¿Hemos cambiado? ¿O seguimos igual?

2o. de Reyes 17:32-34, 41

Un corazón alejado de Dios puede cambiar externamente sin ser transformado internamente.

Ser una generación diferente, acercándonos cada día más a Dios.

Las generaciones “X, Y y Z”

La Generación X

Es una generación preparada. Rondan los 30 años, son universitarios y saben cuando menos un idioma más al nativo. Pero los bajos sueldos, la sobreabundancia de grados y los cambios sociales les han impedido llegar a donde pensaban llegar. Muchos solteros; no tienen coche, ni casa, ni hijos y ya se han dado cuenta de que el futuro no estaba donde creían.

La Generación Y

La "Generación Y" agrupa a las personas que nacieron entre 1981 a Gente más inteligente y preparada que nunca pero más mimados, sobreprotegidos y faltos de ambición e inquietudes que nunca. Desde luego la gente joven es más culta a nivel tecnológico, pero más inculta en otros aspectos, incluso crean una absoluta desidia por cualquier tipo de lucha política y social.

La Generación Z

Surgió a partir del nuevo milenio. Son jóvenes aplicados a las nuevas tecnologías y motivados por un aire de los años Se mueven por diversos estilos musicales, siendo el rap, el pop, el heavy metal y el punk, sobre todo emo (que se está explotando bastante) los más seguidos. Es una generación consumista y pesimista, desconfiando del gobierno e impulsiva. Es la tercera y última de las generaciones, y no es representada por ningún sistema político

Después de haber vivido bajo el amparo de un reino unido durante David y Salomón, El pueblo de Israel y su capital Samaria comenzó a alejarse de Dios, hasta que vino la sentencia divina: el destierro.

Una nueva generación de habitantes se formó en este pueblo semi-destruido. En el texto vimos de donde eran, pero surge la pregunta ¿Cómo su ejemplo puede afectarnos hoy día?

A. No temían a Jehová v.25 B. Empezaron a sufrir las consecuencias. v. 26

¿Proclamamos que nuestro Dios es dueño de todo? La gente inconversa ¿Sabe de quién vienen todas las cosas? En situaciones de crisis (como la que estamos viviendo hoy día) ¿No compartimos de Cristo y de su señorío sobre nuestra vida?

Si nosotros no lo hacemos, Dios mandará un atalaya, un mensajero que les enseñará. ¿Te das cuenta del privilegio que tenemos que ni siquiera los ángeles tienen?

A. ¿De dónde era el sacerdote? B. ¿Qué les enseñó el sacerdote?

2. A temer a Dios y crearon sus propios sacerdotes 1. A temer a Dios y crearon sus propios dioses

El texto nos dice las consecuencias de la de enseñanza religiosa del pueblo por parte del sacerdote “hasta el día de hoy hacen como antes: ni temen a Jehová ni guardan sus mandamientos, ni guardan sus estatutos ni sus ordenanzas”.

Aprendieron bien la forma de adorar que les enseñó el sacerdote, que hicieron lo que los pobladores hacían antes del destierro.

A. Así temieron a Jehová (fingidamente) B. Al mismo tiempo sirvieron a sus ídolos (externamente)

Con el ejemplo de los padres y los abuelos, los nietos encontraron la fórmula perfecta para seguir con su vida de religiosidad externa y de rebeldía interna. Encontraron una religión que nos les pedía más que lo de afuera.

Sus padres y abuelos en vez de enseñarles la historia del Dios verdadero y el verdadero temor, les enseñaron a temer fingidamente. Hasta hoy hacen como ahora; su corazón alejado e idólatra nunca será cambiado por el obstáculo de los ejemplos anteriores.

¿A qué generación pertenece? ¿Cuál es la distinción de su generación cristiana?

¿Hemos cambiado o seguimos igual en nuestra tarea de transmitir el mensaje a los nuestros y a los ajenos? ¿Cuál es su legado a la generación cristiana que viene?

¿Cree usted que las nuevas generaciones serán mejores, peores o iguales que la nuestra? Si son mejores, Gloria a Dios y si no... ¿Qué está dispuesto a hacer?

Que nuestra generación deje de ser igual a la anterior, que sea diferente y cambiemos la historia en esta iglesia.