Samuel es joven
pero muy consciente de la realidad de su pueblo, quizá por el entorno en que vive
siente que tiene que hacer algo por los demás.
Es algo que lleva en su cabeza y le da vueltas ya desde pequeño
Es algo insistente (hasta tres veces escucha “Samuel, Samuel, Samuel)
Lo ilumina con la luz de su fe y le dice al Señor: Aquí estoy, esta es mi disposición
Dios le responde a través del sacerdote Elí
Elí le pone en contacto con Dios y le dice que su oración debe ser:
“Habla, Señor, que tu siervo escucha”
En su misma búsqueda ya encontró la verdad y se comprometió por los demás.
Podría ser tu historia. Es más, resulta que es tu historia. Desde hace muchos años has dicho que estarías dispuesto a hacer algo por los necesitados, echar una mano, ir a misiones