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PALABRAS de VIDA Benedictinas Montserrat.

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Presentación del tema: "PALABRAS de VIDA Benedictinas Montserrat."— Transcripción de la presentación:

1 PALABRAS de VIDA Benedictinas Montserrat

2 El Padre no nos quiere porque somos buenos.
Somos buenos porque el Padre nos mira, nos acoge, nos perdona y nos quiere. Lucas 18, 9-14 30 domingo Tiempo Ordinario –C

3 9 También a unos, que presumían de ser hombres de bien y despreciaban a los demás, les dijo esta parábola: A las personas destinatarias de la parábola no se las identifica por su nombre, sino por compartir una determinada actitud. Jesús dedica la parábola a las personas amenazadas por el pecado del orgullo espiritual, que se creen justas, con una frágil arrogancia que sólo sobrevive criticando a demás.

4 –10 Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo, y el otro publicano. 11 El fariseo, erguido, hacía interiormente esta oración: «Dios mío, te doy gracias porque no soy como el resto de los hombres: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano.12 Ayuno dos veces por semana y pago los diezmos de todo lo que poseo». El fariseo, de ayer y de hoy, representa a quien se cree justo, poseedor de la verdad y con derecho a juzgar, despreciar y condenar a demás. No necesita nada de Dios, no tiene nada de qué arrepentirse. Su acción de gracias es un monólogo de autocomplacencia. No dialoga con Dios. Una persona así se incapacita para amar y para aceptar un Dios Amor y Padre de

5 13 Por su parte, el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni siquiera a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: «Dios mío, ten compasión de mí, que soy un pecador». El publicano reconoce su condición de pecador, tiene necesidad de acogida y salvación, espera ser perdonado y tiene plena confianza y esperanza en la misericordia divina. Dialoga con Dios. Se abre al perdón y siente que Dios es para vivir, para curar, para iluminar para resucitar, para solucionar la vida, no para cargarla aún más. Dios no es el premio de los buenos y el castigo de los malos: es el Padre y el Médico de y para que ama más a quien le necesita más. Sigue contando con Seguimos contando con Él para curarnos.

6 14 Os digo que éste bajó a su casa reconciliado con Dios, y el otro no
14 Os digo que éste bajó a su casa reconciliado con Dios, y el otro no. Porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado. El publicano ha pedido y obtenido la misericordia de Dios en su oración acompañada de humildad y arrepentimiento. Mira al futuro, se abre a la experiencia gozosa del perdón de Dios y a la esperanza de una vida renovada. Puede bajar a su hogar, reencontrar su realidad cotidiana, su condición personal, sus relaciones profesionales y familiares. Es el mismo, pero todo ha cambiado gracias a la mirada amorosa y acogedora de Dios.

7 Tú que eres un Dios de perdedores y desposeídos, haz que entendamos tu voluntad como una pasión por la inclusión, y haz de nuestras vidas y de nuestras comunidades espacios fraternos de mesa abierta, en los que nos lavemos los pies mutuamente, en los que sea posible compartir el pan y la palabra, en los que encontremos fuerza y ánimos para ponernos junto a ti y contigo a la tarea de reconciliar, de sanar heridas, de enjugar las lágrimas de tanta opresión, de tanta injusticia, violencia y división. No nos dejes caer en la tentación de la trivialidad, del desánimo o de la instalación. Ayúdanos a permanecer descalzos ante la zarza ardiente de tu gratuidad y de tu desmesura, sumergidos en la nube de tu misterio, sin querer controlarte, ni medirte ni entenderte, porque Tú sólo te revelas a los humildes y pequeños. Te lo pedimos por Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, por quien hemos aprendido a nombrarte y a invocarte como Padre y Madre nuestra y a sabernos hijos tuyos y entre (Dolores Aleixandre) Amén


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