11. 1. 1. EL REINADO DE ISABEL II. LA OPOSICIÓN AL LIBERALISMO 11.1.1. EL REINADO DE ISABEL II. LA OPOSICIÓN AL LIBERALISMO. CARLISMO Y GUERRRA CIVIL.

-Desde los últimos años del reinado de Fernando VII los absolutistas más radicales reclamaban el trono para el Infante Carlos María Isidro, que no iban a aceptar la supresión de la Ley Sálica por parte del monarca en favor de su hija. Nada más morir el rey (1833) y tomar la corona la reina Isabel II, apoyada por los liberales y bajo la regencia de su madre, María Cristina, iba a estallar una guerra civil entre los partidarios del infante (“carlistas”) y los partidarios de la reina (“isabelinos”) Sería conocida como la Primera Guerra Carlista (1833-1840) -Los “carlistas” eran partidarios de la vuelta al Antiguo Régimen y bajo la premisa de “Dios, Patria y Rey” se oponían a las ideas liberales. Querían privilegios para la nobleza y clero y la intervención del Estado en la economía (opuesto al Liberalismo Económico) Contaron con gran apoyo en las zonas rurales de las regiones forales. -Los “isabelinos” querían la soberanía nacional, la igualdad ante la ley y la libertad económica. Estaban respaldados por la clase media urbana y en el ámbito internacional recibieron ayuda diplomática, financiera y militar.

-LA PRIMERA GUERRA CARLISTA (1833-1840) Estalló sólo dos días después de la muerte de Fernando VII. Las zonas rurales y pequeñas ciudades de Navarra y País Vasco, que apoyaban al Infante Carlos, se sublevaron. Los “carlistas” del Norte se organizaron bajo el mando del General Tomás de Zumalacárregui. Otras zonas de España también se sumaron a la sublevación, aunque con menor fuerza (como Aragón, dirigidos por Cabrera, o en Castilla, por el Cura Merino)Conscientes de su inferioridad numérica, emplearon la táctica de guerrillas, como en el asalto a un comboy de armas en Logroño. Logró importantes victorias , como en el Puerto de Descarga, en su avance hacia Bilbao, ante el general liberal Espartero. Finalmente fue herido durante el cerco a la capital vizcaína y murió el 10 de junio de 1835. -Los “isabelinos” contaron con el apoyo de Reino Unido, Portugal y Francia en forma de créditos y fuerzas militares.

Abrazo de Vergara entre Espartero y maroto -Entre 1836 y 1837 los carlistas, comandados por Bruno Villarreal organizaron expediciones militares fuera de los territorios del Norte, con la intención de que otros cuarteles y población se les unieran, pero fracasaron y tuvieron que darse la vuelta y regresar al Norte. -En 1838 el General Espartero, que dirigía el ejército liberal, reorganiza un gran ejército y comienza una nueva campaña en el Norte. Mientras, en el bando carlista la situación se había ido haciendo cada vez más difícil por conspiraciones y rivalidades entre algunos de sus militares. Don Carlos había dado al General Maroto el mando de los ejércitos del Norte, pero en 1839 surgió una crisis entre Maroto y un grupo de militares rivales, representantes de la facción más absolutista y radical, que acabó con el fusilamiento de seis de ellos. -Ante esta desunión, los carlistas decidieron ofrecer la rendición a los liberales, que se plasmó en el “Convenio de Vergara”. Los militares carlistas podrían seguir ocupando sus puestos a cambio de rendirse. Don Carlos tuvo que exiliarse a Francia.

-LA SEGUNDA GUERRA CARLISTA (1846-1849) Ramón Cabrera. Carlos Luis de Borbón -LA SEGUNDA GUERRA CARLISTA (1846-1849) Conocida como la Guerra de los “Matiners” porque la sublevación fue por la mañana. La causa principal fue el rechazo de Isabel II a casarse con el hijo del Infante D. Carlos, Carlos Luis de Borbón, pretendido por los Carlistas. La sublevación tuvo lugar en Cataluña y fue dirigida por Ramón Cabrera. -En Cataluña habían quedado grupos reducidos de guerrilleros carlistas, que a finales de 1846 comenzaron a atacar partidas militares y cuarteles en Cataluña, aprovechando su conocimiento del terreno. Posteriormente surgieron alzamientos carlistas en Extremadura y castilla, pero no lograron éxitos significativos. Los carlistas contaron con apoyo de republicanos y progresistas, descontentos con la política conservadora de la reina. Ante el fracaso muchos carlistas tuvieron que exiliarse en Francia, aunque en junio de 1849 el gobierno publicó un decreto amnistiando a los sublevados y muchos regresaron a España.

-LA TERCERA GUERRA CARLISTA (1872-1876) Martínez Campos -LA TERCERA GUERRA CARLISTA (1872-1876) La sublevación tuvo lugar durante el reinado democrático de Amadeo I y se prolongó durante la I República y comienzo de la monarquía de Alfonso XII. El pretendiente al trono carlista, Carlos María (Carlos VII), hijo de D. Juan y nieto de Carlos maría Isidro, cruzó la frontera francesa en mayo de 1872 y se puso al frente del alzamiento. En un primer momento la sublevación fue contenida en País Vasco y Navarra, pero tras la proclamación de la I República (1873) muchos monárquicos isabelinos se pasaron al bando carlista, lo que activó a los sublevados, logrando importantes victorias, como la de Eraul en Navarra, y animando a levantamientos en Cataluña, Aragón y Valencia. -El golpe del General Pavía, que acabó con la República y restauró a los borbones (Alfonso XII) en 1874, acabó por restar fuerza a lo carlistas, que se acabaron rindiendo en noviembre de 1875 ante las victorias del General Martínez Campos y el pretendiente Carlos María volviendo al exilio. Carlos María de Borbón.

PAIS VASCO: Pierde la libertad fiscal, aduanas y el pase foral (derecho a no cumplir las órdenes de la corona española si atentaban contra su legislación propia. Pero en 1846 se establecen para Vascongadas los concilios económicos (cuantía económica pactada que aportan al Estado) LA CUESTIÓN FORAL -Con los Reyes Católicos se produce la unificación de los reinos españoles, pero cada uno mantiene sus leyes propias, derechos y privilegios, que son respetados por los Austrias. Con la llegada de los Borbones se produce una centralización de éstos (“Decretos de Nueva Planta”), pero Navarra y País Vascos mantienen sus privilegios por haber apoyado a Felipe V. La Constitución de 1812 suprime los fueros, que serán restaurados por Fernando VII. Bajo la Regencia de Espartero se ven reducidos y tras finalizar la Tercera Guerra carlista y con el reinado de Alfonso XII (“Sistema Canovista” ) serán suprimidos. NAVARRA: Pierde las aduanas y libertad fiscal, pero a cambio consigue que se establezca un cupo (Navarra pacta con el Gobierno Liberal una cuantía económica que aporta a las arcas del Estado.