidobro. Considera que el poeta no ha de imitar la naturaleza, sino que debe crear él mismo nuevas realidades. Se prescinde de lo anecdótico y descriptivo. El poeta recurre a la imagen en ilógica asociación que rompa con lo esperable y verosímil. Influyó decisivamente en Juan Larrea y Gerardo Diego. El ultraísmo recoge elementos de diversas vanguardias con la intención de encontrar caminos diferentes al modernismo. Tienen anhelo de experimentación formal y temática y la hostilidad a la tradición. Para ello, exhiben los objetos desde perspectivas no acostumbradas y establecen inesperadas relaciones entre ellos. Hacia tal fin, cobra especial importancia la metáfora. La poesía se convierte en una actividad inmanente y autónoma. La belleza se encuentra en el poema en sí. Convierten el arte en un juego intrascendente y divertido, alejado de responsabilidades morales.

9 El ensayo El carácter intelectual de estos autores les llevó a usar preferentemente el ensayo por su carácter flexible y divulgativo. José Ortega y Gasset. Destaca su ensayo La deshumanización del arte. Para él el arte divide al publico en los que entienden y los que no entienden. Eso explica el carácter minoritario y antipopular del ate nuevo, que es intelectual, antirromántico y antirrealista. El arte solo debe causar placer en sí mismo. Otros dos ensayistas destacados del momento fueron Eugenio D’Ors, por sus glosas, y el político Manuel Azaña, que llegó a ser presidente de la II República.

10 La prosa Posee una intención estilística renovadora en la órbita del novecentismo que se advierte en tres autores: Miró: Pérez de Ayala y Gómez de la Serna. Gabriel Miró. Tras una primera etapa de influencia modernista, escribe novelas en un estilo personal. Su prosa es elaboradísima, en busca de la perfección formal. En ella lo importante son las largas descripciones de sensaciones ambientes, a las que sirve de marco una acción mínima. Destaca su novela El obispo leproso.

11 La prosa Ramón Pérez de Ayala. Destacan sus novelas de los años veinte, obras intelectuales en las que se disminuye la acción porque lo importante son las reflexiones sobre temas diversos. Acerca así la novela al ensayo. Ramón Gómez de la Serna. Lo más característico de su producción son las gregerías. Se trata de imágenes lírico-humorísticas que, de modo ingenioso, establecen relaciones insólitas y faltas de lógica entre dos objetos y conceptos. También intentó renovar el teatro.

12 Poesía: Juan Ramón Jiménez
( ). Casado con Zenobia Camprubí, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1956, llevó una vida social apartada. Su carácter y su tipo de poesía, cada vez más intelectual, le labraron una fama de escritor solitario y exquisito encerrado en su torre de marfil. Su hipersensibilidad favoreció la alta calidad de su obra, pero contribuyó a aislarle de sus contemporáneos. Pronto concibió su creación poética como parte de un único libro. Es una poesía en sucesión, una obra en marcha, siempre a la búsqueda de la perfección absoluta. El propio escritor estableció tres etapas en su producción: a) época sensitiva; b) época intelectual; c) época suficiente o verdadera.

13 Juan Ramón Jiménez La primera etapa de su poesía llega hasta Su poesía se sitúa en la órbita del modernismo intimista y simbolista, pero progresivamente, va introduciendo otros elementos que preludian una poesía más personal: búsqueda de lo cotidiano y de la vida sencilla, descubrimiento del paisaje e identificación con la naturaleza, delicada ironía. La época intelectual se inicia con Diario de un poeta recién casado (1917), libro capital de la lírica contemporánea. Abre la poesía a las innovaciones vanguardistas: verso libre, poemas en prosa, enumeraciones caóticas, collage, desaparición de la anécdota que lleva a la poesía esencial o poesía pura. Los libros siguientes prosiguen el proceso de intelectualización y abstracción. Su poesía se va volviendo cada vez más depurada y estilizada, y su comprensión para el lector se hace más difícil. La tercera etapa comienza con La estación total (1946), donde la índole metafísica es cada vez mayor. Son los años del exilio y se acentúa progresivamente el carácter metafísico. En prosa, destaca su obra Platero y yo. También escribió numerosos textos de reflexión teórica, muy valiosos para comprender su concepción de la poesía y su evolución literaria e ideológica.

14 LA RENOVACIÓN TEATRAL Domina en la escena un teatro de consumo: musical o alta comedia burguesa. Superación del melodrama de Echegaray, de enorme éxito en la segunda mitad del siglo XIX. Destaca Jacinto Benavente, que alejó las exageraciones melodramáticas por un teatro más verosímil y de ideología burguesa. Se basa en la verosimilitud: los conflictos de los personajes se parecen a los cotidianos y los sentimientos no están exagerados. Destaca Los intereses creados. También se escribe un teatro poético modernista. Solían recrear asunto históricos y usaban un verso sonoro y efectista. Destacan Eduardo Marquina y Francisco Villaespesa.

15 Teatro El teatro en la época era el principal medio de entretenimiento. Había numerosos autores y obras. Mucha gente vivía de este negocio. El teatro era principalmente comercial, con obras de Benavente o modernistas. Destacan autores como Carlos Arniches, que escribió sainetes de ambiente madrileño donde crea el lenguaje castizo, o los hermanos Quintero, que llevaban a escena una falsa y superficial Andalucía, o Muñoz Seca, famoso por su parodia de los dramas históricos neorrománticos La venganza de Don Mendo. Sin embargo, había una serie de autores preocupados por la renovación de la escena española. Destaca Jacinto Grau, especialmente su obra El señor de Pigmalión (1921), que incluye elementos vanguardistas: gusto por mezclar tradiciones literarias, uso de la farsa, utilización de muñecos.

16 Ramón María del Valle-Inclán
El primer renovador de la escena española. Miembro de la bohemia finisecular, fue uno de los adalides del modernismo. Excéntrico y de apariencia estrafalaria, Valle es un hombre que literaturiza su existencia y dedica su vida a la literatura. Siempre se declaró antiburgués. Al principio añoraba una sociedad arcaica y milenaria, lo que le hizo ser partidario del carlismo, pero la dureza de la realidad le llevaron a posiciones ideológicas más a la izquierda. Su obra es extensa y variada y se puede dividir en diversos periodos.

17 Valle-Inclán: etapa del primitivismo y etapa del distanciamiento artificioso
1) Etapa decadentista: prosa modernista, Sonatas (ver tema anterior). 2) Etapa primitivista: en cinco años escribe tres obras importantes: Águila de Blasón, Romance de Lobos y la trilogía La guerra carlista. Destaca en esta época la crueldad, la violencia y la barbarie, la destrucción y las pasiones desbordadas. El estilo es áspero y desgarbado (carente de gracia y perfección). Valle-Inclán encuentra en el carlismo un sentimiento popular antiburgués, el romántico encanto de las causas perdidas, el sabor de la leyenda y el aura de las antiguas gestas heroicas. Son novelas fragmentarias, de estructura episódica, con capítulos breves, que atienden al estilo y el lenguaje por encima de todo. 3) Etapa de distanciamiento artificioso: Valle empieza a experimentar con el teatro, y se va encaminando hacia lo grotesco y los personajes caricaturescos.

18 Valle-Inclán: los esperpentos
Divinas palabras (1919) es la obra de transición. Reaparece Galicia, pero como un mundo miserable donde todos los personajes se mueven por la avaricia o la lujuria. La obra clave que da el cambio es Luces de bohemia (1920). Aparece aquí la estética del esperpento, que mezcla lo cómico y lo serio, lo sublime y lo vulgar. Los personajes se conciben como títeres. Se usa el tono de la farsa y aparece la intención satírica, burlesca y paródica. Es una actitud distanciada, una estilización estética, una muñequización de los personajes y una parodia de mitos y tópicos literarios. Con ellos Valle criticaba la realidad de su tiempo, que le parecía grotesca. En esta época también escribió novelas, como Tirano banderas y El ruedo ibérico, cercanas a los esperpentos.

19 Luces de bohemia Publicada en 1920 en la revista España, y cuatro años más tarde en libro con variantes. Contiene quince escenas. La doce primeras se estructuran en torno a la idea de un viaje de los dos protagonistas, Max Estrella y Latino de Hispalis, por el Madrid nocturno. Contienen una estructura circular: en la escena I Max sale de casa hablando de la muerte y en la XII vuelve a ella para morir. En esas escenas Max toma progresivamente conciencia de la realidad social española. Las otras tres escenas son el epílogo tras la muerte de Max. Los protagonistas son Max Estrella y don Latino. Max se inspira en un escritor real, Alejandro Sawa. Es un poeta ciego que se encuentra en la miseria y marginado como escritor. Es un bohemio de concepción airstócrata, anarquista del arte y antiburgués. Latino es el cínico lazarillo de Max, carente de rasgos de nobleza.

20 Luces de bohemia En la obra hay un constante desfile de personajes, una dispersión de la acción y una variedad de escenarios, con un ritmo casi cinematográfico. La mayoría de los personajes están caracterizados de forma esperpéntica. Se asimilan los comportamientos humanos a los de los monigotes del teatro de guiñol. Es la primera obra donde Valle-Inclán incluye el término esperpento. El esperpento es una categoría estética que nos ofrece la vida humana y la sociedad desde una óptica deformante. El autor hablaba de tres miradas a la realidad: desde abajo, que muestra a los personajes como héroes superiores; como de nuestra propia naturaleza, que los presenta como iguales; desde arriba, que los empequeñece y los ridiculiza. Con esa última mirada se degrada y deforma al ser humano hasta hacerlo grotesco. Eso es lo que hace el esperpento. De ello deriva la intención crítica social, al reflejar el absurdo de la realidad.

21 Luces de bohemia La vida bohemia de la que había participado Valle-Inclán, esa particular forma de entender la vida y el arte, había desaparecido hacia 1920 y decide componer esta elegía. Si Cervantes desmitifica la sociedad española de su tiempo con la figura de don Quijote como caballero andante lleno de ideales anacrónicos, que tras su viaje recupera el juicio y muere, Valle-Inclán caricaturiza la España de 1920 paseando por el Madrid nocturno a otra figura también llena de ideales y anacrónica, un escritor bohemio fuera de época, que, también, después de un viaje, comprende la sinrazón de su vida anterior y muere. La intención ridiculizadora y caricaturesca en la obra refuerzan el carácter crítico de este drama, hacen explícito su propósito de denuncia y compromiso.

22 El teatro de Lorca Durante los años veinte se suceden intentos de renovación dramática, pero las agrupaciones teatrales independientes, siempre con dificultades económicas, fueron efímeras. Con el advenimiento de la Segunda República, se propició desde instancias gubernamentales el acercamiento de la cultura a otros medios sociales. Se fundan las Misiones Pedagógicas para llevar la cultura al pueblo. Entre otras cosas, se llevó teatro al pueblo gracias a grupos teatrales surgidos del ámbitos universitario. Uno de esos grupos fue La Barraca, impulsado por Federico García Lorca. Además de poeta, Lorca fue un gran autor dramático. Experimentó con diversas formas teatrales. Su teatro se desarrolla en dos vías diferentes: a) el teatro vanguardista próximo al surrealismo, donde destacan El público y Así que pasen cinco años; b) el teatro realista.

23 El teatro de Lorca Su teatro realista es más convencional estéticamente. En él el tema general es la marginación social de las mujeres. Bodas de sangre y Yerma son dos tragedias de sabor clásico, en las que Lorca mezcla la prosa y el verso, utiliza coros como en la tragedia griega, maneja elementos simbolistas y alegóricos y emplea recursos para lograr una gran intensidad dramática. La casa de Bernarda Alba es obra cumbre de su arte dramático. En ella aparecen temas habituales de su obra: la libertad frente a la autoridad, las pulsiones eróticas y los instintos naturales enfrentados a normas morales y sociales, la esterilidad y la fecundidad, la frustración vital o la condición sometida de la mujer. Es una reflexión sobre el poder, sobre cómo se interiorizan los mecanismos de poder en la vida privada.


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