Madurar Sin Abuso

“El abuso de las personas de la tercera edad se define como un acto aislado o repetido, o la falta de una respuesta apropiada, que surge en el seno de una relación en la que hay una expectativa de confianza, y que causa daño, angustia o sufrimiento a una persona mayor. Puede ser de varios tipos: físico, emocional, sexual, financiero, o simplemente reflejar un acto de negligencia intencional o por omisión." Esta primera definición de la Organización Mundial de la Salud, de 2002, subraya un hecho característico que diferencia el abuso a las personas de edad de otros tipos de abusos o violencia: quien lo perpetra ocupa una posición de confianza respecto a la víctima. Esto complejiza el fenómeno de muy variadas formas, que veremos más adelante. DECLARACION DE TORONTO (OMS – 2002)

ACLARACIONES PERTINENTES El uso de los términos abuso y maltrato en español En algunos países de habla española se ha optado por el no uso de la palabra abuso ya que en nuestro idioma ese término implica intencionalidad. Del mismo modo, usualmente se habla de malos tratos y no de maltrato, ya que maltrato implica una continuidad que no está contemplada en la definición. Dada nuestra situación particular de hispanohablantes inmersos en una sociedad de habla inglesa en nuestro programa hemos optado por el uso de ambos términos o de uno solo de ellos cuando corresponda. ¿Responsables de malos tratos o maltratadores? Es recomendable el uso de la expresión “responsable de los malos tratos” ya que en el caso del abuso y el maltrato a las personas de edad no siempre se ocasiona el daño de modo voluntario o conciente. Malos tratos institucionales En la primera definición de la Organización Mundial de la Salud no estaba contemplada la posibilidad de que quien sea responsable de los malos tratos sea no una persona sino una institución o la sociedad en su conjunto. Por esa razón, a los diferentes tipos de maltrato se le han sumado tipologías como el abuso institucional o el desconocimiento de derechos.

MADURACION Y COMPLEJIDAD Todo proceso de maduración (como el que vemos cada año en el fruto del Diente de León) supone un incremento de la complejidad y ese incremento se traduce en enriquecimiento, en plenitud, en nuevas posibilidades… y también en pérdidas tanto inevitables como necesarias. A lo largo de este recorrido, trataremos de ver el modo en que la concepción de la vejez como etapa de carencias y de ausencia de roles a desempeñar conduce al desconocimiento de derechos, la discriminación, el abuso y los malos tratos.

RIP VAN WINKLE O LA VEJEZ COMO RECOMPENSA INTRODUCCION

LA VEJEZ: ¿CASTIGO O RECOMPENSA? El modo en que la vejez y los procesos de envejecimiento son vistos y son tratados por la sociedad, y los valores implícitos en ello, han dependido históricamente de la función social (o en otros términos: la “utilidad”) que las personas de edad tienen para el resto y en la posibilidad de que de un modo u otro continúen aportando al bien común. Lo que hacía que en la sociedad norteamericana de fines del siglo XVIII la vejez pudiera ser representada como una recompensa, era el hecho de que en ella, los viejos y las viejas eran imprescindibles.

En los inicios del siglo XIX, en la sociedad rural norteamericana los niños tenían un 50% más de posibilidades de llegara a la edad adulta si una abuela vivía en el hogar. Bajo esas condiciones se realizaba una particular construcción social de la vejez.

De acuerdo a cómo se construye socialmente la vejez, los adultos mayores pueden enfrentarse al riesgo de no ser considerados como ciudadanos plenos. El principal problema de las personas mayores es la discriminación en razón de la edad, que obstaculiza el reconocimiento, goce o ejercicio, en igualdad de condiciones, de todos los derechos humanos y libertades fundamentales. Actitudes discriminatorias como la infantilización, la invisibilización o la estigmatización de la vejez contribuyen a naturalizar el abuso y el maltrato, una naturalización que entraña, para las mujeres en particular, un riesgo sensiblemente mayor. LA CONSTRUCCION SOCIAL DE LA VEJEZ HOY (ONU-CEPAL)

El 64% de los casos de abuso y maltrato ocurre en el ámbito familiar, el 23% en residencias de largo plazo, el 5% en hospitales, mientras que el 78% de los casos de abuso y maltrato se dan en adultos mayores de 70 años, es decir en aquellos más vulnerables. Estudios llevados a cabo en Ontario y en otras provincias de Canadá ubican el maltrato y el abuso a los adultos mayores en cifras que van entre el 6% y al 10%, aunque quienes trabajan en el tema tienden a creer que 10% es un cifra más cercana a la realidad. CONTEXTO Y ESTADISTICAS (1)

CONTEXTO Y ESTADISTICAS (2) Entre los casos reportados de abuso y maltrato al menos las 2/3 partes corresponden a mujeres. Esto se debe, en algunos casos, a que se continúa una historia de abuso y maltrato anterior. A eso se suma la feminización del envejecimiento y la mayor estigmatización de la que son objeto las mujeres cuando ya no pueden cumplir sus roles preestablecidos.

CONTEXTO Y ESTADISTICAS (3) De acuerdo a la evolución de la población de los países desarrollados y de algunos de nuestros países (es el caso de, por ejemplo, Argentina, Chile, Cuba y Uruguay), el porcentaje de adultos mayores tiende a crecer y de hecho es el único sector que crece. Eso determinará que de no haber cambios importantes en nuestras pautas culturales, el número de personas ( en especial de mujeres) que reciben malos tratos y abuso irá en aumento.

LA CONSTRUCCION DE ESTEREOTIPOS [1] Los medios de prensa han acuñado términos como “tsunami” o “terremoto” para definir el impacto de las nuevas tendencias demográficas en la Seguridad Social. La imagen ha sido luego utilizada hasta por los organismos que defienden los intereses de los adultos mayores, pero se trata de uno de los ejemplos más claros y al mismo tiempo más difíciles de percibir de los modos en los que el lenguaje de los medios “facilita” la comprensión de la realidad, deformándola y construyendo estereotipos que facilitan luego el surgimiento de actitudes discriminatorias.

Un tsunami o un terremoto son fenómenos naturales imprevisibles y altamente destructivos. La tendencia a que en nuestras poblaciones el peso de las personas de edad sea mayor (un 25% de la población de Canadá tendrá más de 65 años en las próximas décadas), en cambio, es un fenómeno social que se viene incrementando desde el comienzo de la segunda década del siglo XX y ampliamente estudiado. La equiparación de lo que es una de las consecuencias (y prerequisitos del desarrollo) con una situación desastrosa, destructiva, imprevisible e irremediable, transforma a los adultos mayores en responsables de lo que en realidad es una tendencia y una necesidad del mundo de hoy. LA CONSTRUCCION DE ESTEREOTIPOS [2]

LA CONSTRUCCION DE ESTEREOTIPOS [3]

La tendencia a que los adultos mayores tengan un peso creciente en la composición de nuestras poblaciones es irreversible y hasta cierto punto deseable. Por supuesto, esa tendencia crea nuevos problemas que son, como muchos otros, problemas inherentes al desarrollo, que las sociedades deben enfrentar. Pero no es posible enfrentar el problema responsabilizando a quienes apenas son el emergente visible de la tendencia, lo que no sólo es injusto y es caldo de cultivo de abusos, malos tratos y violencia, sino generando la posibilidad de que las mujeres y los hombres de edad, vivan dignamente y aporten en la medida de sus posibilidades, al bien común.

Madurar Sin Abuso

OBSTACULOS PARA LA DETECCION Y EL DIAGNOSITICO (1) El abuso y los malos tratos hacia las personas de la tercera edad tienen una característica distintiva y perversa: en muchos de los casos quien es responsable de ellos es quien está o debería estar a cargo de las tareas de cuidados. Ello ocurre por una serie de circunstancias ligadas al abuso del poder o cuando quien cuida ve sobrepasada su capacidad de sobrellevar la situación. En esos casos, el o la cuidadora abusa o maltrata a causa de un fenómeno conocido como “estrés del cuidador”, es decir como una segunda víctima de lo que está sucediendo.

OBSTACULOS PARA LA DETECCION Y EL DIAGNOSITICO (2) Cuando la persona responsable de los malos tratos es un ser querido, el adulto mayor puede tener vergüenza de dar a conocer su situación o no querer hacerlo por cariño. Con mucha frecuencia la persona responsable de los malos tratos tiene respecto de la persona que los sufre una relación de poder, por lo que debe considerarse también el factor miedo. Es frecuente también la situación en la que la persona mayor es conciente de que la persona responsable de los malos tratos vive una situación de stress y se niega a informar por solidaridad y comprensión.

OBSTACULOS PARA LA DETECCION Y EL DIAGNOSITICO (3) Hay casos en los que lo que sucede se naturaliza como una simple prolongación de lo que se sufrió siempre y debido a que la víctima no conoce sus derechos. Por último, tenemos los casos en los que la persona mayor tiene algún tipo de demencia o deterioro cognitivo que la hace no tener plena conciencia de lo que le sucede o no poder recordarlo poco después. Todos estos factores que dificultan el reconocimiento del abuso o los malos tratos, determinan además situaciones familiares que tienden a reproducir las pautas de convivencia basadas en la violencia y el uso abusivo del poder.

Malos tratos físicos y emocionales Abuso sexual y financiero Negligencia y abandono Denegación de derechos Maltrato institucional Negligencias estructurales ABUSOS Y MALOS TRATOS - TIPOLOGIAS

Maltrato físico: Implica daño corporal, dolor o deterioro físico, producidos por la fuerza o por violencia no accidental. Ejemplos: golpes, quemaduras, tirar del pelo, alimentación forzada, utilización injustificada de restricciones físicas como la inmovilización por ataduras, uso inapropiado de fármacos, etc. Maltrato Psicológico o emocional: Implica causar intencionadamente angustia, pena, miedo, estrés, o sentimientos de indignidad, mediante actos verbales o no verbales. Ejemplos: amenazas (de daño físico, de institucionalización, etc), insultos, burla, intimidación, humillaciones, infantilización en el trato, indiferencia intencional, aislamiento, falta de respeto a las decisiones, ideas o creencias, etc.

Abuso sexual: Implica comportamientos (gestos, insinuaciones, etc) o contacto sexual de cualquier tipo, intentado o consumado, no consentido o con personas incapaces de dar consentimiento. Ejemplos: acoso sexual, tocamientos, obligar a la víctima a realizar actos sexuales al agresor, violación, realización de fotografías, etc. Abuso Financiero: Utilización no autorizada, ilegal o inapropiada de fondos, propiedades, o recursos de una persona mayor aprovechando su incapacidad para apreciar el valor de las cosas. Ejemplos: apropiarse de dinero, bienes, etc, ocupación del domicilio, firma de documentos que impliquen menoscabo en la capacidad para decidir libremente sobre propiedades, etc.

Negligencia y abandono: Implica negativa o fallo para iniciar, continuar o completar la atención de las necesidades de cuidado de una persona mayor, ya sea voluntaria o involuntariamente, por parte de la persona responsable (de forma implícita o acordada) de su cuidado. Ejemplos: no aportar medidas económicas o cuidados básicos como comida, hidratación, higiene personal, vestido, cobijo, asistencia sanitaria, administración de medicamentos, confort, protección y vigilancia de situaciones potencialmente peligrosas, dejarla sola largos periodos de tiempo, etc. Violación de derechos Está emergiendo recientemente esta categoría de maltrato, que incluye situaciones muy diversas: - limitación de acceso a la información; - limitación en la elección del lugar de residencia; - limitación del derecho a la propia intimidad o del derecho a manifestar una opción política o religiosa.

En algunos países se comienza a reconocer como situaciones en las que los derechos no están siendo reconocidos las siguientes: Obstinación diagnóstica: Realización de pruebas diagnósticas sin que se prevea que vayan a tener una posterior traducción en beneficios reales para el paciente. Obstinación terapéutica: Utilización de medios desproporcionados para prolongar la vida de un paciente con enfermedad irreversible o terminal. Una variante de interés, dentro de la relación médico-paciente, es la tan frecuente restricción de la información sobre su propia salud y el suplantamiento del consentimiento por el de un familiar. Negligencias estructurales Esta categoría incluye la no existencia de estructuras (urbanísticas, arquitectónicas etc.) que contemplen las necesidades de las personas con dificultades de desplazamiento, visión, etc. o la falta de cuerpo legislativo adecuado. Malos tratos institucionales Son aquellos en los que los responsables son las instituciones (o su personal) encargadas de los cuidados de un adulto mayor.

RECOMENDACIONES GENERALES La prevención para que los abusos o los malos tratos no lleguen a producirse, la detección precoz de los casos en los que el proceso ya se ha iniciado, la atención de los daños ya producidos, y las vías de solución de las situaciones instaladas, son los cuatro niveles en los que el problema debe ser abordado.

RECOMENDACIONES GENERALES RESPECTO A LOS ADULTOS MAYORES - Evaluar periódicamente el nivel de autonomía funcional. - Mantener la independencia para hacer y para decidir. - Mantener la actividad física y mental. Promover la interacción y evitar el aislamiento. - Identificar el régimen jurídico que mejor nos pueda proteger. - Asegurarnos de que no se nos privará de nuestros derechos.

RECOMENDACIONES GENERALES RESPECTO A LAS POSIBLES VICTIMAS - Evitar el aislamiento, intentando mantener o aumentar la red social. - Atender sus propias necesidades personales: citas con el médico, el dentista, etc. - Tener control sobre sus pertenencias, abrir y enviar su propia correspondencia, tener su propio teléfono y utilizar un contestador automático que registre todas las llamadas. - Tramitar que la pensión sea ingresada directamente en su cuenta bancaria. - Obtener consejo legal sobre acuerdos que no se puedan realizar en el caso de una discapacidad futura y evitar firmar documentos a menos que los revise alguien de confianza. - Saber a dónde dirigirse para conseguir ayuda si cree que está siendo maltratado.

RECOMENDACIONES GENERALES RESPECTO A QUIENES BRINDAN LOS CUIDADOS - Entender que quien cuida debe ser también objeto de cuidado y apoyo. - Cuidar la propia salud. - Valorar detenidamente la capacidad real de la familia para suministrar cuidados a largo plazo y el riesgo de claudicación. - Hacer planes basados en la discusión de los deseos de la persona mayor.

Madurar Sin Abuso En la segunda parte de este desarrollo veremos los datos que podrían indicar que los niveles de abuso y malos tratos a las personas de edad en nuestra comunidad podrían ser mayores a los del promedio de la sociedad canadiense.