Manejo del comportamiento Dedicar un tiempo para que los niños puedan relajarse es muy importante a todas las edades y para todos ellos. Sin embargo, la relajación adquiere especial relevancia si tratamos con niños diagnosticados de TDAH. Los ejercicios de relajación y autocontrol → Son muy útiles cuando los niños presentan en el aula comportamientos muy activos e impulsivos, que puedan llegar a perturbar en gran medida el orden y clima de la clase. De esta manera, los niños aprenden, de una manera divertida, a controlar esa impulsividad, incrementar el control corporal y mejorar su capacidad de concentración. Estos ejercicios pueden y deben practicarse tanto en el ámbito escolar como el familiar, ya que el niño hiperactivo debe gozar de diferentes momentos de relajación a lo largo de todo el día.
“Los sonidos que nos rodean” Actividades de relajación: ejemplos “Todos somos globos” “La tortuga que se esconde” ♦ Los niños han de imaginarse a si mismos como un globo que se hincha y se deshincha muy lentamente (inspiración- expiración). Esta operación se repite varias veces. En el momento en el que se hinchan, el maestro va señalando uno a uno con una varita mágica o similar, haciendo que se “pinchen”. Cuando todos se han pinchado, descansan sobre la mesa unos cinco minutos. Es conveniente acompañar con música de relajación.
“Los sonidos que nos rodean” Actividades de relajación: ejemplos “Todos somos globos” “La tortuga que se esconde” ♦ Los alumnos deben permanecer apoyados en sus mesas. Deberán cerrar los ojos y concentrarse en todos los sonidos que llegan del exterior: una ambulancia, un avión, voces de personas, una melodía, un coche, etc. Pasados unos minutos, respirarán profundamente dos veces, abrirán los ojos e identificarán todo aquello que hayan escuchado.
“Los sonidos que nos rodean” Actividades de relajación: ejemplos “Todos somos globos” “La tortuga que se esconde” ♦ Los niños se deben tumbar boca abajo, en una superficie cómoda (una colchoneta, por ejemplo). Deberán imaginarse que son tortugas y, como tal, tendrán que asomar y esconder, lo más lento posible, las distintas partes del cuerpo que vaya indicando el maestro: brazos, piernas y cuello. Así, se consigue trabajar el control y relajación musculares.