Carmelitas Misioneras de Santa Teresa HISTORIA

Esta nueva comunidad nace por el deseo de una vida religiosa auténtica y comprometida con la realidad

Con base en el seguimiento de cristo según el evangelio Y teniendo como principio fundamental el amor a dios como padre que nos compromete a vivir como hijas de dios y hermanas de todos.

El momento histórico en el que nace la Congregación, es en el cual México pasaba por la siguiente situación: * Las clases privilegiadas se veían favorecidas por la prosperidad porfiriana mientras la mayoría de la población sobre todo femenina quedaba privada del acceso a la educación y de otros servicios sociales.

Preocupadas por esta situacion, nuestras madres fundadoras abrieron un pequeño espacio para la niñez en especial para las niñas. Este colegio-orfanatorio lo bautizaron con el nombre de colegio de la luz.

La M. Margarita Diéguez, novicia, estuvo al frente de este Colegio como maestra y Directora. Impulsó grandemente la Pastoral Educativa, apoyando y acompañando en todos los trabajos a cada uno de los miembros de la comunidad educativa naciente. La M. Margarita nunca castigaba ni llamaba la atención, bastaba su presencia llena de bondad.

En 1905 se concedió a la Congregación la afiliación a la Orden del Carmen Descalzo, el 24 de septiembre del mismo año.

México se encontraba en Revolución desde 1910, siendo presidente Don Francisco I Madero. En el año de 1914 la Revolución tomó una característica antirreligiosa y comenzó a perseguir a sacerdotes y religiosas en general.

En el mes de mayo, el Arzobispo ordenó a las Congregaciones Religiosas que se dispersaran para evitar males mayores. La comunidad que radicaba en Santa Julia como su Casa Central, obedeciendo este mandato, abandonó la Hacienda repartiéndose de dos en dos en casas particulares.

Cuenta la cronista “seguimos todas en nuestro destierro hasta el 19 de marzo de 1915, que nos pudimos reunir nuevamente en la Casa Central, para celebrar la fiesta de San José”. Se siguió viviendo en comunidad aunque vestidas de seglares porque los hábitos no eran aceptados.

Las repercusiones de esta guerra cristera se extendieron hasta los años 40. Muchas escuelas fueron clausuradas y algunas confiscadas, como lo fue nuestro colegio Carmelitano ubicado en Santa Julia y finalmente devuelto a la Congregación en 1961. Dios bendijo a la Congregación con muchas vocaciones y fueron aumentando los colegios, sobre todo en los lugares cercanos al Distrito Federal. Aquella pequeña semilla se fue transformando en un árbol cuyas ramas se han extendido preferentemente en América Latina. Estas realidades de marginación de la población femenina y en especial de las mujeres indígenas, siguen latentes en abundantes regiones de América Latina.

Nuestra presencia en la educación quiere responder a estas realidades y a la inquietud de ofrecer a la sociedad a través de nuestra Congregación, una formación integral de los alumnos y alumnas imprimiendo el sello específico de nuestro Carisma de Carmelitas Misioneras de Santa Teresa: La formación de una vida de oración como comunicación filial y confiada con el Padre e iluminada por la Palabra de Dios desde la realidad, con la conciencia de que esta formación integral es la que da sentido a nuestra Pastoral Educativa.

NUESTRA IDENTIDAD

Las Carmelitas Misioneras de Santa Teresa (CMST) hemos optado por hacer presente al Dios de la Vida en la Pastoral Educativa, conscientes de que tenemos una misión específica en la Iglesia, queremos que la expresión de nuestro ser de consagradas propicie la experiencia de Dios y contribuya al crecimiento integral de la persona humana, viviendo, nuestra forma peculiar de Seguir a Cristo en su comunicación filial y confiada con el Padre, teniendo como Misión Específica: “Vivir la experiencia de Dios y ayudar a que otros la vivan, a través de la entrega sencilla de nuestra vida, preferentemente entre los pobres”.

Espiritualidad CMST

Somos partícipes de la misión de Cristo por el Bautismo y la Confirmación y, por nuestra consagración a Dios y el servicio a los hermanos, hemos reforzado nuestro compromiso cristiano de “buscar ante todo la realización del Reino de Dios y su justicia” a través de la Pastoral Educativa, Pastoral de la Salud, Pastoral Misionera, Pastoral de la Espiritualidad y en otras actividades que de acuerdo a nuestro Carisma vayamos descubriendo como necesarias para el crecimiento del Reino de Dios.

Nuestra espiritualidad se caracteriza por: Un discernimiento orante y búsqueda constante de autenticidad. Ser evangelizadoras con la propia vida Ser fieles a la experiencia fundacional de fortaleza, amor, abnegación y pobreza. Construir una comunidad evangelizada y evangelizadora en comunión con toda la Iglesia siendo testimonio de unidad.

Nuestra espiritualidad se caracteriza por: Promover una autoformación en el sentido crítico. Vivir la solidaridad a favor de la construcción del Reino de Dios desde la perspectiva de los más necesitados. Dar testimonio de fraternidad, sencillez, humildad en la verdad, pobreza, alegría y abnegación apostólica. Vivir la fidelidad y el gozo filial del encuentro cotidiano con Dios.

TODO ELLO CIMENTADO EN: La oración contemplativa y la Lectio Divina, como fuente de servicio a los hermanos. La oración fundamentada y alimentada con la Palabra de Dios, meditada asiduamente a partir y en función de la realidad histórica. Un amor especial a María quien ocupa un lugar preferente en nuestra vida, nos precede en el seguimiento de Jesús y es signo de esperanza. Una oración acompañada por María que creyó con fidelidad en la Palabra de Dios, la escuchó y la guardó en el corazón para hacerla vida y se abrió en total disponibilidad a la acción del Espíritu Santo.

Todo ello cimentado en: Una oración realizada en silencio y soledad que lleva a tomar conciencia de nuestro espacio interior, que coloca a Dios en el centro de la propia existencia Una oración de adoración al Santísimo Sacramento y de amor a la Celebración Eucarística. Una oración que se proyecta en actitudes evangélicas de perdón, compasión, justicia y solidaridad a favor de la construcción del Reino de Dios desde las personas más necesitadas.

ESPIRITUALIDAD DE LA PASTORAL EDUCATIVA

Cuando educamos estamos colaborando con el Espíritu Santo, educamos hacia un proyecto de ser humano en el que habita Jesucristo.

Nuestro estilo educativo se encuentra inspirado ante todo en la persona de Jesús Maestro y su Evangelio; en María, Maestra de vida en el Espíritu; en la vivencia de nuestras Madres Fundadoras y en las notas características de la Espiritualidad Carmelitano- Teresiana. De aquí tomamos los rasgos que marcan nuestro quehacer educativo de CMST

“Es mejor hablar con Dios que de Dios” M. Antonia del Espíritu Santo. “Para gozar hay que padecer” M. Soledad de la Pasión. “En el silencio siempre está Dios” M. Teresa de la Cruz “Paciencia, paciencia, para llegar al cielo se necesita mucha paciencia”. M. Carmen de San Eliseo

Santos y santas del carmelo

Sta. Teresa Asumimos un estilo de oración como trato de amistad con Dios y ejercicio de amor posible en todo lugar, por eso, Sta. Teresa es para todos MAESTRA DE LA VIDA ESPIRITUAL Con su experiencia personal y como maestra de vida interior, nos invita a formar amigos fuertes de Dios a través de la oración, como luz para conocernos y conocer la voluntad de Dios, principio de interiorización, puerta de nuestro castillo interior, diálogo de amistad con Dios, Padre y Amigo.

San juan de la cruz

San Juan de la Cruz, es el poeta enamorado que recrea la experiencia de Dios desde el saberse amado-a por El. Quien ama, permanece unid@ a Dios mismo, en atención amorosa constante que le lleva a la comunión y armonía interior. El recrear la dignidad de personas desde el amor, es una manera de expresar la experiencia de oración bajo la sombra del Espíritu Santo que es fuego de amor que transforma la vida y la existencia. Es el amar en ejercicio el lenguaje de quien ha centrado y concentrado la vida en su vocación fundamental de hij@ de Dios, herman@ de quienes le rodean, señor@ de sí mism@ y de la creación. t t

Sta. Teresa del niño Jesús Sta. Teresita, como la llamamos, es conocida universalmente por ser patrona de las misiones. Es una joven religiosa que encontró en la profundidad de los escritos de los Santos Padres su deseo de ser totalmente de Dios. Su carácter débil y sensible, le llevó a encontrar el camino de la sencillez, a engrandecer y darle valor a lo cotidiano, aprendiendo así a construir el Reino de Dios. En su búsqueda, sentía dentro de sí que tenía todas las vocaciones: guerrero, sacerdote, apóstol, doctor, mártir. Quería realizar todo lo más por Jesús. Y comprendió que el AMOR encierra todas las vocaciones, que el amor lo es todo, que el amor abarca todos los tiempos y lugares, en una palabra que EL AMOR ES ETERNO. MI VOCACION ES EL AMOR. Carmelita, Esposa, y Madre.

MI VOCACION ES EL AMOR

Teresa benedicta de la cruz (Edith stein) Educadora y Filósofa. Retoma la mística de los Santos Reformadores del Carmelo, Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, y orienta hacia una formación integral de la persona. Sabe que la oración de la Carmelita es la razón de su existencia y el modo de servir. Uno de los temas de mayor actualidad, entre otros, es el de la mujer, dirá: “una sociedad o estamento público o privado que prescinda de la mujer está desperdiciando uno de los valores más seguros de que disponemos los humanos”

Los santos de la Orden del Carmen Descalzo nos legaron una profunda riqueza espiritual, heredándonos una oración encarnada en la historia, que ha trascendido a través del tiempo y el espacio.