LA SITUACIÓN DE LAS COLONIAS

Muchos territorios habían sido colonizados por otros pueblos más poderosos a lo largo de la historia, pero el colonialismo alcanzó su apogeo durante el periodo del Capitalismo, especialmente después de que éste entró en su última fase con el desarrollo del Imperialismo.

Durante la primera fase del Capitalismo (Mercantil), la política coloniales caracterizó por la conquista y el saqueo de muchos territorios en todo el mundo, por la explotación humana y el exterminio de los aborígenes , la trata de esclavos y la monopolización del comercio mundial por las potencias europeas.

En esta fase se formaron los imperios español y portugués y comenzaron su formación los imperios holandés, inglés y francés. Durante la fase Monopolista del Capitalismo, surgió una nueva forma de explotación que se desarrolló al mismo tiempo que las conquistas: el neocolonialismo. Las potencias ya no tenían la necesidad de conquistar territorios, simplemente dominaban la economía de los pueblos débiles con la anuencia de gobiernos locales aliados. Los trabajadores ingleses sufrieron los estragos de la crisis de la economía capitalista.

En general, las colonias vivían una situación precaria En general, las colonias vivían una situación precaria. Las potencias europeas obtenían de ellas el máximo provecho económico. A pesar de que llevaron la civilización europea, las mantuvieron en un estado de opresión política, que obligó a los habitantes de esos territorios a luchar por su libertad.

Paradójicamente , casi todos los líderes de los movimientos de independencia del siglo XX fueron educados en universidades europeas, o bien, estaban imbuídos de las ideas occidentales. Esta colonización iniciada por España y Portugal cinco siglos antes, llegaría a su clímax en 1914.

Europa se había repartido el mundo, basándose en el derecho de la fuerza y de las armas, lo que contribuyó a que las tensiones europeas disminuyeran por algunos años que, en realidad, sirvieron de preparación para la Primera Guerra Mundial.

Así, aun después de su independencia, los países subdesarrollados seguían y siguen sometidos a las potencias industrializadas, que limitan su desarrollo industrial y fomentan la producción de materias primas controlando por completo su economía. Los Estados Unidos justificaron su expansión territorial con base en la Doctrina Monroe.