Barcelona 3 Real Madrid 3 Miguel-A. 10/03/ segundos.
Sin ser forofo empedernido, tengo predilección por el Barcelona. No he visto el encuentro del 10/03/2007 frente al Real Madrid. A través de comentarios de la prensa, estimo que ha sido un excelente partido. Pero el encuentro sólo es un momento para situar el relato. No me cae bien ningún nacionalismo. Me siento ciudadano del mundo. El nacionalismo me parece la estupidez orquestada de querer convertir un normal impulso de amor a un lugar, en egoísmo. Y va de obsesiones lingüísticas convertidas en la mala educación de, aún conociendo bien la lengua de quien pregunta, responder al interlocutor en otro idioma que no entiende. Un chiste es humor, pero cuando he ido por Barcelona, he visto que la realidad supera la ficción del chiste.
Un aficionado del Real Madrid llega a Barcelona a ver el partido de fútbol entre ambos equipos. Tras el encuentro, entra en un bar, y pide una caña, en castellano. El camarero se la pone, y le dice: - Són noranta-cinc cèntims. El madrileño deja sobre la barra noventa céntimos, y se toma la caña tranquilamente. - Escolti, falten cinccèntims - reclama el camarero.
Y el madrileño no le hace ni puto caso... como quien oye llover. A lo que el camarero le suelta de nuevo: - Escolti que em deu cinc cèntims; no em faci muntar un nombre... ¡M'està escoltant perfectament!.
Y el madrileño a lo suyo, tomándose la birrita, como si estuviese sólo en el local. Por fin, el camarero, rojo de ira, le dice: - Oiga, desgraciado, me está oyendo y entendiendo perfectamente. ¡Págueme los cinco céntimos que me debe!.
A lo que el madrileño, sonriendo y echando mano al bolsillo para pagarle, contesta: - ¡Ya sabía yo, cabrón, que por cinco céntimos acabarías hablando castellano!.