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Heb. 4:10 “Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas”.

“Saetas escogidas escondidas en la aljaba de Dios” Mat 2:23 y vino y habitó en la ciudad que se llama Nazaret, para que se cumpliese lo que fue dicho por los profetas, que habría de ser llamado nazareno. La raíz hebrea de la palabra “nazareno” es “nezer”, la cual se traduce como vástago. La encontramos en Isaías 11:1, donde dice: “Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.”. En otras profecías del A.T., donde el Mesías es designado como el Vástago, se usa la palabra hebrea “semah”, que significa, básicamente, lo mismo que “nezer”: retoño, renuevo o vástago. Cristo, el vástago de Isaí y descendiente de David, fue pequeño y despreciado (Is. 53:3), Así, Jesús llego a ser conocido como “Jesús de Nazaret” y “Cristo de Nazaret”.

“Saetas escogidas escondidas en la aljaba de Dios” En el N.T. se le menciona con estos títulos cerca de veinte veces. Nazareno significa, literalmente, “de Nazaret”. Los habitantes de Nazaret eran despiadados y vistos como de “segunda clase” por las personas de Jerusalén, más cultas. En consecuencia, el término “nazareno” representaba a alguien que era despreciado y menospreciado. Cuando Felipe le dijo a Natanael que habían encontrado al Mesías, a Jesús de Nazaret, Natanael contestó: Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve. Jn. 1:46 Nazaret tenía una reputación terrible.

“Saetas escogidas escondidas en la aljaba de Dios” ¿Cómo triunfó Cristo en medio de este terrible ambiente? La clave la encontramos en la profecía de Isaías acerca de Cristo en Sus años formativos: Isa 7:14 Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. Isa 7:15 Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno. Cuando esta profecía señala que Cristo comerá mantequilla y miel, se refiere a Su dieta espiritual que a Su dieta natural. Por esto, consideremos la interpretación espiritual de la mantequilla y la miel.

“Saetas escogidas escondidas en la aljaba de Dios” Isa 7:15 Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno. ¿Qué es la mantequilla? Isa 7:22 y a causa de la abundancia de leche que darán, comerá mantequilla; ciertamente mantequilla y miel comerá el que quede en medio de la tierra. En lo natural, la mantequilla proviene de la abundancia de leche. Espiritualmente, la leche habla de la Palabra de Dios. Pedro dijo: 1Pe 2:2 “desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación”.

“Saetas escogidas escondidas en la aljaba de Dios” Isa 7:15 Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno. La clave para el crecimiento espiritual es alimentarse de la leche no adulterada de la Palabra. Ya que la leche habla de la Palabra de Dios, comer mantequilla representa alimentarse abundantemente de la Palabra de Dios. Desde temprana edad, Cristo fue un aplicado estudiante de las Escrituras, y meditaba constantemente en ellas.

“Saetas escogidas escondidas en la aljaba de Dios” Isa 7:15 Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno. La miel habla de revelación, 1 Samuel 14:27 dice que cuando el hambriento Jonatán probo la miel: “fueron aclarados sus ojos”. La miel simboliza unción del Espíritu Santo, que alumbra los ojos de nuestro entendimiento.

“Saetas escogidas escondidas en la aljaba de Dios” Isa 7:15 Comerá mantequilla y miel, hasta que sepa desechar lo malo y escoger lo bueno. Cristo al alimentarse de la Palabra de Dios (mantequilla) y de la unción del Espíritu Santo (miel), debido a ello, sabría desechar lo malo y escoger lo bueno, es decir, produce en una persona la capacidad de discernir lo que es malo y la fortaleza y carácter para elegir lo bueno. Jesús permaneció puro y verdadero en un ambiente muy corrupto. Lucas 2:40 registra la niñez de Jesús en Nazaret: “Y el niño crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la gracia de Dios era sobre él”.

“Saetas escogidas escondidas en la aljaba de Dios” Luc 2:41 Iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua; Luc 2:42 y cuando tuvo doce años, subieron a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta. Luc 2:46 Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. Luc 2:47 Y todos los que le oían, se maravillaban de su inteligencia y de sus respuestas. Luc 2:48 Cuando le vieron, se sorprendieron; y le dijo su madre: Hijo, ¿por qué nos has hecho así? He aquí, tu padre y yo te hemos buscado con angustia. Luc 2:49 Entonces él les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me es necesario estar?

“Saetas escogidas escondidas en la aljaba de Dios” Después de su visita a Jerusalén a la edad de doce años, los siguientes 18 años de la vida de Cristo transcurrieron ocultos a los ojos del mundo. No hay nada registrado en la Biblia acerca de estos “años de silencio”, como se les denomina. A Jesús no se le menciona en la Biblia hasta que Juan el Bautista lo presenta a Israel a la edad de 30 años. Lo único que se nos dice es que Jesús regreso a Nazaret y que estuvo sujeto a Sus padres durante este tiempo (Lc. 2:51).

“Saetas escogidas escondidas en la aljaba de Dios” ¿Qué pasó en la vida de Cristo durante esos 18 años? En el transcurso de esos 18 años se cumplió la profecía de Isaías 49:2 Isa 49:2 Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; En esta profecía vemos la formación de Cristo como la saeta de Dios. Cristo estaba siendo formado como la saeta de Dios que sería disparada en el tiempo de Dios para dar en el blanco.

“Saetas escogidas escondidas en la aljaba de Dios” Isa 49:2 Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; Una Saeta o flecha está compuesta básicamente de dos partes: la punta de la flecha la cual está hecha de acero, como una espada, y la vara de madera pulida. La punta de la flecha habla de la Palabra de Dios la cual era como una espada en Su boca. La punta de la flecha ya estaba desarrollada, a muy temprana edad, en la vida de Cristo. Ya a la edad de doce años, pudo conversar en el templo con los doctores y estudiosos de la ley. Ellos estaban absolutamente maravillados de Su conocimiento de las Escrituras. Uno podría pensar que Cristo estaba listo para Su ministerio a la edad de doce años. Sin embargo, necesitaba más preparación.

“Saetas escogidas escondidas en la aljaba de Dios” Isa 49:2 Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; Cristo tenía que convertirse en la vara de madera pulida. Es necesario pulir la vara de una flecha hasta quitarle todos los bordes ásperos. Si una flecha no está perfectamente pulida, cuando sea disparada hacia el objetivo las fuerzas aerodinámicas la desviarían de su curso, haciendo que no dé en el blanco.

“Saetas escogidas escondidas en la aljaba de Dios” Isa 49:2 Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; Solo podemos ser pulidos y equipados para dar en el blanco, a través de años de sufrimiento y disciplina. La flecha no decide hacia dónde va o cuando lo hará. Ni tampoco determina su misión. Esta es una decisión del arquero. A través de los sufrimientos somos obedientes y sumisos a Dios, el Divino Arquero. Este es el camino por medio del cual aprendemos obediencia.

“Saetas escogidas escondidas en la aljaba de Dios” Isa 49:2 Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; La punta de la flecha representa a Jesús como el Hijo de Dios, el Verbo encarnado. La vara representa a Jesús como el Hijo del hombre. Como hijo de Dios, Él no podía fallar, pero como Hijo de hombre, con la fragilidad de la naturaleza humana, podía errar en el objetivo. Es la razón por la cual este largo periodo de preparación fue tan importante.

“Saetas escogidas escondidas en la aljaba de Dios” Isa 49:2 Y puso mi boca como espada aguda, me cubrió con la sombra de su mano; y me puso por saeta bruñida, me guardó en su aljaba; Is. 49:2 “Me escondió en su aljaba” El Padre escondió a Cristo en la aljaba hasta que fue el tiempo establecido para que iniciara Su ministerio. Durante esos 18 años Jesús aprendió el oficio de carpintero. Años más tarde, la gente de Nazaret preguntaría: ¿No es este el carpintero, hijo de María? Mr. 6:23. Esta fue la ocupación de Su padre, José. En Mateo 13:55, los judíos dijeron de Jesús: ¿No es este el hijo del carpintero?

“Saetas escogidas escondidas en la aljaba de Dios”