Laura Franco Salazar Luisa Buitrago Guzmán
La tecnología moderna revolucionó a la agricultura tanto como a otras ramas de la economía. Pero la revolucionó de una manera distinta, menos visible para el que la contempla desde afuera y como consecuencia, muchas veces los cambios pasaron inadvertidos. Las innovaciones tecnológicas pueden ser analizadas desde diversas ópticas, ya sea en función de sus efectos asociados al incremento de los rendimientos, a la conservación de los suelos, al cuidado del medio ambiente, a la reducción de los costos, etc.
BIOLÓGICAS: organismos genéticamente modificados; continúan los desarrollos fitotécnicos tradicionales para mejorar los nuevos cultivares. AGROQUÍMICAS: centradas en los fertilizantes, herbicidas, insecticidas y fungicidas. MECÁNICAS: eficiencia en los equipos, mayor versatilidad de uso y capacidad de trabajo, incorporación de la electrónica, la informática y la seguridad para el operador. DE MANEJO: ocupación de mano de obra, tiempo libre disponible, estructura agraria y superficies destinadas a cada actividad.
Los avances tecnológicos más notables de los últimos años que están hoy vigentes con diferente grado de adopción son: La nueva generación de agroquímicos que incluyen a los fertilizantes y los plaguicidas. La siembra directa. La biotecnología. La agricultura de precisión. La mecanización (incluyendo el almacenamiento provisorio en el campo de los granos). La informática.