Lilia Bertha Alfaro Martínez Colegio de Psicología e Higiene Mental

Género Es la organización social de la relación entre los sexos (Scott, 1988). Esta organización incluye tanto las instituciones de poder y de socialización (la escuela, el Estado, la familia, el mercado laboral, el sistema político, los medios de comunicación, el lenguaje) como las representaciones sociales que, en el sentido común, asignan al sexo significados socioculturales (Roux,2000).

Significados socioculturales del género El modelo masculino que se da en nuestra sociedad tiene características que lo definen esquemáticamente. Por ejemplo: los hombres y los niños pueden ser algo rudos —pero nobles—, no suelen poner demasiado énfasis en la exteriorización de sus sentimientos —ya que ello es signo de debilidad—pueden ser amantes de la aventura y el riesgo, han de ser asertivos y contundentes en sus decisiones.

Significados socioculturales del género El modelo femenino tiene asimismo sus correspondientes características: las mujeres y las niñas son sensibles, tiernas en sus relaciones, expresan con facilidad sus sentimientos, se inclinan a ayudar a las demás personas y también necesitan protección, seguridad y estabilidad.

Diversidad La diversidad es un concepto que se refiere a la cualidad de ser diferente pero en ningún caso, inferior o superior. Así, la diversidad hace alusión a la amplia gama de diferencias visibles y no visibles que caracterizan a los hombres y a las mujeres. Algunas de estas cualidades incluyen la edad, la raza, el color, la nacionalidad, el origen étnico o nacional, el sexo, la minusvalía, la orientación sexual, el estado matrimonial o parental, la religión, la creencia política o la clase socioeconómica.

Estereotipos y prejuicios Cuando se tienen diferentes expectativas acerca del distinto comportamiento entre mujeres y hombres se crean sexualidades jerarquizadas, lo que da como resultado que se discrimine a quien no encaja en el molde estricto, por ejemplo los hombres que no son machistas o las madres solteras. Por el mismo motivo, las personas homosexuales (lesbianas y gays), transexuales y bisexuales sufren, en mayor o menor medida, según la cultura, un estigma social, que se ve reflejado en la homofobia.

Discriminación Parece que desde el punto de vista sociocultural a través de diferentes estructuras de poder existe un sexo “normal, natural, sano, sagrado” y otro sexo “anormal, innatural, enfermizo y pecaminoso”. El panorama político actual no es, precisamente, el más idóneo para favorecer el derecho a la diversidad sexual ni a la igualdad de género, por ejemplo los fundamentalismos religiosos dificultan los avances en el ámbito del derecho a la diversidad sexual. Lo peligroso no es solamente que se afiancen las instituciones con valores conservadores sino que las ideologías sobre la sexualidad se conviertan en una herramienta para adquirir mayor poder político, lo cual vemos que sucede constantemente en el mundo. La consecuencia de lo anterior es la discriminación de personas o grupos que no se apegan a los modelos tradicionales. La no aceptación de esta diversidad genera violencia y agresión.

Consecuencias de no aceptar la diversidad de género En los conflictos étnicos, los cuerpos de las mujeres se convierten en arma guerra sufriendo violaciones y esterilizaciones forzosas con el objetivo de realizar limpieza étnica. La persecución de las personas homosexuales y transexuales ha dado lugar a niveles insospechables de violencia en su contra. En América Latina y el Caribe, la epidemia del VIH está concentrada en hombres que tienen sexo con otros hombres y personas “trans” con unos niveles de prevalencia del VIH de 20 a 30 veces más altos que en el resto de la población. Debido a la discriminación que sufre por la sociedad en general y debido a ello, apenas tienen acceso a los servicios de prevención, tratamiento, cuidado y apoyo.

Consecuencias de no aceptar la diversidad de género Las personas con necesidades especiales sufren discriminación, pero son concretamente las mujeres las que presentan menor nivel de logro educativo, índices de inactividad un 20% más altos que sus pares hombres y mayor vulnerabilidad ante la violencia. La violencia de género y los limitados derechos sexuales y reproductivos son el peligro inminente que enfrentan las mujeres jóvenes.

Aceptar la diversidad de género implica: Conclusión Aceptar la diversidad de género implica: Que el estado debe de reconocer estas diferencias en sus constituciones, promulgando leyes y políticas que potencien el ejercicio de los derechos de los grupos discriminados y garanticen que los grupos mayoritarios o dominantes no anularán los intereses de grupos específicos, sean éstos minorías o bien mayorías históricamente marginadas. Un verdadero compromiso de la sociedad con los principios de convivencia pacífica y respeto a la diferencia, que permitan superar la xenofobia, la discriminación, la violencia y favorezcan la inclusión social. Educar para la paz.