De las misericordias del Señor a la praxis cristiana Romanos 9-12 William Portillo

I- LAS MISERICORDIAS DE dIOS

PADRE DE MUCHEDUMBRES VERSUS HIJOS DE LA PROMESA Queridos hermanos y hermanas, por las Sagradas Escrituras sabemos que nuestro nuestro padre Abraham tuvo muchos hijos sin embargo Dios estableció que su descendencia sería establecida por medio de Isaac (9:6). Pablo llega a decir en Romanos 9: 8 que “los hijos de Dios no son los descendientes naturales [es decir la descendencia natural de Abraham] ; más bien, se considera descendencia de Abraham a los hijos de la promesa.”

HIJOS DE LA PROMESA POR ELECCION DIVINA Queridos hermanos y hermanas, por las Sagradas Escrituras sabemos también que nuestro padre Abraham tuvo dos NIETOS hijos de Isaac sin embargo, “antes de que los mellizos nacieran, o hicieran algo bueno o malo, y para confirmar el propósito de la elección divina, no en base a las obras sino al llamado de Dios, se le dijo a ella [Rebeca]: «El mayor servirá al menor.» Y así está escrito: «Amé a Jacob, pero aborrecí a Esaú.»” Ro. 9:11-13 Observemos que aunque en Isaac sería contada la descendencia de Abraham, Dios fue quien en su misericordia escogió a uno y desechó al otro. En esto también se cumple la palabra dadas a Moisés en Éxodo 33:19 y citada por Pablo en Romanos 9:15 “Tendré clemencia de quien yo quiera tenerla, y seré compasivo con quien yo quiera serlo.”

LA ELECCION DIVINA ES POR PURA MISERICORDIA Pablo dice claramente en Romanos 9:16 que: “la elección no depende del deseo ni del esfuerzo humano sino de la misericordia de Dios.” A Dios le ha placido que la descendencia espiritual de nuestro padre Abraham se la descendencia que Dios le haya escogido conforme a Cristo. Hermanos y hermanas Pablo dice en Romanos 9:18 “Así que Dios tiene misericordia de quien él quiere tenerla, y endurece a quien él quiere endurecer.” Esta día estamos aquí reunidos aquellos que con toda certeza podemos decir que Dios nos ha escogido en Jesucristo por su pura misericordia. Este día podemos decir con libertad que Dios nos ha escogido para darnos a conocer “sus gloriosas riquezas” porque somos “objeto de su misericordia” y porque de antemano nos ha preparado para esta gloria (Ro 9:23).

Una eleccion divina inclusiva para todos los habitantes de la tierra Esta elección no solo es efectiva para el remanente de Israel pero para nosotros los creyentes a fin de que en nosotros se cumpla la palabra escrita: “ llamaré "mi pueblo" a los que no son mi pueblo; y llamaré "mi amada" a la que no es mi amada. Y sucederá que en el mismo lugar donde se les dijo: Ustedes no son mi pueblo, serán llamados hijos del Dios viviente” (Ro 9:25-26).

Corramos con fe Por tanto no nos gloriemos, ni nos descuidemos; antes corramos por fe esta carrera de justicia hasta que veamos a Dios en su gloria.

Confesion, fe, invocacion Recuerden que esta es la fe que predicamos: “que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo. Así dice la Escritura: «Todo el que confíe en él no será jamás defraudado.»” Romanos 10:9-11 Recuerden las Escrituras: “porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo» (Ro 10:13).

agradecidos con la misericordia divina Pablo insiste en este día que seamos agradecidos con la misericordia divina con la cual hemos sido aceptados en el Amado. Porque está escrito: “Dejé que me hallaran los que no me buscaban; me di a conocer a los que no preguntaban por mí” (Ro 10:20) .

Remanente escogido por gracia Vivamos agradecidos de tanta misericordia y sepamos como lo dice Pablo que aun en Israel “ hay en la actualidad un remanente escogido por gracia. Y si es por gracia, ya no es por obras; porque en tal caso la gracia ya no sería gracia.” (Ro 11:5, 6).

viene la hora donde todo Israel será salvo Gracias a Dios también que “ha venido la salvación a los gentiles” Ro 11:11, y gracias a Dios que hay promesas divinas que también viene la hora de la “plena restauración “ de Israel. En Romanos 11:26, 27 se declara que viene la hora donde todo Israel será salvo. “«El redentor vendrá de Sión y apartará de Jacob la impiedad. Y éste será mi pacto con ellos cuando perdone sus pecados.”

temerosos de Dios Por tanto Pablo nos llama a nos se arrogantes sino temerosos de Dios en cuanto a nuestra salvación (Ro 11:20).

misericordia de todos Romanos 11:32 dice: “En fin, Dios ha sujetado a todos a la desobediencia, con el fin de tener misericordia de todos.”

II- LA ADORACION ESPIRITUAL EN RESPUESTA A LAS MISERICORDIAS DE dIOS

OFRENDA ESPIRITUAL  1 Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.

RENOVANDONOS EN NUESTRA MENTE 2 No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.

PENSANDO CONFORME A LA MEDIDA DE LA FE 3 Por la gracia que se me ha dado, les digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado.

TRABAJEMOS EN NUESTRA FUNCION 4 Pues así como cada uno de nosotros tiene un solo cuerpo con muchos miembros, y no todos estos miembros desempeñan la misma función, 5 también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás.

EL USO DE LOS DONES 6 Tenemos dones diferentes, según la gracia que se nos ha dado. Si el don de alguien es el de profecía, que lo use en proporción con su fe; 7 si es el de prestar un servicio, que lo preste; si es el de enseñar, que enseñe; 8 si es el de animar a otros, que los anime; si es el de socorrer a los necesitados, que dé con generosidad; si es el de dirigir, que dirija con esmero; si es el de mostrar compasión, que lo haga con alegría.

 9 El amor debe ser sincero. Aborrezcan el mal; aférrense al bien. 10 Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente.

11 Nunca dejen de ser diligentes; antes bien, sirvan al Señor con el fervor que da el Espíritu.

12 Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración.

13 Ayuden a los hermanos necesitados. Practiquen la hospitalidad.

14 Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan. 15 Alégrense con los que están alegres; lloren con los que lloran. 16 Vivan en armonía los unos con los otros. No sean arrogantes, sino háganse solidarios con los humildes. No se crean los únicos que saben.

17 No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. 18 Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. 19 No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré»,[d] dice el Señor.20 Antes bien,       «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer;       si tiene sed, dale de beber.    Actuando así, harás que se avergüence de su conducta.»[e] 21 No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien.