EL SAGRADO OCHO Sep 08
EL SAGRADO OCHO En el origen Vivíamos con el Padre, pero quisimos experimentar y creamos un mundo para nosotros. Lo creamos y para hacerlo interesante, lo llenamos de aventuras.
EL SAGRADO OCHO En la conciencia Vivíamos en la conciencia del Padre. Ahora vivimos en la conciencia del mundo que es la conciencia del ego. Mundo del ego
EL SAGRADO OCHO En el camino de retorno Está lleno de nieblas y confusiones. Que nosotros creamos para hacerlo más divertido. Pero quedamos atrapados y la diversión se convirtió en prisión.
EL SAGRADO OCHO En el amor de pareja Yo mujer te doy amor desde mi Padre que está en mi. Yo hombre lo recibo desde mi Padre que está en mi. Yo mujer si tengo problemas con el Padre voy a pelear con mi pareja, en lugar de amarlo. Yo hombre si tengo problemas con el Padre (conmigo) no voy a aceptar el amor de mi pareja.
EL SAGRADO OCHO En el amor de pareja Yo mujer lo recibo desde mi Madre que está en mi. Yo hombre te doy mi amor desde mi Madre que está en mi. Yo hombre si tengo problemas con mi Madre voy a pelear con mi pareja, en lugar de amarla. Yo mujer si tengo problemas con mi Madre (conmigo) no voy a aceptar el amor de mi pareja.
EL SAGRADO OCHO Lo que nos atora El miedo nos paraliza
EL SAGRADO OCHO Lo que nos atora El resentimiento nos detiene
EL SAGRADO OCHO Lo que nos atora El coraje nos ancla en el pasado
EL SAGRADO OCHO Lo que nos atora Los apegos nos atoran
EL SAGRADO OCHO Lo que nos atora El ilusionista nos engaña
EL SAGRADO OCHO La clave para fluir ABA = AGRADECE – BENDICE - ACTIVA Al agradecer, lo acepto y reconozco que hay una lección que debo aprender, aunque no la entienda. Al bendecirla la transmuto en positivo y extraigo la lección. Al activarla la entrego al Padre y la dejo fluir de regreso a donde vino.
EL SAGRADO OCHO En el final de los tiempos El Padre nos indica dónde está la salida La Madre es la que nos da la salida del juego El juego de la vida, el juego del ego El reino del Padre, nuestra casa. La Madre nos entrega al juego como madre biológica y nos entrega de regreso al Padre como Madre Cósmica.