La Declaración Universal reconoce, en su articulo 22: “Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.”

Posteriormente, en 1966 se elaboró, se firmó y entro en vigor el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC), que en su artículo 11 ordena: “Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para si, y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda adecuados, y a una mejora continua de las condiciones de existencia. Los Estados Partes tomarán medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho, reconociendo a este efecto la importancia esencial de la cooperación internacional fundada en el libre consentimiento.”

 En el mundo hay alimento suficiente, solo que mal distribuido.  Para la cumbre de la Alimentación en el Mundo, de 1996, el papa subrayó el imperativo ético de alimentar al hambriento y de actuar contra los embargos injustos y el peso de la deuda para los países pobres.

EL PIDESC detalla las medidas que considera adecuadas para resolver el problema: a)Mejorar los métodos de producción, conservación y distribución de alimentos. b) Asegurar una distribución equitativa de los alimentos mundiales en relación con las necesidades.

En el mundo hay 100 millones de personas sin techo. El número tiende a crecer, teniendo en cuenta que hay entre 30 y 70 millones de niños en la calle. El derecho a una casa esta reconocido en la Declaración Universal.

 Existen muchos tratados internacionales, sancionados por la ONU, acerca de los derechos de la salud.  El principa,l organismo que los promueve: OMS (Organización Mundial de la Salud)

- 125 millones de niños no asisten a la escuela actualmente En 1999 la comunidad internacional se comprometió a que, para el año 2015 no hubiera ningún niño en el mundo que no asistiera a la escuela. Sin embargo, dos años mas tarde, James D. Wolfensohn, reclamó mayor compromiso de los países desarrollados para financiar este tipo de programas en naciones pobres.