El Meta-Momento
Los desencadenantes son señales de que algo que valoramos esta en juego. Nos enojamos ante la injusticia, celosos cuando tememos que vamos a perder a alguien que amamos, y ansiosos cuando no estamos en control de nuestro futuro. Los desencadenantes emocionales pueden ser el resultado de un pensamiento, la acción de una persona, un lugar o un evento.
¿Cuáles son sus... ¿Qué es lo que comienza a suceder en sus... Cómo se está ¿Expresando usted? pensamientos? Comportamiento/Expresión ¿Cuerpo?
Pensamien-tos? NO PUEDO PUE-DO Cuando experimentamos una emoción, a menudo cambian nuestros pensamientos. Nuestra atención se centra en el evento que causó la emoción. La ira cambia el rumbo de la atención hacia el exterior, a un obstáculo. La tristeza dirige la atención hacia dentro cuando sufrimos una pérdida. Las emociones también cambian cómo percibimos el mundo; fuimos más optimistas (pensar más positivamente) cuando estamos feliz y más pesimistas (pensar negativamente) cuando estamos triste.
¿Cuerpo? Cuando experimentamos una emoción, experimentamos diversas funciones corporales. Cuando experimentamos el miedo o la ansiedad nuestro ritmo cardíaco aumenta y sudamos más. Cuando estamos tristes, el ritmo cardíaco baja. Estos cambios preparan nuestros cuerpos para responder al evento que causó la emoción. Por ejemplo, cuando estamos asustados el ritmo cardíaco aumenta para mover la sangre más rápidamente a las extremidades, permitiendo una respuesta de "lucha" o "fuga".
Expresamos las emociones a través de nuestros rostros y cuerpos. La ira pone la frente surcada y los puños apretados; la felicidad me pone una sonrisa y levanto las mejillas. Nuestras expresiones faciales y el lenguaje corporal nos permiten comunicar a otros lo que estamos sintiendo. Por ejemplo, una mirada hacia abajo y hombros desplomados comunican tristeza.