Antecedentes de la Union Europea Anaid Vázquez Silva

Los antecedentes inmediatos de la actual Unión Europea se encuentran en la situación del continente al final de la II guerra Mundial y en su relación con Estados Unidos en el marco de la posguerra y la guerra fría derivo en la creación de instituciones de alcance europea. Estas son: a) La unión Económica entre Bélgica, Holanda y Luxemburgo conocida como Benelux b) El Plan Marshall y la Organización Europea para la cooperación Económica c) La Unión Europea de Pagos d) La Comunidad Europea del Carbón y del acero

Benelux El predecesor inmediato del Benelux es anterior a la II Guerra Mundial y no hay duda que los orígenes más remotos de la actual integración europea se remontan a la Unión Económica Belgo-Luxemburguesa de 1922 y que surgió como consecuencia de la separación del Gran Ducado de Luxemburgo de la Zollverein después de la I Guerra Mundial Desde el punto de vista técnico, la entonces naciente unión aduanera se limitaba a la adopción por parte del país más pequeño (Luxemburgo) del arancel del más grande (Bélgica) y aceptaba el franco belga para todo tipo de transacciones. Se trataba de un unión realizada sobre planteamientos pragmáticos que iba resolviendo los problemas según se fueran planteando; no incluía la libre circulación de productos agrícolas y no contenía ningún régimen de unificación o de coordinación fiscal

Entre 1943 y 1945, los gobiernos en el exilio de Bélgica, Holanda y Luxemburgo firmaron acuerdos monetarios y aduaneros por los que constituyeron el Benelux que pretendía, en última instancia la formación de una Unión Económica como etapa final de un proceso formal que cubría la eliminación de restricciones al comercio recíproco (Zona de Libre Comercio), el establecimiento de un arancel externo común (Unión Aduaneta) y la progresiva eliminación de trabas a la libre movilidad de los factores productivos (Mercado Común).

Con todo y no logró las metas previstas, se considera al Benelux como el gran laboratorio de la integración europea. El PLAN MARSHALL (I) EUROPA DESPUÉS DE LA II GUERRA La formación de la Unión Europea está determinada por las necesidades concretas y las realidades específicas de la segunda posguerra. La guerra estalló, entre otras razones, por las condiciones económicas del período interguerras y la proliferación de las prácticas de cartelización, controles cambiarios, restricciones al comercio y fortalecimiento de las tendencias al bilateralismo

A las necesidades europeas se unían los intereses (económicos y políticos) de Estados Unidos. Al final de la Guerra, Estados Unidos producía cerca de la mitad de los bienes manufacturados de todo el mundo. La situación fue agravándose de manera acelerada. De una parte, Gran Bretaña tuvo que acudir, primero a su reserva en dólares para poder seguir importando y, luego, a aceptar las condición impuesta por el Acuerdo sobre Prestamos Norteamericanos en el sentido de declarar a la libra libremente convertible en un período de dos años. Hay quien supone que Gran Bretaña apostó a una guerra larga con Japón, lo que se habría traducido en la extensión del período de los préstamos, en consecuencia incurrió a un gran déficit comercial con Estados Unidos al tiempo que muchos países habían acumulado saldos en libras durante la guerra en virtud de haber suministrado mercancías al Reino Unido sin recibir a cambio, ni bienes , ni servicios. Estos países, querían productos norteamericanos que no podían pagar con libras inestables

Resultado: Gran Bretaña tuvo que fijar un tipo de cambio de 4 Resultado: Gran Bretaña tuvo que fijar un tipo de cambio de 4.03 dólares por libra; se agotaron los dólares y la libra volvió a ser inconvertible. En esas circunstancias no es de extrañar que se redujera el comercio exterior europeo, en 1948 era inferior al de diez años antes, de no haber sido por el éxito exportador británico, las exportaciones europeas habrían sido inferiores en 18% al nivel registrado en 1938 No había posibilidades de reconstituir el funcionamiento de la economía mundial si su gozne, el comercio de mercancías y servicios atravesaba por grandes y graves dificultades.

El PLAN MARSHALL. FUNCIONAMIENTO En junio de 1947 el secretario de Estado George Marshall anunció la disposición del gobierno de su país para canalizar recursos a la reconstrucción europea; casi de inmediato por iniciativa de Francia y Reino Unido, se convoco a una conferencia de todos los países europeos, a excepción de España. Asistieron Austria, Bélgica, Dinamarca, Grecia, Irlanda, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, holanda, Portugal, Suecia, Suiza y Turquía.

De la conferencia en julio de 1947, surgió el Comité de Cooperación Económica Europea encargado de preparar un informe en el que exponían y justificaban las necesidades de importación de los países participantes procedentes del área del dólar. En septiembre de ese año, fue aprobado el documento final y remitido a las autoridades norteamericanas de lo que se conoce como el INFORME DE PARÍS. El Plan Marshall puso de manifiesto la importancia de la coordinación intraeuropea. Porque más importante que la reducción de aranceles fue el necesario acuerdo entre los países europeos respecto de cómo distribuir y administrar los recursos.

La Organización Europea para la Cooperación Económica (OECE) Una de las primeras, sino es que la primera iniciativas de cooperación después de la guerra fue la creación de la Organización Europea para la Cooperación Económica (OECE), simiente de la actual OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) En el marco de la OECE se inicio la negociación para la liberación del comercio que empezó a discutir la pertinencia de la unión aduanera; se avanzo en la supresión de prácticas discriminatorias y en la desaparición de los controles cambiarios, lo que culminó con la creación, en 1950, de la Unión Europea de Pagos, que es otro antecedente insoslayable de la integración. Días después de que el Presidente Truman expidiera la ley de Ayuda al Extranjero (3 de abril de 1948) con lo que daba la señal de arranque del Plan Marshal, la Convención Europea creó (16 de abril de 1948) la Organización Europea de Cooperación Económica.

La Unión Europea de pagos El acuerdo relativo al establecimiento de la Unión Europea de Pagos (UEP) fue concluido el 19 de septiembre de 1950, con efecto retroactivo al 1 de julio de ese mismo año. Firmaron el Acuerdo, La República Federal de Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Francia, Grecia, Irlanda, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Holanda, Portugal, Gran Bretaña, Suecia, Suiza y Turquía.

La UEP, ligada institucionalmente a la OECE, completó en el sector monetario la obra de liberación emprendida por esta última, facilitando con su labor los pagos correspondientes a los intercambios de bienes y servicios intraeuropeos. Una vez que la UEP hubo conseguido su objetivo básico, cual era preparar las condiciones para alcanzar la convertibilidad de las monedas de los estados miembros, se dio por extinguido el Acuerdo que la creaba y, como estaba previsto, entro en vigor el Acuerdo Monetario Europeo

El propósito de la UEP consistía en facilitar la realización multilateral del comercio de bienes y servicios entre los países miembros y sus zonas monetarias asociadas, propiciar la liberación de los intercambios y las transacciones de los servicios sobre el principio de no discriminación y, favorecer el retorno a la convertibilidad de las monedas. La UEP reconstituía artificialmente un mecanismo de compensación multilateral en el que la compensación bilateral era responsabilidad de los miembros, y la multilateral se efectuaba en el espacio y en el tiempo: En el espacio, la compensación se realizaba con los excedentes y los déficit bilaterales de cada miembro en el curso de un período determinado.

Algunos autores opinan que la UEP se inspiro en el Plan Keynes tanto en lo que respecta a reconstituir la compensación multilateral como en el propósito de crear una nueva moneda internacional, a fin de permitir la liquidación de los residuos para los que no era posible la compensación. Estas liquidaciones residuales se efectuaban de tres maneras: en oro, en dólares o en crédito. Estos, los créditos, eran concedidos por la Unión a los países deudores netos y se los otorgaban los países acreedores netos. Los créditos se denominaban en unidades de cuenta UEP, definidas por un determinado peso de oro equivalente a un dólar La UEP siempre se concibió como una organización provisional, destinada a facilitar el paso hacia la convertibilidad total.

Algunos estados miembros , que gracias a la reconstitución de sus reservas monetarias se consideraban capacitados para pasar a la convertibilidad total, deseaban prescindir de la UEP, a la que paradójicamente consideraban un estorbo para esa vuelta a la convertibilidad. Otros por el contrario, creían que ese paso era prematuro, y por ello se oponían a su realización. Consecuencia de esta discrepancia fue el acuerdo de crear un sistema intermedio, el Acuerdo Monetario Europeo (AEM) que entro en vigor el 28 de diciembre de 1955 al extinguirse la UEP.

El AEM tenía por objeto suplir la insuficiencia de las reservas monetarias, prever los abusos de los países de moneda inconvertible así como de los países que habían restaurado la convertibilidad y tratar de coordinar el funcionamiento de los mecanismos reguladores del equilibrio de las balanzas de pagos.

La comunidad Europea del Carbón y del Acero El peso real que tanto la OECE y como la UEP tuvieron en la formación de una conciencia europeísta y que mostraron que la cooperación y la coordinación intraeuropea eran tan necesarias cuanto posibles se han convenido que el antecedente inmediato de la integración europea se localiza en la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA)

El punto de arranque está constituido por la declaración de Robert Schuman, ministro de Asuntos Exteriores de Francia, el 9 de mayo de 1950cuando propuso: “cololar el conjunto de la producción franco-alemana de carbón y del acero bajo el Alta Autoridad Común, en una organización abierta a los demás países de Europa” Al planteo de Schuman se unieron Italia, el Benelux y la propia Alemania. Estos seis países formó el núcleo inicial de la actual UE; empezaron desde 1950, a discutir la constitución de lo que un año después se convertiría en la Comunidad Europea del Carbón y el Acero (CECA)

La formación de la CECA tiene motivos de orden político y de orden económico. Entre los primeros, el más importante, era resolver la cuestión alemana. La región carbonífera limitante entre Alemania y Francia había sido foco de conflictos constantes de siglos atrás y era uno de los antecedentes directos e inmediatos de las dos guerras del siglo XX. El tratado constitutivo de la CECA (Tratado de París, firmado el 18 de abril de 1951 por Alemania, Bélgica, Francia, Holanda, Italia y Luxemburgo, que entró en vigor el 25 de julio de 1952 y que expiró. Según lo previsto en el propio Tratado, el 23 de julio de 2002) contiene cuatro elementos básicos: a) La creación de un mercado común ( en el sector del carbón y el acero) b) La libre circulación de factores (en el ámbito sectorial) c) La aspiración política de contribuir al desarrollo de África (como elemento de recuperación del antiguo potencial colonial y de extensión hacia un área estratégica). d) Y la creación de un federación europea (meta última que provocó el desacuerdo y no inclusión del Reino Unido)

El mercado común del carbón, el mineral de hierro y de chatarra, se abrió el 10 de febrero de 1953; el acero el 1 de mayo de 1953; y el de los aceros especiales el 1 de agosto de 1954. La Comunidad del Carbón y el Acero es importante por haber sido el embrión de la futura Comunidad Económica Europea. Conclusiones relevantes que derivan de la experiencia de la CECA: 1) Las razones que indujeron a la formación de la Comunidad del Carbón y del Acero pertenecen, en lo esencial, al ámbito de lo político y tienen que ver con la necesidad histórica de segar el tradicional foco de conflicto en Europa. 2) Los objetivos económicos, sin embargo, eran lo suficientemente sólidos como para atraer la simpatía de los agentes económicos y para responder a las previsibles suspicacias en el medio político. 3) Pretendía que el interior de la Comunidad no existiera ganadores o perdedores (ni en lo político ni en lo económico). 4)Sus impulsores no concibieron a la CECA como un proyecto en sí mismo, sino como un medio pragmático y eficaz de mostrar la necesidad, la pertinencia y la posibilidad de integrar Europa.