La grasse matinée Jacques Prévert ( )
Es terrible El leve ruido del huevo duro al romperse sobre un mostrador de estaño
... Cuando resuena en la memoria del hombre que tiene hambre
Es terrible también la cabeza del hombre La cabeza del hombre que tiene hambre
Cuando se mira a las seis de la mañana En el cristal de la tienda
Una cabeza color polvo. No es a su cabeza, sin embargo, no le importa su cabeza al hombre No es a su cabeza, sin embargo, lo que él mira. En la vitrina de Casa Potin. No le importa su cabeza al hombre. No piensa en ella. Sueña.
Y rechina dientes suavemente. Porque el mundo se burla de él.
Y él no puede nada contra ese mundo.
Cuenta con los dedos 1,2,3 hace tres días que no come
Por más que se repita desde hace tres días Esto no puedo durar Esto dura Tres días Tres noches Sin comer
Y detrás de esos cristales. Esos patés esas botellas esas conservas
Peces muertos protegidos por las latas
Latas protegidas por vitrinas. Vitrinas protegidas por la policía. Policía protegida por el miedo.
Que de barricadas por seis malditas sardinas
Un poco más lejos, el café café con crema y croissants calientes.
El hombre vacila Y en el interior de su cabeza Una neblina de palabras Una neblina de palabras Sardinas para comer Huevo duro, café con crema Café con gotas de ron Café con crema Café con crema
¡ Café con crimen, con gotas de sangre!...
Un hombre muy querido en su vecindario Fue degollado en pleno El asesino, el vagabundo le robó dos francos
O sea un café con gotas de ron -Cero francos setenta- Dos rebanadas de pan con mantequilla -Y veinticinco céntimos para la propina del joven-
Es terrible El leve ruido del huevo duro al romperse sobre un mostrador de estaño
... Cuando resuena en la memoria del hombre que tiene hambre
Trabajo coordinado por Maria escrivà Optaviva:Francés 3º ESO IES Isabel de Villena