Plegaria de Ofertorio de Marcel Olm EL REINO ESTÁ EN NOSOTROS HIJO, TODO LO MÍO ES TUYO EL REINO ESTÁ EN NOSOTROS HIJO, TODO LO MÍO ES TUYO
3ª parte del Camino: El REINO ya está aquí Lc 17,11 a 19, Recibir el Reino con agradecimiento, como el leproso curado (Dom 28) - Oremos insistentemente para que JUNTOS, lo construyamos (Dom 29) - La humildad nos hace entrar, como al publicano (Dom 30) - Abrámosle las puertas, como Zaqueo (Dom 31)
Escalera actual para subir al Templo El Templo es el Reino de Dios
Lc 18, 9-14 En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: Maqueta del antiguo Templo de Jerusalén
Para subir debemos hacernos “pequeños” Dios no mira el prestigio de las personas ( (( (1a lectura)
"Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. "Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano.
Las diferencias están en el corazón El Templo está dentro de nosotros
El fariseo, erguido, oraba así en su interior: "¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo."
Las comparaciones son odiosas, todos somos justos y pecadores Delante de Dios todos tenemos el mismo valor
El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo: "¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador.
Tan incapaz como él, deja que el Reino entre en su corazón Tan pecador como el fariseo, el publicano ora sin levantar los ojos
Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no.
Roca del Templo donde oraban El perdón es el regalo de Dios a los: humildes, insatisfechos, fracasados... Este perdón es la Roca sobre la cual estamos edificados
Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido."
1- Creer que Dios mira con amor Amarse a uno mismo y a Dios No dramatizar las dificultades No tener miedo a ser débil En casa, ni tristeza, ni melancolía 7- Dios nos ama tal cual somos 8-Conscientes que somos comunidad 9- Hablando con discreción Evitando la vulgaridad Sin querer imponerse Humildes de corazón y de cuerpo- Cerámica sobre los 12 grados de humildad de S. Benito Los humildes viven sin miedo
Jesús, enséñanos a orar con humildad, conscientes de lo que somos y agradecidos por lo que recibimos