ORACIÓN DE SU SANTIDAD BENEDICTO XVI PARA LA V CONFERENCIA GENERAL DEL EPISCOPADO LATINOAMERICANO Señor Jesucristo, camino, verdad y vida, rostro humano de Dios y rostro divino del hombre, enciende en nuestros corazones el amor al Padre que está en el cielo y la alegría de ser cristianos. Ven a nuestro encuentro y guía nuestros pasos para seguirte y amarte en la comunión de tu Iglesia, celebrando y viviendo el don de la Eucaristía, cargando con nuestra cruz, y urgidos por tu envío. Danos siempre el fuego de tu Santo Espíritu, que ilumine nuestras mentes y despierte entre nosotros el deseo de contemplarte, el amor a los hermanos, sobre todo a los afligidos, y el ardor por anunciarte al inicio de este siglo. Discípulos y misioneros tuyos, queremos remar mar adentro, para que nuestros pueblos tengan en ti vida abundante, y con solidaridad construyan la fraternidad y la paz. Señor Jesús, ¡Ven y envíanos! María, Madre de la Iglesia, ruega por nosotros. Amén. BENEDICTO XVI

Evangelización La iglesia, maestra de la humanidad, es iluminada por el Espíritu Santo. Pero tiene dos enemigos: El error y la ignorancia. (Santiago Alberione) Es aquí donde entra el trabajo santo de la evangelización

¿Qué implica la evangelización? 1.- Discipulado: + Implica un encuentro personal y comunitario con Cristo. De ojos abiertos y corazón palpitante. JP II (a caso no ardían nuestros corazones cuando…) + Escucha de la palabra de Dios. Mediante el proceso de la aprehensión (hacerla nuestra) que también es el primer mandamiento de la ley de Dios. Escucha Israel. + Cumplimiento de la palabra. ¿Quién es mi madre y quienes mis hermanos? Sino aquellos que escucha y cumplen la palabra. “Haciendo presente a Cristo en su realidad cotidiana, que es la palabra misma” + El seguimiento de Cristo en la caridad. “ Y dejándolo todo lo siguieron”. Él hace una promesa: “El que deje todo por mi causa… tendrá el ciento por uno…

¿Qué implica la evangelización? 2.- Misión: + El descubrimiento del fin Para el que fuimos creados. ¿Para que vine a este mundo? ¿Qué estoy haciendo? ¿Cómo lo estoy haciendo? … etc. + Sentirnos enviados por Dios mediante Cristo a llevar la Buena Nueva de Reino, que es el Evangelio. + No solo con la Biblia en mano sino con la palabra en el corazón… y mas aun encarnada en toda nuestra presencia. + Para ser presencia verdadera de Cristo en el mundo… podemos pensar… que duras son estas palabras… y Jesús nos pregunta ¿También tu me vas abandonar? + El Papa exhorta a la misión y nos dice hoy… “están llenos de la Fe en Dios Amor, que nos dio a Cristo”… por eso fueron llamados “El Continente de la Esperanza y del Amor”

El discípulo tiene un Maestro El modelo del discípulo es el maestro. Hoy cumpliendo la misión otorgada por Cristo la iglesia enseña… Ese concilio de Jerusalén mencionado en la Escritura. Las cabezas de la iglesia en América latina se reunieron bajo la tutela de Pedro, iluminado por sus palabras que son palabras emitidas a la luz de Dios. Por eso aun hoy se dice “El espíritu Santo y nosotros”. Con estas palabras se abrieron las puertas de la conferencia… donde se trataron temas que afectan directamente en la vida decada uno de nosotros.

El discípulo pregunta al maestro… y el maestro le responde… por que sabe a donde va… El Espíritu Santo acompaña a la iglesia. Y al iglesia esposa de Dios enviada por el enviado. Acepta la Misión como regalo Del mismo modo la Misión no es una carga, sino un regalo, o entendida también como la puerta de salvación. Somos invitados por Cristo a llevar su palabra… que gozo sentirnos invitados, que distinción, hace Dios para con nosotros.

La misión es un trabajo gozoso Que se hace con pureza, con amor, con paciencia, con delicadeza, interés verdadero…etc. Por tanto las exigencia de la misión, no deberían ser solo externas… sino poco a poco hacerlas internas… A conciencia y de conciencia… Con la dignidad, de quien se anuncia, con la pureza de quien es puro, con la presteza de quien es pronto a salir en nuestra ayuda. (por eso la puntualidad, amabilidad, la docilidad, muchas cosas que hacen de nuestro apostolado un apostolado de Cristo… una vida con Cristo)

Los discípulos llamados a la santidad Pedirle a la maestra Maria que nos forme, que nos eduque, que nos de la fortaleza, que santifique nuestro apostolado y nuestra vida. Esto se logra a partir de la unión con Cristo, mediante los sacramentos, la vida intensa de oración, que fortalece y nutre toda nuestra realidad humana y divina, regalo de Dios.

Los discípulos llamados a la santidad La santidad no es otra cosa que: “Hacer lo que tenemos que hacer” Ofreciendo todo a Dios Y lo que tenemos que hacer es la voluntad de Dios en nuestras vidas. No tengan miedo “Remen mar adentro” no se espanten… yo estaré con ustedes hasta el final de los tiempos…

El Apóstol San Juan en su primera carta. Lo que hemos visto y oído os lo anunciamos , afín de que viváis en comunión con nosotros. Y esta nuestra comunión de vida es con el padre y con su hijo Jesucristo. Os escribimos estas cosas para que sea colmado vuestro gozo. 1, 1 ss

Plegaria de la misión continental Quédate con nosotros, Señor, acompáñanos, aunque no siempre hayamos sabido reconocerte. Tú eres la Luz en nuestros corazones, y nos das tu ardor con la certeza de la Pascua. Tú nos confortas en la fracción del pan, para anunciar a nuestros hermanos que en verdad Tú has resucitado y nos has dado la misión de ser testigos de tu victoria. Quédate con nosotros, Señor, Tú eres la Verdad misma, eres el revelador del Padre, ilumina Tú nuestras mentes con tu Palabra; ayúdanos a sentir la belleza de creer en ti. Tú que eres la Vida, quédate en nuestros hogares para que caminen unidos, y en ellos nazca la vida humana generosamente; quédate, Jesús, con nuestros niños y convoca a nuestros jóvenes para construir contigo el mundo nuevo. Quédate, Señor, con aquellos a quienes en nuestras sociedades se les niega justicia y libertad; quédate con los pobres y humildes, con los ancianos y enfermos. Fortalece nuestra fe de discípulos siempre atentos a tu voz de Buen Pastor. Envíanos como tus alegres misioneros, para que nuestros pueblos, en ti adoren al Padre, por el Espíritu Santo. A María, tu Madre y nuestra Madre, Señora de Guadalupe, Mujer vestida de Sol, confiamos el Pueblo de Dios peregrino en este inicio del tercer milenio cristiano. Amén. Benedicto XVI en Aparecida)