LA MOTIVACIÓN EN LOS JÓVENES DEPROTISTAS

MOTIVACIÓN ¿Qué es para ti la motivación? ¿Con cuál de las dos fotos anteriores te quedas?

Definición RAE: “Ensayo mental preparatorio de una acción para animar o animarse a ejecutarla con interés o diligencia”. Aspecto mental Nos prepara para una acción a realizar Lo puede realizar una persona a sí mismo Lo puede realizar una a otra persona Objetivos: realizar dicha acción con un mayor interés o prontitud

Tipos de motivación: Intrínseca: aquella en la cual un sujeto se motiva a sí mismo. Antes, durante o tras la realización de una tarea. Si tras la realización de la tarea el alumno consigue el logro previsto, consigue dicha motivación. En caso de fracaso al no conseguir el logro esperado, necesitará de la motivación extrínseca. Extrínseca: la motivación que es dada al jugador desde fuerza, es decir, por una persona ajena. La dada por el entrenador, padres, compañeros, etc. En ocasiones un exceso de estímulos motivadores puede ser contraproducente.

Formas de motivar al jugador: Mediante el refuerzo verbal Mediante el empleo de medios audiovisuales (música, fragmentos de películas) Con la obtención de refuerzos externos tangibles (premios, dinero, trofeos,...) Los propios resultados positivos de la competición (la importancia de la victoria) Mediante la utilización de los entrenamientos (ejercicios variados y divertidos que además refuercen la identidad y el rol del niño dentro del grupo, que se sienta importante)

La motivación en función de la edad: De los 8 a los 11 años: los niños están motivados por sí solos. Van al entrenamiento porque les gusta y disfrutan del mismo. El entrenador debe animar y dar refuerzos positivos a pesar de que se den malos resultados y sacar lo positivo de cada partido (a los niños les gusta recibir información individualizada de su actuación). En este periodo es más importante generar en los niños un recuerdo positivo de su actividad para que le apetezca volver al año siguiente. En los partidos no dar mucha información a los jugadores, ya que no la asimilarán toda y podemos generar en ellos un bloqueo mental. OJO PADRES.

De los 12 a los 14 años: primera etapa importante de abandono del deporte, pues a los niños les empiezan a interesar otras aficiones. Importante conseguir mantenerlos dentro del grupo, que se sientan importantes y evitar el abandono. Comienza a tener una mayor maduración mental, ya podemos hablar con él y dialogar, cosa que agradecerán. Favorecer su implicación en el desarrollo del entrenamiento, hacerles más partícipes. Suele haber grandes diferencias físicas entre los compañeros, ya que algunos se desarrollan antes que otros.

De los 15 a los 17 años: más homogeneidad pues la mayoría ya alcanzado un crecimiento físico similar al adulto. Tienen un menor egocentrismo que en etapas anteriores y dan mucha importancia al grupo de iguales, con lo cual el equipo pueden ser un buen lugar donde refugiarse de se sus mayores, con los que se sienten en conflicto por la diferencia de ideas que tienen. Este aspecto lo debemos aprovechar intentando crear un grupo sólido, intentando generar un buen ambiente entre ellos, ya que en estas edades son muy importantes los amigos, para ello utilizaremos de tareas cooperativas tanto dentro como fuera de los entrenamientos (es lo que vulgarmente se llama “hacer piña”). De modo que éste sea un aspecto crucial para evitar el posible abandono deportivo que se pueda producir.

Fijación de una meta: Parece claro, que uno de los aspectos más determinantes a la hora de conseguir un buen nivel de motivación, es la consecución del logro propuesto. Para ello es importante fijar un objetivo de consecución, ya que la ausencia de ellos puede provocar en los jugadores pasividad y desgana. Dichos objetivos los debemos plantear a diferentes niveles, es decir, a corto plazo (ejercicio o entrenamiento), medio (competición semanal) y largo plazo (anual o temporada). Largo plazo: es importante planificar nuestra temporada al principio partiendo de una evaluación inicial de los jugadores, para saber de donde partimos y a donde queremos llegar.

Medio plazo: debemos explicar a los jugadores cuales son los objetivos de cada semana, tanto los propios de los entrenamientos, como para el día de la competición (siendo lo más realistas posibles). Corto plazo: al inicio de cada sesión debemos dar a los jugadores los objetivos a conseguir y recordarlos al final de entrenamiento, indicando si se han conseguido los mismos. Todos los objetivos planteados deben ser realistas, ya que de lo contrario no se alcanzarán y generarán el efecto contrario al deseado. Todos los ejercicios deben tener un objetivo claro a conseguir y debemos darles a los jugadores una meta que lograr.

EJEMPLOS Trabajo velocidad: gana el primero en llegar. Rondo: gana el que menos veces se la quede. Pases por parejas: gana el jugador que más veces introduzca el balón entre los dos conos situados en medio de ambos. Conducción de balón: gana el primero que consiga hacer las tareas propuestas (rodear un determinado número de conos, tocar el balón de varios compañeros,...) Posesión de balón: introducir puntos conseguidos por llegar a un número determinado de pases.

Poner ejemplos prácticos entre todos. Con este tipo de tareas conseguimos motivar a los jugadores en cada tarea y que realicen por tanto cada una de ellas como una competición, alcanzando una motivación óptima y desarrollando también su espíritu competitivo sin tener que hablarle necesariamente de la importancia de ganar el partido del fin de semana. Ya que con ello podemos generarle ansiedad precompetitiva.