La Gran Vía Cumple 100 años 1ª Parte

Composición: Paco Solana Fotografía: Paco Solana y archivos históricos Música: Chotis Madrid deAgustín Lara, Vals del Caballero de Gracia de la zarzuela “La Gran Vía” y “Rosa de Madrid” por Don Hilarión y su organillo mágico

Fue en el año 1910 cuando el rey Alfonso XIII dio el golpe de piqueta con el que se iniciaría el primer tramo de la Gran Vía, entre la calle Alcalá y la Red de San Luis, que empezó denominándose “Conde de Peñalver”. En este tramo se concentra el mayor número de fachadas de estilo plateresco, monterrey y renacimiento.

Nuestro recorrido va a comenzar en el comienzo de la Gran Vía en su cruce con la calle Alcalá. Allí se encuentra el edificio Metrópolis, uno de los primeros edificios construidos en hormigón, aunque sus arquitectos franceses Jules y Reymond Fevrier disimularon este rasgo de modernidad con una lujosa ornamentación. Su vista sorprende tanto de día como de noche.

Poco más arriba encontramos el edificio Grassy que fue construido en 1917, por Eladio Laredo y Carranza para viviendas y oficinas. Está rematado por dos templetes neorrenacentistas. En sus bajos estuvo uno de los más elegantes cafés madrileños: “Molinero”. Desde 1952 aloja la joyería Grassy con su museo de relojes.

En la acera de enfrente, en el número 2, está el edificio de “La Gran Peña”, proyectado por Eduardo Gambra y Antonio de Zumárraga, como sede social de esta institución y que actualmente ocupa el hotel Ada Palace. En su fachada encontramos una placa que recuerda al Conde de Peñalver, alcalde de Madrid, que dedicó todas sus iniciativas a la realización del proyecto de la Gran Vía.

En el número 12 de la Gran Vía, un letrero, dos ventanales y una puerta giratoria nos introducen en el bar, que después acogería un museo de bebidas, donde Perico Chicote sirvió copas a Ava Gardner y a Hemingway. Miguel Mihura decía que había decidido nacer en Madrid para tener Chicote cerca. El establecimiento obra de Luis Gutiérrez Soto constituyó un emblema de racionalismo.

Cruzamos a la acera de enfrente donde, en el número 13, nos espera el Casino Militar, obra de el arquitecto Eduardo Sánchez Eznarriaga, que se terminó de construir en 1917. El toque contemporáneo lo pone la espectacular marquesina de hierro y cristal sobre el chaflán de entrada

Poco más arriba, en el número 17, vemos la fachada del Oratorio del Caballero de Gracia, la más rara de la Gran Vía, que es en realidad la trasera de una iglesia neoclásica de planta basilical, proyectada por Juan de Villanueva. si bien su cabecera, que se asoma a la Gran Vía, fue realizada en 1916 por Carlos Luque, cubriéndose con un arco que lo alinea con los edificios colindantes.

En el número 18, hallamos uno de los primeros edificios construidos en la Gran Vía, fue Hotel Roma y más tarde sede del Banco Ibérico y del Banco Central.

El inmueble del Círculo de la Unión Mercantil e Industrial, en el número 24, tiene una fachada de estilo neorrenacentista rematada por una crestería en el piso superior y es obra de los arquitectos Joaquín y Luis Sáinz de los Terreros.

En la Red de San Luis se inicia el segundo tramo de la Gran Vía que, en un principio, se llamó avenida de Pí y Margall. Allí hubo un mercado de venta de pan que venía de los pueblos cercanos. Lo de llamarse “red” se debe a que los vendedores de pan lo protegían con redes para evitar su robo y lo de “San Luis” procede de la cercana iglesia del mismo nombre, ya desaparecida, que estaba en la calle Montera.

Aquí se instaló un templete, obra de Antonio Palacios, que sirvió de cubierta de la escalera y ascensor del metro En 1972 se trasladó a Porriño, villa natal del arquitecto, aunque desprovisto de su estructura metálica.

El edificio de la Telefónica es uno de los más emblemáticos y populares de la Gran Vía, habiendo sido proyectado a medias entre Ignacio Cárdenas y el arquitecto americano Lewis S. Weeks, combinando una estructura rascacíelesca con detalles neobarrocos. Durante años fue el más alto de la ciudad (81 metros), con 14 plantas.

En la Navidad de 2009 - 2010 se instaló junto a la Telefónica este Árbol 100, conmemorando el centenario de la Gran Vía. Su diseño se inspira en las altas construcciones urbanas.

En la esquina con la calle Tres Cruces, se sitúa el Hotel Gran Vía, que fue construido entre 1920 y 1925 por el arquitecto Modesto López Otero.

El edificio Matesanz es obra de Antonio Palacios, autor , entre otros edificios, del Círculo de Bellas Artes y del Palacio de las Comunicaciones. Este edificio constituye uno de los primeros edificios puramente comerciales, que se inspira en la Escuela de Chicago.

El Teatro Fontalba estaba situado en el número 30 de la Gran Vía El Teatro Fontalba estaba situado en el número 30 de la Gran Vía. Levantado en 1924 fue proyectado por el arquitecto José López Salaberry con capacidad para 1.400 espectadores. .Desapareció como teatro en 1954.

En el número 32 se construyó uno de los edificios de Madrid dedicado a grandes almacenes, el “Madrid-París”, obra de Teodoro Anasagasti; en sus bajos estuvieron instalados, hasta el 2002, los almacenes SEPU. El edificio se corona con una vistosa escultura. También en este edificio se instaló la emisora Unión Radio, hoy cadena SER.

Uno de los edificios más representativos de la Gran Vía (número 35) es el “Palacio de la Música”, obra del arquitecto Secundino Zuazo. Inaugurado en 1928 contaba con una sala de cine con capacidad para 2.000 personas; su fachada es de inspiración barroca. Actualmente es propiedad de Cajamadrid que proyecta abrir un auditorio en 2011.

Merece una visita nostálgica el antiguo edificio del Cine Avenida, en el número 37, hoy ocupado por unos grandes almacenes, donde al menos han conservado el lobby con su doble escalera de mármol.

F i n de la primera parte