¿Qué es la Culpa? La culpa en si no es un sentimiento, es un estado de derecho. Se es culpable cuando se infringe o quebranta la ley y hay un sentimiento de vergüenza que es el resultado de la culpa.
La Culpa Legítima La persona ha roto, ha infringido o ha violado una ley, pacto o acuerdo de forma intencional o no. Por lo tanto, la persona es responsable y merecedora de: - juicio (Mt 5:21-22) - castigo (Mc 14:64; Mt 26:66) - muerte (Mt 26:66)
La culpa legítima tiene solución bíblica – el arrepentimiento y el perdón Col 2:13 …os dio vida juntamente con él, perdonando os todos los pecados… Heb 12:2 Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz…
La Culpa Ilegítima o Impuesta La culpa impuesta es cuando otra persona (o la persona misma) culpa a alguien de algo que no cometió. No se puede arrepentirse y pedir perdón por algo que no se ha hecho.
La Vergüenza es la emoción que se siente cuando hay culpa legítima o impuesta (ilegítima) y puede ser apropiada o inapropiada.
El significado Hebreo de vergüenza es “el que anda con cabeza baja” pero… Dios nos da la solución Sal 3:3 Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí. Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
El que levanta mi cabeza Culpa Vergüenza apropiada Culpa impuesta Vergüenza impuesta
Resolviendo la Culpa Legítima Confrontar los hechos para esclarecer de qué se es responsable. Asumir la responsabilidad por lo que ha hecho. Confesar el pecado. Arrepentirse del pecado. Pedir perdón. Restituir el daño (en cuanto esto sea posible)
Resolviendo la Culpa Impuesta Reconocer delante de Dios de lo que uno no es responsable, aceptar esa verdad, y recibir de Dios la paz. Renunciar a la autoridad espiritual que fue impuesta y la responsabilidad que lo liga a esa persona. Entregar la vergüenza (sentimientos de culpa) injustificadas a Dios y pedir que El le sane el dolor. En la culpa auto-impuesta, no se trata de perdonarse a uno mismo sino recibir la gracia de Dios.
(cont.) Resolviendo la Culpa Impuesta Perdonar a la persona que lo ha culpado. Pedirle a Dios que entre en el dolor y lo consuele. Si es posible confrontar al abusador, haciéndolo responsable de su propia vida y sus propias acciones.
Mantener cuentas cortas con Dios