Madrid albergará del 16 al 21 de agosto la Jornada Mundial de la Juventud, presidida por el Papa Benedicto XVI, que estará en Madrid del 18 al 21 de agosto, en la que será su tercera visita apostólica a España.
Es un encuentro festivo: los jóvenes muestran el dinamismo de la Iglesia y dan testimonio de la actualidad del mensaje cristiano.
Es un acontecimiento eclesial, en el que se expresa de un modo extraordinario la fe en Jesucristo.
Es signo de la comunión eclesial: jóvenes de todo el mundo, asociaciones, comunidades, grupos y movimientos diversos se reúnen en torno al Papa y los Obispos, unidos por el mismo amor a Cristo y a la Iglesia y por su misión en el mundo.
Es una peregrinación de FE. El sentido del peregrinar yace en el corazón de la experiencia de la JMJ. Ella imita la historia bíblica, que es una historia y un modelo de peregrinación para los creyentes.
Estamos de paso en esta vida, para alcanzar la que es verdadera y eterna. Cristo nos ilumina y acompaña a lo largo del camino: Yo soy el camino, yo soy la luz.
Favorecer el encuentro personal con Cristo, que cambia la vida.
Vivir la experiencia de ser Iglesia católica, como misterio y comunión.
Tomar conciencia más clara de la vocación de todo bautizado, llamado a convertirse en misionero.
Redescubrimiento de los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía, que fortalecen la vida cristiana.
La Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud o Cruz de los Jóvenes es una cruz de madera de 3,8 m de altura entregada a los jóvenes por Juan Pablo II en la jornada de 1984 en Roma. El Papa encomendó a los jóvenes la tarea de llevarla por el mundo “como símbolo del amor de Jesús a la humanidad”. Desde entonces ha sido la cruz peregrina.
En 2003 Juan Pablo II hizo entrega también de una imagen de la Virgen María para acompañar a la cruz en su “peregrinación”. Además de estar presentes en estos grandes encuentros, los dos símbolos realizan un recorrido previo visitando las diócesis católicas del país donde se celebre como preparación de estos encuentros de jóvenes católicos.
La Plaza de Cibeles para la acogida que presida en la tarde del martes 16 de agosto el cardenal Rouco;
La calle de Alcalá para el Vía Crucis de la tarde del viernes 19.