REINO DE ESPAÑA Siglos XV-XVI Hacia fines del siglo XV, España está aún divida en tres grandes reinos y está expulsando a los últimos musulmanes de Granada. Los reyes de Castilla y León, Isabel y Fernando, conocidos como los reyes católicos, logran conquistar a los demás reinos y expulsar a los musulmanes y judíos. Estos reyes patrocinan el viaje de Cristóbal Colón en busca de una nueva a la India pero que concluyó con el descubrimiento de América, lo que les permitirá fundar una España fuerte y poderosa. Además crearon la Santa Inquisición para mantener a España en la fe católica contra las amenazas de la Reforma Protestante, los musulmanes y los judíos. En 1494, el Papa Alejandro VI, decidió crear una línea imaginaria (Línea Alejandrina) para que España y Portugal conquistaran los nuevos territorios de América y África. Los territorios al oeste de la línea serían para España y los del este serían para Portugal. En 1516, Carlos V, se convierte en Emperador de España y Austria y es el monarca más poderoso del Siglo XVI.

REINO DE FRANCIA Siglos XV-XVI Entre 1461 y 1483, el rey Luis XI consolida a Francia en un sólo reino después de la Guerra de los Cien Años con Inglaterra. Debido a la guerra, Francia había quedado destruida y pobre, pero con un gran sentido de unidad debido a las hazañas de Juana de Arco. Luis XI se aprovecha del sentimiento de unidad y busca quitar poder a los señores feudales, para lo cual crea un gran ejército. Además, Luis XI obtuvo el apoyo de la clase burguesa (comerciantes, banquero y artesanos) para fortalecer su poder como rey. Luis XI fue quien inició la construcción de Francia como una nación poderosa, pero sería Luis XIII quien finalmente convertiría a Francia en una potencia en la Europa de los siglos XVII y XVIII.

REINO DE INGLATERRA Siglos XV-XVI A finales del siglo XV, los señores feudales, los nobles y algunos burgueses se unieron y crean el Parlamento para restar poder a la Corona. Enrique VII, combatió al Parlamento y buscó obtener el apoyo de algunos burgueses ofreciéndoles puestos importantes en su gobierno, con lo cual logró vencer a los últimos señores feudales y nobles que se oponían a su poder. En 1509, al morir Enrique VII, se convierte en el nuevo rey Enrique VIII, quien decide separar a toda Inglaterra de la Iglesia Católica, debido a que el Papa se había negado a otorgarle el divorcio de su esposa Catalina de Aragón, última hija de los Reyes Católicos. Además, Enrique VIII se inspiró en las ideas de la Reforma Protestanta iniciada por Martín Lutero, para separar a Inglaterra del poder de la Iglesia Católica. Su hija Isabel I, será la que convertirá a Inglaterra en una potencia europea, pues buscará debilitar el poder de España y autorizaó a los piratas ingleses como Francis Drake, atacar a los barcos españoles para apoderarse de las riquezas que traían de América, lo que provocará conflictos posteriores.

REINO DE RUSIA Siglos XV-XVI En el siglo XIII el territorio de lo que hoy es Rusia fue invadido por Gengis Khan y sus bárbaros mongoles. Estos gobernaron Rusia durante 200 años. En 1462, Iván III (“El Grande”), se convirtió en el líder de los mongoles e inició algunas guerras para agrandar su imperio, logrando conquistar Finlandia y algunos territorios al norte de Alemania, pero lo importante fue que Iván construyó las bases de una nación poderosa. Posterormente, Iván IV (“El Terrible”), buscó debilitar el poder de los señores feudales y de los nobles, para lo cual usó extrema crueldad y creó leyes con las cuales sometió a los campesinos al régimen de servidumbre feudal. Con esto, Rusia permanecerá en el atraso respecto del resto de Europa hasta el siglo XVIII, cuando Catalina II (“La Grande”) realizará algunas reformas económicas importantes.

Las Ciudades Burguesas Siglos XV-XVI El descubrimiento de América y la exploración de Africa permitieron que el comercio en Europa resurgiera, iniciando así el mercantilismo o economía basada en el comercio. Esto permitió que los nuevos ricos buscaran lugares para vivir fuera de las ciudades feudales, creando así las primeras ciudades burguesas. Muchos campesinos feudales comenzaron a emigrar a estas ciudades con la esperanza de obtener trabajo y hacer riquezas. De esta forma las primeras ciudades modernas crecen rápida pero desordendamente, trayendo como consecuencia hambre y enfermedades como la peste. En el caso de los artesanos y demás oficios, estos se agrupaban en barrios dentro de las ciudades, dependiendo de su tipo de profesión. Algunas de las primeras ciudades fueron Génova, Venecia, Milán y Florencia, debido a su importancia comercial, pues se encontraban prácticamente entre las rutas comerciales de Europa y Oriente. El desarrollo de las ciudades comerciales permitió que algunas personas acumularan grandes riquezas (“capital”), las cuales prestaban a otros para realizar proyectos como expediciones o iniciar fábricas y comercios, a esta acumulación de riqueza y préstamo se le comenzó a llamar capitalismo.

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