NUESTRA EXPERIENCIA DE LO PROFUNDO LA ESPIRITUALIDAD NUESTRA EXPERIENCIA DE LO PROFUNDO
¿COMO VIVIMOS LA ESPIRITUALIDAD? Muchos de nosotros pensamos que nuestra espiritualidad personal es nuesta respuesta frente nuestras creencias acerca de la muerte, la esperanza, el sufrimiento, la Creación, etc. Tenemos que entender que la doctrina se realiza en la cabeza, pero la espiritualidad nace del corazón.
LO QUE NO ES LA ESPIRITUALIDAD Lo que yo personalmente creo que es la vida cristiana. Los ejercicios privados que hago. Los encuentros íntimos y secretos que tengo con Dios.
LO QUE ES LA ESPIRITUALIDAD El dinamismo del amor que el Espíritu Santo infunde en nosotros. Puede ser vivido tanto en la actividad privada como externa (desde el trabajo manual hasta la tarea evangelizadora).
LA PERSONA ESPIRITUAL La persona humana “espiritual” es aquella que se deja dominar por el impulso del amor que infunde el Espíritu Santo. La vida del espíritu se deja marcar por las características de la propia actividad de amor en la porción del mundo donde se ejerce. Se encarna en actos externos convertidos verdaderamente en actos de amor. Si lo espiritual se reduce a actos internos y secretos en la soledad y el recogimiento, entonces la actividad externa faltará el dinamismo del Espíritu.
EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL Una acción evangelizadora realizada “por lucimiento personal” o para aprovecharse de los demás, evidentemente no es un dinamismo espiritual. Es realmente espiritualidad una actividad que esté motivada e impulsada por el amor a Dios y al prójimo. El crecimiento espiritual supone que la persona viva ya en la gracia santificante y esté marcada por el dinamismo de la caridad, traducida en actos de confianza en Dios y de auténtica misericordia.
LA ESPIRITUALIDAD DE LA COMUNIÓN La espiritualidad de la Comunión produce un estilo que marca el mundo concreto por las relaciones humanas y no sólo por las actitudes internas hacia los demás. Es saber dar espacio al hermano, llevando mutuamente la carga de los otros (cf Gál 6,2) y rechazando las tentaciones egoístas que continuamente nos acechan y engendran competitividad.
LA ESPIRITUALIDAD ENTREGADA Es activa y coherente con una vida entregada a Dios. Se preocupa por dar un testimonio de fe. Toma en cuenta el proyecto del más pobre. Siempre se desarrolla en una comunidad de fe. Fomenta el perdón y la paz. Trabaja para un mundo más justo.