LA ORACIÓN, UNA NECESIDAD Y UN PRIVILEGIO. Orar= rezar (de viva voz); rogar, pedir, suplicar. LA ORACIÓN, UNA NECESIDAD Y UN PRIVILEGIO. “También les refería Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar” (Lucas 18:1). Nuestro Señor da primero la orden, el mandato, y luego sigue el ejemplo. Hay en este capítulo cinco ejemplos de oración: 1) una viuda orando (v.3); 2) un fariseo orando (v.10); 3) un publicano orando (13); 4) un principal orando (v.18); 5) un mendigo orando (v.38).

Con todo esto la lección para nosotros es que siempre hay necesidad, tiempo para orar = rogar, pedir, suplicar, dar gracias. * Los hombres se mofan, se rien de la eficacia de la oración, refiriéndose a la inmutabilidad (inmovible, constante) de Dios. Como si el Dios inmutable no pudiera ordenar los medios y cambiar las cosas. * Los hombres debieran orar siempre. Orar acerca de todo, y estar agradecidos por todo. “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracia” (Filp.4:6).

*Se debería orar siempre, porque la palabra griega para “orar” es “desear”. Los hombres deberían desear siempre. Orar sin desear es una burla a Dios. (Cuidado) Estar siempre deseando no significa estar siempre pidiendo, sino comunicarse con Dios, y como uno que se deleita en la comunión con Él. Ej: nuestra relación familiar. * Se debería orar siempre y no desmayar. Él estará siempre con aquellos que claman día y noche. La constancia no quedara sin recompensa. Abraham desmayó cuando dejó de orar por Sodoma. La constancia de Pablo prevaleció, , aunque el aguijón no le fue quitado. Las causas del desfallecimiento son generalmente la duda y nuestro yo.

¿Por qué los hombres no oran? * Por su incredulidad: no creen en Dios, y muestran por su incredulidad práctica que Jesucristo no tiene en sus vidas. * Por su autoconfianza: tienen tales pensamientos acerca de su propio carácter y capacidades que no sienten ni tienen la necesidad de buscar la ayuda y conducción en sus vidas de Dios. * Debido al amor al pecado: algunos son tan conscientes de que sus vidas están en oposición a la voluntad de Dios, que no oran a no ser que estén en apuros o dispuestos a presentar confesión.