Había una vez un señor llamado Desmond Miles trabajando en su computadora. De repente escuchó un ruido extraño afuera de su casa, él creyó que era sólo el viento pero de pronto se apagó todo en su casa. Pensó en un corte de luz, pero los ruidos extraños de afuera volvieron a escucharse, esta vez más fuerte que antes. Salió a revisar y se encontró con una sorpresa…

Se encontró con una cosa rara de forma circular. Quiso llamar a la policía pero su teléfono no andaba. ¡Todo era tan extraño! En ese momento se le ocurrió entrar a la aparente nave sin pensarlo dos veces. Al entrar, vio que había una persona siendo examinada por raras criaturas de color verde gris. Había más personas encerradas en cápsulas. A Desmond le parecía todo extraño, intentó pero se cerraron las puertas y la nave se elevó.

Él mientras golpeaba desesperadamente la puerta, no advirtió la presencia de una criatura. Al darse vuelta y verla se desmayó… Cuando despertó se dio cuenta que estaba en una de esas cápsulas donde estaba la gente, pensó que iba a morir ahí, pero una de las criaturas lo sacó para examinarlo, él se asusto pero no gritó. Cuando se encontraba en la mesa para ser examinado, vio una de las criaturas acercándose con un cuchillo, él creyó que era su perdición, pero la criatura no se había dado cuenta de la presencia de un hombre con una pistola que tenia silenciador que estaba detrás de él.

El hombre, luego de dispararle a la criatura le dijo a Desmond - Levántate - ¿ Quién eres ? - Soy Aiden - ¿Qué quieres de mí ? - Sólo levántate - Me levanto si me dices que quieres de mí - Te levantas o morirás - Bueno me levanto, dime lo que quieres de mí ahora - Quiero sacarte de acá - Ok, dime lo que tengo que hacer

- Bueno, este es el plan: tenemos que ir a la fuente de energía de la nave, luego desconectar los motores, mientras la nave este cayendo agarraremos los dos paracaídas y saltaremos de la nave, los abrimos y ya estamos en la tierra de vuelta. - Esta bien, ¿Dónde esta esa fuente de energía? - Sólo sígueme Luego de llegar a la fuente sin problemas, Desmond empezó a desactivar los motores, eran 32. Cuando Desmond iba por la mitad, empezaron a aparecer hordas de criaturas, entonces Aiden gritó: - Yo te cubro, tú desactiva los motores

Desmond terminó de desactivar los motores y le pregunto a Aiden: - ¿Dónde están los paracaídas? - Yo los tengo, SALTA!! Se abrió la puerta de la nave y saltaron. En el aire, Aiden le puso el paracaídas a Desmond Y lo abrieron. Aterrizaron en la tierra y se salvaron. Luego llegaron los policías al oír la explosión de la nave entonces Desmond y Aiden se dieron la mano y se fueron a sus casas. Vivieron felices sus vidas como si no hubiera pasado nada.