Proseguimos la Lectura del Sermón de la Montaña, en el que Jesús proclama las actitudes básicas del discípulo para acoger el Reino de Dios. Es la ocasión de contemplar la verdadera imagen de Dios: Es una MADRE cariñosa y un PADRE providente.

En la 1ª Lectura, el pueblo de Dios, perseguido y lejos de su tierra, se siente "abandonado" por Dios. Isaías responde a ese "sentimiento de abandono", comparando a Dios con una MADRE CARIÑOSA, que no se olvida de su hijo: “¿Puede una madre olvidarse de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas? Pues, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré". (Is 49,14-15)

* Es la expresión bíblica más profunda y elocuente de la ternura maternal de Dios y de su amor al pueblo elegido y al hombre. La Madre no ama a su hijo porque él es bueno, sino porque es su hijo... En la 2ª Lectura, Pablo no se preocupa de lo que puedan decir o pensar de él. Pone toda su confianza en Dios. "Cada uno recibirá de Dios lo que se merece". (1Co 4,1-5)

En el Evangelio, Dios es comparado a un PADRE PROVIDENTE que cuida de los hijos, y atiende a sus necesidades. Por eso, "no os agobiéis por el mañana". (Mt 6,24-34) + Jesús advierte de DOS PELIGROS:

1) El Apego al Dinero: El cristiano no debe apegar su corazón a los bienes de este mundo. El Dinero no puede convertirse en el Señor de su vida. Quien adora el dinero tiene todo, pero se convierte en un esclavo. "Nadie puede servir a dos señores, a Dios y al dinero". La preocupación excesiva con los bienes materiales se opone a la confianza debida a Dios y ocupa el lugar de Dios.

2) Las vanas Preocupaciones : No se afirma que no se debe trabajar, sino no dejarse llevar por la angustia. Las tareas y trabajos para resolver los problemas de la vida no deben hacernos perder la alegría de la vida. Por eso, propone servir al Señor, abandonándose a la Providencia amorosa del Padre.

Dos imágenes de la naturaleza ilustran esta idea: Si los pájaros y los lirios del campo son objeto del cuidado de Dios, que atiende a su subsistencia espontánea, cuánto más lo será el hombre que vale mucho más que ellos. - Jesús concluye con una invitación doble: 1. "No os preocupéis con la vida, con el alimento, con el vestido, el Padre del cielo ya sabe que tenemos necesidad de todo eso".

2. "Buscad en primer lugar el Reino de Dios y su justicia, y todo lo demás se os dará por añadidura". - El Reino es la trasparencia de Dios en nuestra vida; - Su Justicia ordena bajo su mirada todo lo que somos y hacemos. - El Señor no dice “únicamente", sino buscad "primero" el Reino de Dios. Jesús no niega la importancia del trabajo para la alimentación, la salud y el vestido, mas quiere resaltar la atención que debemos dar a aquello que constituye el Reino de Dios.

+ La Propuesta del Mundo lleva al Culto del Dinero y al Consumismo. Y las consecuencias son terribles: - Degrada la dignidad humana, convirtiendo a las personas en puras máquinas de producción y consumo de bienes. - Bloquea la solidaridad, el compartir, la fraternidad y favorece --el egoísmo y la explotación. - Nos hace esclavos de las cosas y de los bienes.

+ La Propuesta de Jesús: pide confianza y abandono en las manos de Dios a quien servimos con amor, y por quien nos sentimos amados. Esa confianza en Dios no es alienante, no nos exime de nuestra responsabilidad en las tareas temporales, ni nos permite huir de nuestro compromiso cristiano en el mundo. + ¿A qué dios servimos? No podemos servir a Dios y al dinero. Debemos buscar primero el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se nos dará por añadidura. No podéis servir a DIOS y al DINERO

Dejemos de ser siervos del dinero y esclavos de nosotros mismos, para servir al Señor con alegría y libres de la angustia posesiva. ¿Quién se preocupa por la comida? ¿Quién tiene padre y madre, o quién es huérfano? ¡Nosotros no somos huérfanos, Dios es para nosotros Padre y Madre!... P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS

Meditada por: P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS MI DOMINGO Con la Palabra de Dios Ilustración: Nelso Geraldo Ferronatto Traducción: P. José Luis Uranga CMF Música: Olhem as flores CD: Louvores ao Senhor Blasio e Claudete