PRINCIPIOS GENERALES DEL SALVAMENTO ACUÁTICO

SE PUEDEN RESUMIR EN LOS SIGUIENTES: Prevención. Vigilancia. Control. Presteza. Diagnóstico y actuación.

Prevención: La mejor y más eficaz prevención que puede realizarse es la de llevar a cabo un programa de educación. Aclarando sobre todo lo que no se debe hacer. “ES MEJOR PREVENIR QUE CURAR”

Consejos para evitar ahogamientos: Asegurarte de conocer la zona de baño (profundidad, fondos, oleaje, corrientes, etc.). Si no sabes nadar no te bañes sólo, ni te alejes de la orilla. Respeta las normas y las indicaciones del socorrista: No empujar a los demás, ni saltes sin mirar, no correr por la orilla, etc. En playas, procura bañarte en zonas vigiladas.

PREVENIR PUEDE SER VIVIR… ¡NO TE ARREPENTIRÁS! Procura mojarte antes de entrar al agua. Respeta las horas de digestión, si no estás acostumbrado a bañarte después de comer. Vigila de cerca de los niños. Si ves a alguien en peligro actúa con inteligencia, pide ayuda al T.S.A. Si estás en peligro conserva la calma, pide ayuda y confía en los que van a ayudarte. PREVENIR PUEDE SER VIVIR… ¡NO TE ARREPENTIRÁS!

Todos debemos aceptar la responsabilidad de nuestra propia seguridad, y para ello nada mejor que saber nadar y practicar la natación

Problemas frecuentes sobre la prevención: Insuficiente o nula adecuación de los programas educativos sobre este tema. Insuficiente legislación al respecto. Sensibilización inadecuada de los responsables de las zonas de baño público y de la población (salvo si han tenido desgracias cercanas). Estadística insuficiente o nula (en la actualidad no).

VIGILANCIA Se evitan accidentes. Depende del lugar en el que nos encontremos. Criterios: Que abarque la mayor zona posible. Que se realice con el mayor nº de medios auxiliares posible. Que se realice desde una zona en la que tenga fácil acceso al lugar de baño. Que se realice en condiciones óptimas para el técnico en SOS (sombrillas, sillas estables, etc). Es importante la supervisión tanto de los medios como como de las personas que realizan la vigilancia.

Problemas más frecuentes en la vigilancia Carencia de recursos humanos. Escasa o nula preparación de los vigilantes. Cansancio en las personas que efectúan la vigilancia. Carencia de medios y materiales. Inadecuada o inexistente labor de supervisión. Escasa o nula conexión de la vigilancia con las siguientes fases del Salvamento Acuático.

CONTROL El control que se debe tener en cualquier rescate ha de ser completo. Las circunstancias no deben dominar al técnico. Se han de tener en cuenta las cualidades personales (a nivel de preparación física y psicológica). Se debe actuar con serenidad y tranquilidad, rápidamente y sobre todo con eficacia. No se debe arriesgar la vida innecesaria e inútilmente. El mejor es el que tiene éxito, el que logra efectuar el salvamento o rescate.

Problemas más frecuentes del control: Escasa o nula preparación de los técnicos. Inseguridad del mismo. Riesgos innecesarios. Excesiva confianza del técnico en personas que no conoce para que le ayuden o dirijan.

PRESTEZA Rapidez en las decisiones y en las acciones pero sin precipitación, nerviosismo y hacer sin pensar. Prontitud y brevedad en nuestras acciones, ejecutándolas siempre correcta y eficazmente, con habilidad y sin el menor riesgo para las víctimas. Nos podemos anticipar a la gravedad.

Problemas más frecuentes en la presteza: Carencia de medios y materiales para vigilar y posibilitar una rápida intervención. Incorrecta utilización de los medios y materiales. Preparación nula o insuficientes del técnico. Escasa o nula conexión entre las distintas fases del Salvamento.

DIAGNÓSTICO Y ACTUACIÓN Un correcto diagnóstico de lo que sucede y una actuación consecuente con éste posibilitará un resultado final satisfactorio. No se trata únicamente de resolver la causa del accidente, sino que se debe atender a la persona que lo ha sufrido, diagnosticando su estado y actuando convenientemente en función del mismo.

Problemas más frecuentes en el diagnóstico y actuación: Escasa o nula preparación en los técnicos que intervienen. Carencia de medios y materiales que aseguren una correcta y eficaz actuación. Excesiva confianza del técnico en personas que no conoce para que le ayuden o dirijan.

FIN