LAS GRANDES CIVILIZACIONES AGRÍCOLAS El avance de las técnicas y las grandes obras colectivas: el caso de la pirámides de Egipto, como ejemplo de relación entre ciencia y técnica.

En la antigüedad, los hombres construyeron distintas obras monumentales, como templos, castillos y ciudades amuralladas. Para hacer estas enormes obras se valían de cientos de personas que muchas veces trabajaban hasta desfallecer: ejemplo de esto fue la construcción de las pirámides de Egipto, la muralla china o los jardines colgantes de Babilonia.

Los faraones egipcios, durante sus reinado, mandaban construir enormes sepulturas, en donde serían enterrados después de su muerte. En un principio estas tumbas eran pequeños montículos de piedra que con el tiempo iban desapareciendo, después se fueron elaborando especies de losas de piedra sostenidas en bloques más pequeños. Posteriormente, durante el Imperio Antiguo en Egipto se construyeron enormes tumbas que ahora se conocen con el nombre de pirámides.

Las pirámides eran enormes estructuras formadas por grandes bloques de piedra muy resistentes, que partían de una plataforma y culminaban, metros arriba, en un solo punto.

Lo maravilloso de la construcción de las pirámides es el enorme ingenio y esfuerzo necesarios para construirlas, ya que los egipcios no contaban con herramientas para cortar y tallar las rocas como con las que hoy se cuenta, y tenían que acarrearlas cargándolas ellos mismos mediante sistemas de palancas y poleas.

La Esfinge y la pirámide de Kefren. Una de las pirámides más importantes, debido a su majestuosidad, es la de Kefrén que mide 143 m y la de Mikerinos sólo 66 m.. Para elaborar estas enormes tumbas, cada aldea mandaba hombres a trabajar a las canteras, y el rey proporcionaba de sus almacenes ropa y herramientas. Estas construcciones eran dirigidas por arquitectos que tenían conocimientos de matemáticas y de topografía. La Esfinge y la pirámide de Kefren.

Plano de la piramide de keops Así los arquitectos planeaban la pirámide y calculaban el material que se ocuparía en ella, y los topógrafos se dedicaban a buscar el sitio apropiado para construirlas. Se calculaba un cuadrado perfecto y, para nivelarlo, se construían a su alrededor canales de agua, para que el nivel del agua permitiera nivelar la plataforma de la pirámide. Plano de la piramide de keops

Los trabajadores utilizaban palancas para mover las piedras y las transportaban colocando debajo de ellas troncos para hacerlas rodar; sin embargo, se necesitaban muchos hombres para arrastrarlas.

De 20 a 30 años tenían que pasar que se terminara la construcción de las pirámides. Lo más significativo de las pirámides es que aún en nuestros días se conservan, y esto demuestra la calidad de su construcción.

Los palacios de los centros urbanos mesopotámicos destacan por su belleza, sobre todo los de la ciudad de Babilonia, que se distinguió por sus hermosos jardines colgantes, considerados como una de las siete maravillas de la antigüedad. Las ciudades de Mesopotamia se amurallaban para defenderlas del ataque de otros pueblos. Se edificaron palacios inmensos, que eran al mismo tiempo fortalezas y templos.

El material utilizado para la construcción de estos monumentales edificios eran el ladrillo, el adobe, la cal y la arcilla. A los arquitectos sumerios se reconoce el mérito de haber aplicado a la construcción el uso de la bóveda, la cúpula y el arco, por vez primera. Además, las ciudades mesopotámicas contaron, casi desde sus inicios, con canales de desagüe y drenaje.

En la escultura, sus desarrollo no fue tan impresionante, pues la carencia de piedra en las tierras constantemente inundadas por los ríos Tigris y Eufrates obligó a los artistas a trabajar casi siempre en bajorrelieve; en muy pocos casos se han logrado conservar estatuas que procedan de la cultura mesopotámica (sumeria, caldea o asiria).

La población autóctona hindú dejó testimonios de su desarrollo desde la práctica de recolección, caza y pesca, hasta llegar a la agricultura; todo ello en un lapso de 10 000 a 8000 años a.de C. Los conjuntos de chozas originales se fueron multiplicando para formar comunidades organizadas patriarcalmente.

Se han encontrado vestigios que comprueban cultivos de cebada, trigo, árboles frutales y posiblemente por primera vez, el algodón. Muy pronto la cría de ganado (ovejas, búfalos, cebúes, etc.) se convirtió en un elemento importante para su economía. Hay evidencia de que elaboraron armas y utensilios de bronce. A lo largo y ancho del territorio de la India se han encontrado vestigios arqueológicos y múltiples testimonios de una milenaria civilización.

Durante siglos se han efectuado incursiones científicas de diversas regiones del mundo con el propósito de ser protagonistas de los permanentes hallazgos encontrados en la India; restos de edificios de ladrillo cocido, templos fastuosos de deidades, almacenes en valles y colinas, habitaciones reales y domésticas, calles, fuentes, construcciones de alto urbanismo y por doquier restos de cerámica, alfarería y valiosas artesanías. Tal es la magia de esta extraordinaria civilización.

A la civilización china debemos el invento del papel, el arte de imprimir, la pólvora y la aguja imantada (antecedente de la brújula).

En arquitectura, la Gran Muralla es el ejemplo más famoso junto con la pagodas, construcciones muy elaboradas que por ser en su mayoría de madera no se han conservado a través del tiempo. La escultura la practicaron en piedra, madera, bronce y en marfil. Los modelos son muy realistas o muy fantásticos. Pagodas