Tema 8 de Antropología Teológica Origen del hombre Tema 8 de Antropología Teológica

1. Historia del problema

Primeros evolucionistas Häckel (1834-1919) Lamarck (1744-1829) Darwin (1809-1882) El origen de las especies, 1859

Reacción del Magisterio 1862: Concilio provincial de Colonia 1869-1870: Concilio Vaticano I Intentaron bautizar el transformismo*: Mivart (1871), Leroy (1891), J. A. Zahm (1896) No existe en estos casos ninguna condena formar de estos intentos de conciliar el transformismo con la doctrina católica. *La materia animal se transforma en humana.

Reacción del Magisterio 1909: Respuesta de la comisión bíblica: no se puede poner en duda: La creación de todas las cosas por Dios al principio del tiempo; La peculiar creación del hombre; La formación de la primera mujer del primer hombre; La unidad del linaje humano

Reacción del Magisterio 1941: Discurso de Pío XII a la Academia Pontificia de las Ciencias: el hombre supera al reino animal por su alma espiritual; el progenitor del hombre no puede ser un animal. Es decir, que el cuerpo de Adán no puede provenir por generación natural de un animal.

Reacción del Magisterio 1950: Encíclica Humani Generis: La investigación debe hacerse en el campo teológico y científico por hombres competentes; Sólo acerca del cuerpo: si proviene o no de materia orgánica preexistente; La fe católica nos manda sostener que las almas son creadas inmediatamente por Dios; Todos deben estar prontos a acatar el juicio de la Iglesia. Queda la puerta abierta a la investigación sobre el origen del cuerpo del primer hombre.

Reacción del Magisterio 1986: Juan Pablo II: “Se puede decir que, desde el punto de vista de la doctrina de la fe, no se ve dificultad en explicar el origen del hombre, en cuanto al cuerpo, mediante la hipótesis del evolucionismo. Sin embargo hay que añadir que la hipótesis propone solo una probabilidad, no una certeza científica… Es posible que el cuerpo humano, siguiendo el orden impreso por el Creador en las energías de la vida, haya sido gradualmente preparado en las formas de los seres vivientes anteriores (…)”

Conclusión El cuerpo humano puede venir por evolución, sin que sea necesario admitir ninguna acción especial divina para humanizarlo. El alma no puede venir por evolución. Todas las almas son creadas inmediatamente por Dios, no solo las de los progenitores de la humanidad, sino también las de todos los hombres. La razón de que el alma no pueda ser producida por la evolución es que la evolución es material, y la naturaleza del alma es espiritual.

2. Explicación teológica del origen del hombre

Los datos del problema Admitido que el hombre venga por evolución genética, surge la siguiente pregunta: La naturaleza humana es irreductible por su dimensión intelectiva a la especie animal en cuanto puramente sensitiva. ¿De dónde y cómo le viene esa nueva dimensión?

Los datos del problema Se contestó durante muchos años dividiendo al hombre en dos partes: cuerpo y alma. El alma es creada inmediatamente por Dios e infundida luego en el cuerpo. Este procede por evolución, pero es preparado por una acción especial de Dios para que puede ser receptor del alma espiritual. En el origen del hombre se distinguen dos acciones de Dios, además del comienzo del concurso natural de la evolución: creación del alma espiritual y humanización del cuerpo.

Pero… Este camino ha sido abandonado. La creación del alma y su infusión en el cuerpo suena a un antropomorfismo extrinsecista [dar forma de hombre desde fuera], que no se acomoda a la concepción actual del hombre como una unidad íntima. No puede haber un cuerpo humanizado sin alma espiritual, ni alma, que es forma del cuerpo, sin un cuerpo del que sea forma.

Presupuestos teológicos El teólogo, al preguntase por el origen del hombre, ha de tener en cuenta los datos ciertos que le ofrece su propia fe: Unidad del hombre conforme a los testimonios de la Escritura y el Magisterio. El hombre es un cuerpo inundado por el espíritu y el espíritu es la forma del cuerpo. La dualidad de realidades en la esencia del hombre. Realidades que no derivan la una de la otra, sin son reducibles la una a la otra. El alma es forma del cuerpo humano, espiritual, simple, inmortal, sustancial, racional. Solo puede tener origen en un acto creador de Dios. El alma no existe fuera del cuerpo, sino que comienza a existir como forma de él.

La esencial diferencia Es muy de tener en cuenta en todo este proceso evolutivo la irreductibilidad del hombre, por su dimensión intelectiva. La capacidad intelectiva es el poder, que posee el hombre, de aprehender las cosas como realidades, no como meros estímulos (Zubiri).

La dimensión intelectiva Esta dimensión intelectiva establece, entre otras cosas, las siguientes diferencias entre el hombre y el animal: El animal se adapta al su ambiente; el hombre, adapta el ambiente a sus necesidades. El hombre reflexiona sobre su pensamiento. Tiene noción de “verdad” y “mentira”. El animal tiene imágenes materiales. El hombre tiene además ideas abstractas. Entre el primer hombre y el animal su antecesor hay un hiato, que no explican las solas fuerzas de la evolución.

Evolución determinante ¿Es la hominización evolución? Para responder conviene distinguir entre evolución y mecanismos evolutivos. Evolución es un proceso genético, en el cual se van produciendo formas psicosomáticas específicamente nuevas a partir de otras anteriores. La hominización es la evolución de los homínidos prehumanos al homínido humanizado, mediante un proceso genético, determinado por la transformación de las estructuras morfológicas prehumanas.

El mecanismo evolutivo El hecho de la evolución deja intacta la cuestión del mecanismo evolutivo. En los animales la evolución produce íntegramente las formas y la psique del nuevo animal. No ocurre así en el hombre. Su capacidad intelectiva marca una discontinuidad del proceso anterior. La dimensión espiritual no puede ser producida por la sola materia, con el concurso ordinario de Dios, sino que requiere una acción distinta del Creador.

Creación de la psique humana La creación de la nada de una psique intelectiva no es una mera adición. La célula germinal, en su estructura bioquímica, lleva en sí la exigencia de una psique humana. Tampoco es una creación desde fuera. La psique intelectiva está creada desde las estructuras biológicas, brota desde dentro. Más que hacer las cosas, Dios hace que se hagan…

Corolarios Una especie que tuviera las estructuras somáticas que posee el homínido hominizado y no poseyera la psique intelectiva, no hubiera podido subsistir biológicamente. Al revés, un individuo que no tenga las estructuras somáticas que posee el homínido hominizado, no puede “soportar” un alma humana, como no puede soportar el alma un cuerpo destrozado.

Dios guía la evolución “Así pues, el que, cuando el mundo animal asciende a una determinada altura estructural, aparezca el espíritu, se debe a la operación de Dios (...) Según el eterno plan creador de Dios y gracias a su constante acción creadora, el alma espiritual aparece en la materia orgánica cuando suena la hora que Dios ha señalado. Él no realiza esto en cualquier hora. Y tiene sentido que lo realice, no en cualquier estado de la evolución, sino, solamente, en el instante en que el desarrollo del mundo que Él misma ha producido ofrece el Kairós [momento oportuno] para ello” (Schmaus, El Credo)

Conclusión El espíritu no aparece como un epifenómeno de la materia, sino como una floración de la misma. No como un epifenómeno, porque no es producido por ella sola. La materia, en virtud de la evolución, llega a producir en el psiquismo del homínido prehumano, inmediatamente anterior al primer hombre, una configuración morfológica y una psique sensitiva, que exige, para poder subsistir, el complemento de la psique intelectiva. Por eso la creación del alma no es una mera adición externa.

Floración Es una floración de las fuerzas de la materia, porque la acción del Creador no es exterior, sino interior a la acción de las creaturas. La psique intelectiva está creada desde las estructuras biológicas, brota desde el fondo de la vida misma. Por esta razón la psique intelectiva aparece como complemento de la evolución. Los mecanismos evolutivos son causa determinante del espíritu, pero no efectora del mismo. Lo exigen, pero no lo producen.

3. Origen del individuo humano

Soluciones en la historia La singular dignidad de la persona humana, responsable y espiritual, requiere en su creación una actividad muy compleja de los padres del individuo y de Dios. La dimensión espiritual del hombre exige que su causa sea superior a las fuerzas bioquímicas que constituyen el acto de engendrar. El individuo humano, por ser persona, no es producido como los animales inferiores a él.

Soluciones en la historia La novedad que supone la aparición de una persona ha sido explicada de diversas manera en la historia. Emanatismo: hacen derivar el alma de la misma sustancia de Dios. Preexistencialismo: afirma que el alma existe antes de su unión con el cuerpo. Traducianismo o generacionismo: el alma del niño tiene su origen en los padres. (T. material y T. espiritual) Rosmini: los padres engendran el alma sensitiva, que se va perfeccionando hasta convertirse en espiritual.

Soluciones en la historia Creacionismo: todas las almas son creadas inmediatamente por Dios. Pío XII en la encíclica Humani generis afirma que la fe católica nos manda sostener que las almas son creadas inmediatamente por Dios.

Puntualizaciones Dios no crea primero el alma y luego la infunde en el cuerpo. Infusión y creación se dan en el mismo momento. Dios no actúa desde fuera. Dios, causa trascendente, actúa desde dentro de la acción misma del hombre.

Puntualizaciones Cuando los padres engendran la hijo sucede algo nuevo… La acción generativa no puede producir por sí misma ese nuevo ser en su totalidad. El efecto es superior a la causa. Dios colabora con la causa secundaria, a la que trasciende y eleva haciéndola que se autosupere. Dios no actúa al lado de los padres sino juntamente con ellos. No obra desde fuera sino desde dentro de la misma acción engendradora. Por eso los padres producen todo el hombre y Dios también, pero cada uno en la esfera de acción que le es propia. Dios en el plano trascendente, los padres en el plano existencial.

4. Monogenismo y poligenismo

¿La humanidad tiene un origen mono o poligenético? El problema tiene su incidencia para explicar la unidad de la raza humana con sus repercusiones en la comprensión de la teología del pecado original y de la redención.

No hay respuesta, por ahora “El monogenismo afirma que todos procedemos de una primera pareja, y la Iglesia lo afirma debido a su relación con las fuentes de la revelación y con la doctrina del pecado original. Por grande que sea el progreso científico, parece muy difícil llegar a conclusiones claras acerca del monogenismo o el poligenismo contando sólo con la ciencia: aunque a veces se pretenda hacerlo, esas afirmaciones suelen contener muchos aspectos discutibles. Por otra parte, aunque el monogenismo plantee algunas dificultades a nuestro afán de representar el origen de la especie humana, el poligenismo también plantea dificultades nada triviales.” (Mariano Artigas, en http://www.unav.es/cryf/evolucionyfe.html)

Cuestión abierta La Iglesia siempre ha leído el relato de la caída en una óptica de monogenismo (proveniencia del género humano a partir de una sola pareja). La hipótesis contraria, el poligenismo, pareció imponerse como dato científico (e incluso exegético) durante unos años, pero hoy en día a nivel científico se considera más plausible la descendencia biológica de una sola pareja (monofiletismo). Desde el punto de vista de la fe, el poligenismo es problemático, pues no se ve cómo pueda conciliarse con la Revelación sobre el pecado original (cfr. Pío XII, Enc. Humani Generis, DH 3897), aunque se trata de una cuestión sobre la que todavía cabe investigar y reflexionar.

Vídeos El origen de hombre, capítulo 3: El triunfo del Homo Sapiens, en http://gloria.tv/?media=281130, y toda la serie (nueve capítulos).