Los simios modernos o póngidos y los humanos muestran un gran número de similitudes, pero también cruciales diferencias. A medida que retrocedemos en el tiempo, se reducen las diferencias.
Todos mantenemos testimonios de nuestro origen, pero a lo largo de los 10 millones de años de proceso de diferenciación se han producido importantes cambios o conquistas biológicas que han alejado los humanos de los póngidos, unos cambios que han definido la tendencia evolutiva humana. Exploremos algunos de estos cambios.
a) El bipedismo. El caminar sobre los dos pies o la marcha bípeda sin utilizar las manos como soporte ha dotado al género homo de innumerables ventajas: permitió la observación y control de espacios más amplios; liberó la mano, que quedó disponible para la manipulación de objetos; la columna vertebral, pasando de estructura horizontal a vertical, podrá mantener en equilibrio un cráneo y un cerebro superiores.
b) Liberación de la mano. La mano deja de ser pata y se transforma en órgano de tacto y de aprehensión, apto para fabricar y utilizar herramientas. Las manos, sustituyendo la boca como órgano de defensa, de presa o de trabajo, permitirán que ésta llegue a ser parte de un rostro capaz de una mímica expresiva.
c) Desarrollo del cerebro. La evolución de los primeros primates hacia el hombre refleja un constante incremento del volumen cerebral: 50 cm3 los lemúridos de 65 millones de años; 175 cm3 el dryopithecus de 20 millones de años atrás; 550 cm3 los austrolopithecus de 4 millones de años; 675 cm3, el Homo habilis; 1000 cm3, el Homo erectus; 1500 cm3, el Homo sapiens actual.
El incremento de la capacidad técnica de los homínidos así como la capacidad simbólica que hace posible el lenguaje articulado no habrían sido posibles sin este desarrollo del cerebro.
d) Lenguaje articulado. Con la capacidad de transmitir experiencias y no tener que volver a comenzar cada individuo de nuevo, los humanos pueden acumular gran número de conocimientos: se inicia la cultura y el progreso humano. El lenguaje, fundamentalmente simbólico, estimulará el desarrollo del pensamiento.
e) Autoconciencia. Las anteriores tendencias evolutivas llevarán a la emergencia del hombre como Homo sapiens: un animal que piensa, especialmente, un animal auto consciente. En dicho proceso, es un paso crucial adquirir conciencia de la muerte y de su inevitabilidad: será la cuna de las creencias religiosas.