Mi carne es verdadera comida Y mi sangre es verdadera bebida 22 junio 2014 CORPUS CHRISTI Mi carne es verdadera comida Y mi sangre es verdadera bebida

«Yo soy el pan vivo bajado del cielo «Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente; y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo». Los judíos discutían entre ellos: «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?». Jesús les dijo: «Os aseguro que si no coméis la carne del hijo del hombre y no bebéis su sangre no tendréis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre vive en mí y yo en él. Como el Padre que me ha enviado vive y yo vivo por el Padre, así el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo; no como el que comieron los padres, y murieron. El que come este pan vivirá eternamente». Evangelio de san Juan 3, 16-18

El próximo domingo celebramos la fiesta del Corpus Christi, es decir, del Cuerpo y la Sangre de Cristo. ¿Y dónde podemos los cristianos vivir de forma única lo que supone el Cuerpo y la Sangre de Cristo para nosotros? Pues en la Eucaristía. En la Eucaristía no vamos a ver a Jesucristo, como si estuviese expuesto para todos nosotros. En la Eucaristía, en la misa de vuestra parroquia, Jesús nos quiere tanto, que podemos beber su sangre y comer su sangre. Esto quiere decir que Jesús está con nosotros, nos apoya siempre. Está tan con nosotros, que se nos mete dentro, que hace lo que sea para que estemos con Él. Por eso la Eucaristía es tan importante para los cristianos. Por eso participar de la misa de la parroquia no es sólo por ver al resto de personas de la parroquia; ni siquiera vamos porque el cura sea majo o no. Los cristianos participamos de la Eucaristía porque no podemos pasar sin Jesús, porque si no comulgamos, si no tenemos a Jesús dentro a través de la comunión, nos sentimos mal, sentimos que nos falta algo.

Reflexión y compromiso Si vas los domingos a misa, ¿por qué lo haces? Y si no vas o vas muy pocas veces, ¿por qué es así? Escribe un compromiso que te ayude vivir la Eucaristía como un momento único de estar con Jesús y de que Jesús esté contigo o que te ayude a participar más de la misa de tu parroquia. No olvides que en vacaciones nos espera Jesús todos los domingo en la MISA.

ORACIÓN: Conéctate con Jesús Me gusta comulgar, Señor. Me gusta recibir tu Cuerpo hecho pan de Vida. Dame fuerzas para vivir como Tú nos enseñas: amando a todos y haciendo el bien. Te pido que cada vez que comulgue cambie en mi corazón. Que crezca en la comprensión, el perdón y la generosidad con los demás. Ayúdame a ser cada día mejor hijo, mejor hermano, mejor amigo. Que este alimento que recibo me fortalezca y me de más fe. Gracias Señor por ser nuestro pan de cada día.