Lección 6: ¡Él está vivo! 2 Corintios 15.1-11, 20-22 «Así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados». —1 Corintios 15.22

Propósito En un país donde se percibe un ambiente de muerte y de violencia, la lección de hoy nos trae aliento y esperanza, al afirmarnos la buena noticia de que «Así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados». Además, el tema bajo estudio nos insta a dar a conocer este mensaje de vida de parte de Dios, de manera indiscriminada. Veremos el vínculo indisoluble entre la resurrección de Cristo y la resurrección de los muertos, en virtud de la fe en el poder del evangelio.

Bosquejo de la lección I. Un solo evangelio (1 Co 15.1-2). II. Las Escrituras y el proceso de Cristo (vv. 3-4). III. Testigos de la resurrección (vv. 5-8). IV. Apostolicidad de Pablo (vv. 9-11). V. Primicias de nuestra resurrección (vv. 20-22).

Vocabulario bíblico «CONFORME A LAS ESCRITURAS»: En el contexto de esta lección, con esta frase el apóstol Pablo vincula la total obra de Cristo como parte del plan salvífico de Dios. Que el proceso de la muerte y posterior resurrección de Cristo, sucedieron tal y como estaban establecidos por Dios en el Antiguo Testamento. «PRIMICIAS DE LOS QUE MURIERON»: El término primicias describía los primeros frutos de la cosecha agrícola y que se ofrecían a Dios en el Templo judío. Aquí, Pablo la usa para para establecer que la resurrección de Cristo es presagio de nuestra propia resurrección.

2 Corintios 15.1-2 RVR VP 1 Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; 2 por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. 1 Ahora, hermanos, quiero que se acuerden del evangelio que les he predicado. Éste es el evangelio que ustedes aceptaron, y en el cual están firmes. 2 También por medio de este evangelio se salvarán, si se mantienen firmes en él, tal como yo se lo anuncié; de lo contrario, habrán creído en vano.

2 Corintios 15.3-5 RVR VP 3 Primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió́ por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; 4 que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; 5 y que apareció́ a Cefas, y después a los doce. 3 En primer lugar les he enseñado la misma tradición que yo recibí, a saber, que Cristo murió́ por nuestros pecados, según las Escrituras; 4 que lo sepultaron y que resucitó al tercer día, también según las Escrituras; 5 y que se apareció́ a Cefas, y luego a los doce.

2 Corintios 15.6-8 RVR VP 6 Después apareció́ a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún y otros ya han muerto. 7 Después apareció́ a Jacobo y después a todos los apóstoles. 8 Por último, como a un abortivo, se me apareció́ a mí. 6 Después se apareció́ a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos ya han muerto. 7 Después se apareció́ a Santiago, y luego a todos los apóstoles. 8 Por último se me apareció́ también a mí, que soy como un niño nacido anormalmente.

2 Corintios 15.9-10 RVR VP 9 Yo soy el más pequeño de los apóstoles, y no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. 10 Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; aunque no yo, sino la gracia de Dios que está conmigo. 9 Pues yo soy el menos importante de los apóstoles, y ni siquiera merezco llamarme apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. 10 Pero soy lo que soy porque Dios fue bueno conmigo; y su bondad para conmigo no ha resultado en vano. Al contrario, he trabajado más que todos ellos; aunque no he sido yo, sino Dios, que en su bondad me ha ayudado.

2 Corintios 15.11 RVR VP 11 Sea yo o sean ellos, así predicamos y así habéis creído. 11 Lo que importa es que, tanto yo como ellos, esto es lo que hemos predicado, y esto es lo que ustedes han creído.

2 Corintios 15.20-22 RVR VP 20 Pero ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que murieron es hecho, 21 pues por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. 22 Así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. 20 Pero lo cierto es que Cristo ha resucitado. Él es el primer fruto de la cosecha: ha sido el primero en resucitar. 21 Así como por causa de un hombre vino la muerte, también por causa de un hombre viene la resurrección de los muertos. 22 Y así como en Adán todos mueren, así también en Cristo todos tendrán vida.

Resumen - 1 «La llegada del Espíritu», nos advierte que no estamos solos en la tarea misionera que se nos ha encomendado, ¡Dios camina con nosotros! Sin resurrección no hay esperanza de vida y la predicación de la iglesia sería un total engaño. El poder y la autoridad del Señor resucitado, se transfiere a todo el que cree mediante la fe en Él. Los incentivos de haber conocido y aceptado al Cristo Resucitado comienzan a rendir frutos en el aquí y en el ahora, es decir, la vida eterna en Cristo no se inaugura después de la muerte física. Dios en Jesucristo, incursionó en la historia humana, como principal protagonista para la solución del grave y principal problema que enfrentan los seres humanos: el pecado.

Resumen - 2 El poder del pecado y de la muerte ha sido vencido por la fuerza y el poder de Dios en Jesucristo, y los hombres y las mujeres de fe lo celebramos con muestras de júbilo y gratitud en los diferentes lugares de adoración. A veces nos da la impresión de que el mensaje de la iglesia no está generando los cambios en los estilos de comportamiento humano. Las formas de vida que se afirman en la actualidad están muy distantes del plan y el propósito de Dios en Jesucristo. El mensaje del Cristo resurrecto tiene que romper los falsos muros de seguridad que hemos construido. Los tales muros retrasan el cumplimiento pleno del propósito de Dios en el mundo. La Gracia de Dios permite la convivencia solidaria, perdona y reconcilia; comparte lo que por gracia ha recibido; confronta al pecado, lo denuncia y lo erradica; es Gracia que hace hermandad.

Oración Dios y Padre de nuestras vidas, nuestra fe y nuestra confianza se refuerzan con el poder de tu resurrección. Tú nos concedes la victoria sobre la muerte en virtud de la fe en nuestro Señor Jesucristo. Reafirma nuestra vocación de servicio y ayúdanos a predicar con denuedo el mensaje de resurrección y de esperanza a nuestro pueblo. Gracias, porque Tú vives y reinas para siempre. En Cristo oramos. Amén.