USOS DE LAS RUNAS
Las runas eran utilizadas por personas que podían ser sabios, poetas, granjeros, hechiceros, guerreros o brujas. Aprendían las runas de alguien que ya las sabia. Desde el principio las Runas asumieron una función ritual y servían para leer la suerte, para predecir y para invocar altos poderes que pudieran influenciar las vidas y fortunas del pueblo.
Existían los grabadores de runas y los maestros de las runas Existían los grabadores de runas y los maestros de las runas. Los primeros eran capaces de leerlas y grabarlas y los segundos conocían todo el poder mágico del futhark, además de poseer las habilidades de los grabadores.
En el norte, la magia era enseñada principalmente por mujeres, ya fueran madres, esposas, brujas o reinas. Es importante notar que aunque en la mayoría de las culturas de la antigüedad las mujeres eran rechazadas o apartadas de las posibilidades de manejar conocimientos, en este caso las mujeres no eran excluidas de estas practicas, puesto que los pueblos del norte creían que en las mujeres reside un don especial para la sabiduría y la profecía y el papel de estas en la sociedad nórdica era muy respetado, las mujeres eran dueñas de sus propios bienes y miembros de pleno derecho de la sociedad en todos los sentidos. Eran tan libres de aprender las runas como los hombres y con frecuencia el “maestro de las runas” era una mujer.
Los usos propiamente dichos eran muchos y muy variados: Instrumentos de enseñanza Almanaques Registros de mercaderes Inscripciones en lapidas y monumentos conmemorativos, monedas y joyas Se cree que las inscripciones en armas eran probablemente un refuerzo mágico de protección.