HISTORIA DEL ARTE Y LA CULTURA II Clase Práctica IV 28 de mayo 2014 Las vanguardias artísticas: perspectivas y balances historiográficos

ERIC HOBSBAWM (Alejandría, ) Historiador contemporáneo Se formó en Berlín y en Cambridge. Fue profesor de historia en la Universidad de Londres y miembro de la Academia británica; también del grupo de historiadores del Partido comunista de Gran Bretaña entre 1946 y Su obra se inscribe dentro del marxismo revisionista europeo. Uno de sus focos de análisis ha sido la «revolución dual»: la revolución francesa y la revolución industrial británica. En ellas ve la fuerza impulsora de la tendencia predominante hacia el capitalismo liberal de nuestro tiempo. Al margen de su obra como historiador, también ha escrito como crítico de jazz y tiene numerosos ensayos publicados en periódicos intelectuales sobre temas como los problemas del movimiento obrero y el conflicto entre comunismo y anarquismo.

Ramón Mayrata (Madrid, 1952) Escritor, poeta y crítico de arte Colaboró en numerosas publicaciones españolas, entre ellas La Luna, El Europeo, El Sol, El País, etc. También trabajó como guionista de radio y televisión, reuniendo sus artículos literarios en El ojo de la arbitrariedad (1986). Durante algún tiempo dirigió una editorial especializada en libros técnicos de magia. Fruto de su relación con la magia y el ilusionismo será Por arte de magia. Una historia del ilusionismo. (1982) y La sangre del turco (1990). Una de sus obras más reconocidas ha sido Alí Bey, el Abasí (Planeta 1995) que fue adaptada al teatro por el dramaturgo Carlos Rod. Escribió numerosos textos sobre arte y en catálogos dedicados a pintores y fotógrafos contemporáneos.

RAYMOND WILLIAMS ( ) Pensador y crítico galés, perteneciente al Círculo de Birmingham, de las décadas del ’50 y ’60. Militó en el partido Comunista, del cual posteriormente se alejó por diferencias con el sector ortodoxo. Fue uno de los iniciadores de los Estudios Culturales junto con Richard Hoggart y Edward Thompson, entre otros. Para Williams la cultura es una producción central y organiza los significados y los valores de una determinada sociedad, está enmarcada en instituciones sociales concretas y condicionada por circunstancias materiales. Las prácticas específicas de la cultura, las artes, son vistas en términos de su interrelación con la sociedad que las informa y a la que dan forma. Demuestra que el materialismo cultural redirecciona de manera productiva la investigación sobre el significado social de las artes y de la intermediación de la cultura en las distintas esferas de la vida contemporánea.

Peter Bürger (Hamburgo, 1936) Fue profesor de Literatura en la Universidad de Bremen. Es uno de los téoricos más destacados sobre el arte de vanguardia. Su concepción y su valoración del mismo se nutre de los aportes y las discusiones que entabla con las reflexiones de Hegel, Kant, Adorno, Benjamin, Habermas, Gadamer y Marcuse entre otros pensadores. Su problematización de la autonomía del arte y de la categoría de “obra” en Teoría de la vanguardia se convirtió en una perspectiva clave para indagar las prácticas artísticas del siglo XX. Al mismo tiempo, suscitó polémicas entre sus seguidores y detractores.

VARIABLES PARA COMPARAR LOS TEXTOS Campo disciplinar en el que se sitúa el autor: Historia contemporánea - Crítica de arte - Teoría del arte – Sociología de la cultura Desde dónde analiza las vanguardias Artistas – obras – espectador – entorno socio-histórico en el que desarrollan y con el que se vinculan Hipótesis de trabajo Qué explicación anticipada expone cada autor respecto de las vanguardias. Qué quiere demostrar. Fuentes que utiliza Testimonios de artistas y críticos – bibliográficas – filosóficas –obras de arte - estadísticas Conceptos de ‘vanguardia’ – ‘modernidad’ Límites temporales y espaciales (cuándo –dónde) – exigencia de originalidad- campaña cultural y política- rechazo violento de la tradición – ataque al status del arte en la sociedad burguesa- Enfoque idealista o socio-histórico Prestar atención a la hipótesis que plantea y cómo la demuestra

Evaluación de las vanguardias: balance positivo o negativo Qué importancia tuvieron estos movimientos en los ámbitos artístico y cultural, qué lograron y qué no y por qué: brindaron nuevas posibilidades al espectador – no hallaron nuevas formas de ‘mirar el mundo’ – propusieron cambios radicales- destruyeron el concepto de obra de arte tradicional – se institucionalizaron Relación con el arte posterior a 1945 Qué sucedió con las vanguardias después de la Segunda Guerra Mundial, qué mantienen de las vanguardias los movimientos artísticos posteriores y en qué se diferencian estos de aquellas, según cada autor: «Aceptación entusiasta de cualquier propuesta» – incorporación al mercado – «tráfico programado del espectáculo» - «pérdida del efecto de shock»- concepto de neovanguardia

Manifiesto futurista, 1909 (fragmento) Nosotros queremos cantar el amor al peligro, el hábito de la energía y de la temeridad. El valor, la audacia, la rebelión serán elementos esenciales de nuestra poesía. Hasta hoy, la literatura exaltó la inmovilidad pensativa, el éxtasis y el sueño. Nosotros queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso ligero, el salto mortal, la bofetada y el puñetazo. Nosotros afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido con una belleza nueva: la belleza de la velocidad.. Un automóvil de carreras con su capó adornado de gruesos tubos semejantes a serpientes de aliento explosivo..., un automóvil rugiente es más bello que la Victoria de Samotracia. Ya no hay belleza si no es en la lucha. Ninguna obra que no tenga un carácter agresivo puede ser una obra de arte. […] ¡Nos hallamos sobre el último promontorio de los siglos!... ¿Por qué deberíamos mirar a nuestras espaldas, si queremos echar abajo las misteriosas puertas de lo Imposible? El Tiempo y el Espacio murieron Ayer. Nosotros ya vivimos en lo absoluto, pues hemos creado ya la eterna velocidad omnipresente. Nosotros queremos glorificar la guerra —única higiene del mundo—, el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los libertarios, las hermosas ideas por las que se muere y el desprecio por la mujer. Nosotros queremos destruir los museos, las bibliotecas, las academias de todo tipo, y combatir contra el moralismo, el feminismo y toda cobardía oportunista o utilitaria.

Izquierda: Parte del manifiesto de Giacomo Balla (1914). Derecha: Traje futurista (1918). Abajo izq.: Zapato futurista. Abajo centro: Quitasol futurista de paño, ca

“El tipo inhumano y mecánico, construido para la velocidad omnipresente, será naturalmente cruel, omnisciente y agresivo. Este es el tipo humano que queremos. Estará dotado de órganos desconocidos adaptados a las exigencias de un ambiente hecho de choques continuos. […] Para preparar la formación de este tipo inhumano y metálico de hombres multiplicados, es preciso disminuir singularmente la necesidad de cariño, sentimiento muy arraigado del hombre, que circula a todo lo largo de sus venas. […] A los jóvenes más apasionados yo aconsejo el cariño de los animales, caballos, gatos, perros, porque ese cariño puede llenar de una manera normal su necesidad de afectos, que la mujer no haría mas que exasperar con sus caprichos y alicientes de sus carnes finas. Veremos desaparecer de este modo no sólo el amor por la mujer esposa y por la mujer amante, sino también y fundamentalmente, desaparecer el amor por la madre, ligadura principal de la familia y como tal, rémora eterna para la atrevida creación del hombre futuro. Atendiendo a esto, encontramos eficaz por lo pronto la propaganda en pro del amor libre que disgrega la familia y acelera su pronta destrucción. El inmenso amor romántico quedará reducido a la simple cópula para la conservación de la especie […]. Pero hace falta para esto que los machos contemporáneos, al fin hartos de novelas eróticas y del doble alcohol sentimental y lujurioso, definitivamente inmunizados contra la enfermedad del amor, aprendan poco a poco a destruir en ellos todos los dolores del corazón.” Manifiesto futurista de 1910, cit. por Nicolás Casullo, Itinerarios de la modernidad, Buenos Aires, Eudeba, 1999, p. 117 – 118.

Umberto Boccioni, La ciudad se levanta, 1910 (óleo sobre lienzo) 199,3 x 301 cm. MoMA, New York.

Giacomo Balla, Dinamismo de un perro con correa, 1912 (Óleo sobre lienzo) 91 x 110 cm. Galería Albright- Knox. Buffalo

CUBISMO Georges Braque Botella y peces, 1910 (óleo sobre lienzo) 61 x 75 cm, Londres, Tate Modern Violín y candelabro, 1910 (óleo sobre lienzo) 61 x 50 cm., San Francisco, Museum of Modern Art

Pablo Picasso, Tres músicos, 1921 (óleo sobre lienzo), 200,7 x 222,7 cm, Nueva York, The Museum of Modern Art

Marcel Duchamp, La Fuente, 1917, ready-made “Yo les tiré a la cara un urinario, y ahora lo admiran por su belleza”. Cit. por R. Mayrata, op.cit., p.131.